Moreau y Meyer

Una semana atrás
Raphael se encontraba sentado con Vicente en el despacho de La mansión, este parecía nervioso sin saber cómo emitir las palabras correctas para dar la propuesta que ayudaría a los problemas económicos de la familia Castellar.
-¿Que es eso tan importante qué querías decirme?-preguntó Vicente al joven nervioso delante de él.
-Sè de su deuda con su hermano y quisiera ayudarlos-contestó
-¿Cómo podrías ayudarnos un jovencito?¿Sabes cuánto dinero es?¿Qué piensas dármelo tu?- Raphael respiró hondo y soltó todas las palabras de una
-Casandome con Sofía, sé que cuando ella lo haga recibirá la herencia que sus tíos le dejaron y cuando herede le daremos ese dinero así paga sus deudas-suspiró al poder decir todas las palabras sin tartamudear como solía hacerlo cuando estaba muy nervioso.
-¿Y cómo yo se que lo que acabas de decir es verdad y no tienes los mismos pensamientos qué esos oportunistas?-preguntó con seriedad-no quiero casar a mi hija con una persona que quiera extirpar su herencia de manera codiciosa.
-Señor Castellar soy el hijo del alcalde del pueblo no sólo contamos con el estatus muy alto en la sociedad, más allá de la traición que cometió mi tío nosotros sí somos leales al rey y ayudando a ustedes también lo harías por mí, resulta que mi padre quiere que me casé pero no me gustan las mujeres que me han propuesto son frías y codiciosas en cambio Sofía es diferente-hizo una breve pausa mirando un cuadro donde estaban los tres hijos de Vicente- Somos las mejores amigos los cuatros y para mí Sofía es muy importante. Señor Castellar yo no necesito el dinero sólo una compañera que pueda comprender y ella mi de esa manera me siento con Sofía- miró a los ojos a Vicente- ¡Por favor déjeme casarme con su hija!
-¿Sofi lo sabe?- preguntó levantando la ceja- Sabe que entraste a nuestra mansión a pedir su mano y ayudarnos a pagar la deuda.
- No señor, por eso quise hablar con usted en privado antes de partir a la capital y si usted acepta le pediré su mano después de volver.
- Escuché que irán todos para allá.
- Mi abuelos viven allí y además tiene que ver asuntos de trabajo así que voy a ayudarlo.
Vicente miró al joven delante de él. Raphael era pelirrojo de ojos verdes, una sonrisa encantadora y muy simpático. Vicente conocia a la familia Moreau desde cuándo sus hijos eran pequeñas así que poseían una amistad única y verdadera.
-Esta bien aceptó cuando vengas de tu viaje podrás pedir la mano de Sofía y prometo no hablar de esto con nadie.
Presente.
Raphael y su padre caminaban por unos de los callejones de la capital, a pesar de qué era de día el recorrido era oscura, al final del callejón habia una casa descuidada y sombría el señor Moreau golpeó la puerta y está fue abierta por un anciano con tantas arrugas y tan viejo que podría decirse qué el país que habitaban era muy joven al lado de él.
-Buen día busco al señor Meyer-dijo el señor Moreau al anciano qué les hizo pasar hasta llegar a una biblioteca.
El interiores del lugar no era parecido al exterior un lugar lujoso y sofisticado. Al entrar a la biblioteca el anciano les indicó dónde sentarse y luego se sentó frente a ellos.
-Y el señor...- hablo Moreau pero su hijo lo interrumpió.
-Es un placer conocerlo señor Meyer debe ser una deuda y un trabajo importante para atendernos usted mismo teniendo muchas empleados.
-Posee un hijo muy inteligente ¿cómo supiste que era yo?-preguntó el anciano con curiosidad
-Sus manos no muestran signos de haber trabajado sino escribía mucho, su ropa extranjera y demasiado cara para un empleado ya sea de confianza o que llevé muchos años con dueño y por último mientras caminábamos ningún empleado se volteó a verlo ya que caminamos con el señor alemán más aterrador y despiadado usted señor Meyer-contestó manteniendo su mirada fija al anciano
-Muy bueno descripción de mi persona y aún más muy valiente para un joven que viene hacer los mismos fríos y terroríficos trabajos que hacía su tío de un alemán despiadado qué causa terror y sobre todo qué pasó una deuda muy importante conmigo-habló el anciano el cual mantenía también la mirada al joven.
-Esa deuda pertenecía a mi hermano-dijo Moreau
-Recuerde que usted se ofreció para hacer su garante y Muerto el perro usted debe calmar y saldar mi rabia-dijo con una sonrisa en el rostro el anciano.
-Esos trabajos sucios podemos realizarlos pero por lo que se trata de la deuda es...-antes de terminar de hablar Raphael interrumpió al padre.
- Muy pronto me casaré con una joven que acaba de heredar una fortuna inimaginable, cuando esto ocurra podré saldar tal deuda sólo pido que me espere dos meses o máximo tres y pagaré toda deuda y mi tío y mi padre poseen con usted-la seguridad de Raphael en sus palabras hicieron cerrar el trato con el señor Meyer.
Raphael estaba feliz ya que sus planes estaban yendo a la perfección se casaría con Sofía, varía la deuda de los Castellar sí se la llevaría muy lejos donde nadie pudiera saber su destino y comandar el ejército enemigo para poder asesinar a la persona que le había sacado los honores a la familia Moreau al Marqués y general principal del rey Henry Castellar Davies.