56. JoMin

Me despierto un día más con EunSu entre mis brazos y mis comisuras se elevan para formar una gran sonrisa de oreja a oreja mientras la observo dormitar.

Le dejo un leve beso en la punta de la nariz y otro en la comisura de los labios. Sus párpados se abren para clavar su mirada en mí y me dedica una sonrisa soñolienta que me hace reír.

—Buenos días. ¿Qué planes hay para hoy? —me pregunta con la voz aún medio dormida. 

—Lo que tú quieras. Tengo el día libre.

Los ojos de la chica se abren de par en par, sorprendidos por esa noticia y se tumba encima de mí dejando besos por todo mi rostro. 

—Así que, ¿te tengo todo para mí? —Me inquiere al sentarse a horcajadas sobre mi entrepierna. Asiento y le acaricio los muslos—. Déjame pensar qué podemos hacer. 

—Yo ya tengo una idea si no te quitas de encima dentro de un minuto.

Me mira un poco confundida, después se da cuenta de dónde está sentada y se quita con una sonrisa para quedar tumbada a mi lado, con una mano apoyada en mi pecho. 

—Creo que deberíamos salir a algún sitio para que nos dé el aire. La cuestión es a dónde y hay que tener cuidado de que no te reconozcan —observa con el cerebro operando a su máxima capacidad. 

—Va a ser complicado encontrar un sitio con esas características.

Escuchamos que alguien llama a la puerta de la habitación.

—¿Quién es? —Quiero saber gritando desde la cama. 

—¿Se puede? ¿Estáis visibles? —Reconocemos la voz de SuHye.

—Entra. Estamos vestidos, malpensada.

La escritora abre la puerta y entra en la habitación. Se queda a nuestros pies y nos pregunta:

—Vamos a ir a una Escape Room todos, ¿os apuntáis?

Miro a mi chica y leo en sus ojos brillantes un sí. Asiento y EunSu se incorpora para confirmar nuestra asistencia moviendo la cabeza de arriba abajo con energía. La escritora sale de la estancia para dejar que nos cambiemos y todos nos esperan en el salón. 

***

Nos montamos en los coches para poner rumbo hacia el lugar ataviados con gorras y mascarillas, estacionamos en unos aparcamientos cercanos al local y caminamos hacia nuestro destino.

TaeJoon, JK y yo entrelazamos las manos con nuestras respectivas novias y nos quedamos un poco rezagados para, después de hacer el Escape Room, ir a almorzar a un restaurante. 

Entramos en el local para elegir cuál de las cinco salas haremos y todos los ojos se clavan en la chica que aparece por la puerta, después de nosotros.

—Hola, chicos —nos saluda Belinda con poca alegría en su voz. 

—¿Dónde está tu prometido? —Le pregunta su prima buscándolo con la mirada. 

—No ha podido venir. Me ha pedido que me disculpe de su parte. ¿Habéis elegido cuál haremos? 

La chica parece un poco distraída y, aún más, cuando ve a Jan detrás de YoonKi, intentando no mirarla, ignorándola. 

—Muy bien, ya estoy harta de vosotros dos. Daos la mano ahora mismo —les ordena Elenor con un tono autoritario que nos asombra a todos, sobre todo, a JK.

—No —es la única contestación de Jan. 

Menuda sorpresa. Es la primera vez que escuchamos a nuestro compañero tan serio. Lo que haya pasado entre ellos ha debido de ser muy grave. 

—Por Dios. Belinda, discúlpate con él. Sabes que tiene razón —le pide a su prima para que la concordia reine en el grupo. 

La aludida mira a la editora con los ojos entrecerrados, sopesando lo que acaba de decir y, por fin, claudica con un suspiro lastimero. Mira a mi compañero y le dice:

—Jan, siento mucho lo que te dije. No fue mi intención hacerte daño. 

Los ojos de todos los presentes se clavan en el miembro más mayor del grupo y éste se abre paso para estrechar la mano femenina. 

—Genial. Ahora, elijamos una sala para empezar con el juego. Aunque también podemos dividirnos en dos grupos y hacer dos salas. ¿Qué preferís? —propone Elenor leyendo los carteles de la pared.

—Somos muchos, así que, yo optaría por hacer dos equipos. Podemos poner algún castigo para el que quede último y hacerlo más interesante —digo mirando los carteles. 

—Me parece bien. ¿Cómo elegimos los equipos? —Quiere saber HoYung pasando su mirada de uno a otro. 

—Parejas contra solteros —observa JK agarrando la cintura de su novia. 

—Yo no estoy soltera —agrega Belinda enseñando su anillo de compromiso. 

—En este instante sí. Tu prometido no ha venido. 

—Muy bien. ¿Estáis listos para perder? 

—Eso no te lo crees ni tú —añade su prima con un brillo competidor en sus ojos verdes. 

***

Para que nadie hiciera trampas, al final entramos en las cinco salas del Escape Room los dos equipos y juntamos todos los minutos para ver quién ha tardado menos. Por muy poquito, el equipo de las parejas perdemos y nos toca hacer el castigo.