Solo tú

85. NamYoon

Nos despertamos temprano para llegar a la empresa antes que los nuevos abogados que nuestro productor y jefe ha contratado para llevar el caso de la demanda de plagio. 

Nos sentamos alrededor de la mesa ovalada, a cada flanco de nuestro productor y esperamos con paciencia a que los abogados aparezcan. 

No sé cómo serán las noticias cuando lean todos los papeles de la demanda y eso me tiene preocupado. No todos los días nos demandan por plagio, menos mal. 

Doy un sorbo de agua, escuchamos cómo la secretaria llama a la puerta para pedir permiso y nos informa de la llegada de los abogados. 

Todos nos incorporamos en las sillas, más derechos que una vela, y clavamos nuestras miradas con expectación en la tabla de madera que se abre para dejar paso a un hombre y una mujer. 

Nuestro productor les permite que se quiten las mascarillas y mis ojos se abren de par en par al reconocer a la chica. «¿HaNeul?», pregunto como si ella pudiera escuchar mi pensamiento. 

Veo que ella también nos reconoce y tengo la sensación de que esquiva mi mirada. 

Ambos se sientan y el hombre la alaba cuando confirma que ella es la abogada asignada a nuestro caso. Al parecer, no es la primera vez que lleva a cabo la defensa de una demanda por plagio y según él, es una gran experta en ello. 

La observo mientras lee la demanda por encima y nos comunica que no es al grupo entero a quien están demandando, sino a YoonKi y a mí. Todos queremos saber lo que eso conlleva y mis compañeros se indignan cuando no les está permitido asistir a las próximas reuniones con los abogados de los demandantes o estar presentes en el juicio si se llegara hasta ese punto.

—¿Qué pasa si llegamos a juicio? —me intereso con el rostro serio. 

—Que tendréis mucha publicidad negativa. No os preocupéis, haré todo lo posible para que este tema no salga a la luz más allá de lo necesario —contesta la chica, clavando por fin su mirada en la mía, después de estar evitándola durante toda la reunión. Se levanta junto a su jefe y se despide—. Os mantendré informados.

—Vaya, qué coincidencia que sea ella nuestra abogada —apunta HoYung con una sonrisa en los labios al tener toda la confianza depositada en ella. 

—¿La conocéis? —quiere saber nuestro jefe.

—Encontramos a su hijo perdido en el parque de atracciones y lo ayudamos. NamYoon lo reconoció de la firma de los cuentos y se quedaron con nosotros el resto del día. Tanto ella como su hijo son adorables —agrega TaeJoon al recordar todo lo que jugó con el pequeño ese día. 

 —Entonces creo que os será muy fácil tratar con ella. Esperemos que estas circunstancias no tarden mucho en recomponerse —habla nuestro productor con la mirada perdida en la pantalla iluminada de su móvil—. Una cosa más antes de que os vayáis. Los cuatro miembros que tenéis novia, por favor, tened mucho cuidado de que nadie os vea, sobre todo, algún fotógrafo o periodista. Ya tenemos bastante con la demanda como para añadir un problema más.

—Ya lo sabemos. Nadie se ha enterado de nada y no lo harán ahora —responde JK un poco cansado de escuchar siempre lo mismo. 

Y no le culpo, pero también hay que entender al productor. Hace todo lo posible para que la prensa no tire noticias falsas sobre nosotros y, en el caso de que las publiquen, desmentirlas al siguiente segundo. 

—Tendremos que esperar a que la abogada se ponga en contacto con nosotros. De momento, solo podemos concentrarnos en los ensayos para los próximos conciertos que tendremos en pocas semanas —comento dando por finalizada la reunión. 

—Os mantendré informados de todo. Cuidaos. 

Nos levantamos con una reverencia y salimos de la sala para dirigirnos hacia el ascensor y subir hasta la decimosegunda planta del edificio, donde se encuentran las salas de ensayos.

***

Ya han pasado las nueve de la noche cuando el coreógrafo nos deja libres y regresamos a la casa con las chicas.

Le contamos todo lo que ha pasado mientras cenamos la rica comida que nos han preparado y se sorprenden al escuchar quién es la abogada que llevará el caso. 

—Caray, qué pequeño es el mundo —dice Elenor con una sonrisa pícara en sus labios mientras me dedica un guiño de ojo. 

No entiendo a qué ha venido eso, pero estoy demasiado cansado para preguntar en ese momento. 

Termino de cenar, me despido de todos los presentes y subo a mi habitación. Me quito la ropa para ponerme el pijama y me tumbo en la cama para mirar las redes sociales durante dos minutos. 

Sin darme cuenta, una foto de la abogada con su hijo aparece en la pantalla, gracias a que EunSu la ha subido a su Instagram y me quedo observándola sin poder pestañear. 

Esta chica se ha metido en mi cabeza sin pedir permiso y no puedo sacarla por más que me lo he propuesto durante estos días en su ausencia. 

«¿Cómo hago para no concentrarme en ella y sí en la demanda?», me pregunto sin tener, por primera vez en mi vida, una respuesta clara.

 



#16770 en Novela romántica
#2219 en Novela contemporánea

En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.