76. YoonKi

Salimos del despacho de nuestro jefe junto a nuestro mánager y nos dirigimos hacia la casa para ver a las chicas y tranquilizarlas.

Las cuatro nos abrazan con fuerza y quieren saber lo que ha pasado. Nos sentamos en los sofás y las sillas, y NamYoon les explica lo que ha sucedido:

—Nuestro jefe lo va a dejar en manos del departamento legal de la empresa y nos llamarán si nos necesitan. Al parecer, la familia de un antiguo cantante de coro se ha puesto un poco rebelde y cree que una de nuestras canciones la escribió su pariente. Nada es cierto, así que, no tenemos miedo a lo que puedan querer hacer si la denuncia sigue adelante. Tenemos pruebas de que es nuestra.

Puede parecer que la voz de nuestro líder suena calmada, pero todos sabemos que está intentando no sacar la rabia y el enfado que tiene en su interior en ese momento.

Es tarde y todos estamos cansados, por lo que se retiran a sus respectivas habitaciones y yo me quedo en el salón con mi novia para convencerla de que se quede a dormir conmigo.

Apoyo mi brazo en sus hombros para atraerla y pegarla más a mí, la acaricio y le digo:

—Quédate conmigo esta noche.

Ella alza la cabeza, clava sus ojos grises en los míos y me dedica una sonrisa.

—Está bien —responde al encogerse de hombros.

Por un segundo me sorprendo de su aceptación, hasta que bajo de la nube, agarro su mano para hacer que se levante y la llevo hasta la habitación. Cierro la puerta detrás de ella y la beso con pasión mientras la dirijo hacia la cama. Nos dejamos caer en el colchón y me deshago de su ropa que me impide poder tocar su piel blanca y suave.

—Gracias —le susurro dejando un reguero de besos en su cuello.

—¿Por qué?

—Por hacerme el hombre más feliz en este instante.

Me dedica una sonrisa enamorada, rodea mi cuello con sus brazos para pegarme a su boca y me besa con deseo.

***

Los rayos del sol me despiertan al entrar por las ventanas de la habitación, abro los ojos y me encuentro con el plácido rostro dormido de mi novia. Mis comisuras se elevan en una sonrisa llena de alegría, la abrazo para pegarla más a mi cuerpo y veo que sus párpados se abren para mirarme.

—Buenos días —la saludo recibiendo una leve sonrisa como respuesta—. ¿Nos acompañas?

—¿A dónde? —pregunta con la voz adormilada.

—Tenemos que grabar un episodio del programa.

—No tengo nada que hacer, así que, iré. Aunque antes tengo que pasar por mi apartamento para cambiarme de ropa y darme una ducha.

—Las chicas pueden acompañarte y así regresáis todas juntas. Podrías quedarte a dormir también esta noche —le comento frunciendo los labios en una mueca infantil que la hace reír.

Se mueve para rodear mi cintura con su brazo, me deja un mordisquito en la barbilla y asiente para aceptar, una vez más, mi ofrecimiento.

—Me traeré una muda de ropa para esta noche. ¿De qué es el episodio?

—Ni idea. Cuando empezamos a grabar nos lo explican —respondo atrapándola para que no huya de la cama.

—Amore, no puedo respirar. Afloja el agarre, no me voy a escapar —comenta con una sonrisita.

***

Los chicos y yo nos ponemos rumbo hacia la empresa para que nos preparen para grabar el episodio mientras las chicas se dirigen hacia el apartamento de la locutora para que pueda ducharse y cambiarse de ropa, además de coger alguna prenda para el día siguiente.

Nos están peinando cuando las cuatro llegan riendo como verdaderas amigas y cómplices de travesuras, nos saludan con un movimiento de mano y se sientan detrás de los monitores donde el director del programa ve las imágenes que enfocan las cámaras.

Al parecer, esta vez nos toca un especial de comida y Jan será nuestro presentador. Nos separamos en dos equipos, tal y como estamos sentados, y mis ojos miran de reojo a la chica que sigue hablando con las novias de mis compañeros.   

La grabación continúa y mi equipo, compuesto por JK, NamYoon y yo, va ganando en los mini juegos que el equipo de guionistas de la cadena de televisión ha preparado para nosotros.

Ya vamos a empezar la tercera prueba y ponemos atención a los altavoces que están encima de nuestra mesa. Cuando Jan les da la señal, de los altavoces sale una voz que habla a toda velocidad y todos nos quedamos con cara de desconcierto y confundidos.

No se puede escuchar casi nada de lo que dice la voz y se supone que debemos adivinar de qué comida está diciendo la receta.

JK tiene buen oído y me susurra los ingredientes que va escuchando, algo que me viene de maravilla para saber cuál es la comida.

Acertamos las tres primeras, sin embargo, Jan se apiada del otro equipo y repetimos la escena para que ellos den la respuesta correcta y que ganen esta prueba.

La última prueba es un bingo con comida. El equipo de producción ha hecho traer muchos alimentos que tienen una pinta espectacular y que me están dando hambre con solo verlos. JK, NamYoon y yo escogemos varios de esos platos para ponerlos en la bandeja que nos servirá para hacer el bingo y regresamos a la mesa para comenzar en cuanto el otro equipo esté listo.