Estamos cansados por la sesión de fotos de esta mañana y la grabación del videoclip por la tarde, así que, gracias a nuestras plegarias, las chicas se apiadan de nosotros y hacen la cena.
Conversamos mientras degustamos la comida que nos han preparado y, después de recoger la mesa, las chicas deciden que juguemos a algún juego de mesa que no sea muy agotador.
Nos reunimos alrededor de la mesa del comedor y jugamos una partida a los monos locos.
La partida está reñida, pero finalmente, YoonKi acaba con todos los monos cayendo cuando quita el palo del color que le ha marcado el dado y aprovecha para despedirse e irse a descansar para mañana.
Sacamos las cartas de póquer y apostamos con legumbres, ya que no tenemos las fichas originales, y HoYung se marcha junto a NamYoon cuando SuHye los deja en bancarrota.
No tardamos mucho en desplumar a Jan y TaeJoon, para después seguir con JK.
Nuestro miembro mayor sube a su habitación cuando el sueño vence a su curiosidad y mis dos compañeros más jóvenes se quedan al lado de sus novias como apoyo moral.
Las tres chicas son buenas con los faroles, sin embargo, EunSu comete un pequeño error que la hace perder todas sus legumbres y se acerca un poco más a mí para animarme.
Decidimos hacer una partida de todo o nada para no acabar demasiado tarde y mi chica se dispone a barajar y repartir las cartas.
Tengo una buena mano en juego, pero no me fio de ninguna de mis contrincantes.
Todas nuestras ganancias están en el medio de la mesa y mi corazón late con rapidez cuando veo que tengo un trío de ases.
Intento ocultar mi emoción y mi chica saca la última carta de la mesa.
Mi mano ha cambiado a un full y mis comisuras se elevan al ver la victoria cerca.
—¿Qué tenéis? —pregunta EunSu pasando su mirada por las chicas y acabando en mí.
SuHye levanta sus cartas con un resoplido y vemos que tiene una pareja de cuatros desde el principio de la partida.
Solo quedamos Elenor y yo. La invito a que descubra sus cartas primero con un leve gesto de la mano, sin embargo, ella se niega.
—Los dos a la vez —propone JK con expectación.
Contamos hasta tres y ambos dejamos las cartas boca arriba para que todos puedan verlas.
—Full de ases y nueves —digo victorioso, dedicando una sonrisa casi arrogante a mi contrincante.
—Full de ases y damas —contesta la editora antes de que JK le tape la boca con un gran beso—. Lo siento, hermanito. En otra ocasión será.
—Quiero la revancha —le advierto divertido y serio a la vez.
—Cuando quieras. Mañana te recogeremos a las ocho. Hasta mañana —le dice a mi chica para que esté preparada.
Mi compañero la coge en brazos ante la victoria en su juego y sube con ella hasta la habitación con una gran sonrisa de oreja a oreja.
TaeJoon y SuHye se despiden de nosotros y suben para descansar.
—Ha estado cerca —comento recogiendo las legumbres.
—Desafortunado en el juego, afortunado en el amor —EunSu me deja un beso en los labios con una sonrisa traviesa y la agarro de la cintura.
—Eso me gusta más que ganar al póquer. Te acompaño al coche, porque no querrás quedarte a dormir, ¿verdad? —le pregunto con un guiño de ojo cómplice.
—Tengo que hacer la maleta. Mañana dormiremos juntos y te compensaré lo de esta noche. ¿Te parece bien? —Rodea mi cuello con sus brazos y me pega de nuevo a sus labios.
—No mucho, pero no me queda más remedio que aceptarlo. Mañana no podrás librarte de mí.
La beso por última vez, la acompaño al coche y espero sentado en la cama, con la espalda apoyada en el cabecero, a que me mande el mensaje de que ha llegado bien.
En cuanto el mensaje llega a mi móvil, me acomodo en la cama y cierro los ojos, muy cansado de todo ese día y me temo que mañana no será mucho más pausado.