Solo tú

92. HaNeul

Mi pierna se mueve de arriba abajo sin poder evitarlo. Solo faltan unos pocos minutos para que los dos raperos entren en la sala de reuniones del despacho de abogados en el que trabajo y estoy de los nervios. 

Tengo todo preparado para dejar a los demandantes en evidencia y acorralados, por lo que, por un lado es bueno y por otro lado no. Lo sé, no me entiendo ni yo. 

Estoy deseando acabar con este caso para poder alejarme de una vez de NamYoon y lo que me hace sentir cada vez que me mira o, simplemente, está cerca de mí. 

«Ya está. Hoy mismo acabaré con esta tortura y no volveré a verlo. Es lo mejor para todos», me digo, dispuesta a llevar a cabo mi decisión.

Me siento presidiendo la mesa, abro en mi ordenador todos los archivos con los que voy a barrer a los demandantes y doy un sorbo de agua. 

Mi secretaria llama a la puerta para avisarme de que han llegado todos y le digo que los deje pasar mientras me levanto para arreglar mi falda negra y mi camiseta de seda rosa.

Los primeros en entrar son los demandantes con su abogado, un rival al que conozco como la palma de mi mano y al que he ganado en muchas ocasiones. Después, entra YoonKi y espero a que NamYoon haga su aparición, pero me decepciono cuando no lo veo llegar. ¿Qué ha pasado? 

—Podemos empezar si estamos todos… —dice el abogado al sentarse a mi izquierda. 

Lo interrumpo con decisión, me siento y comento:

—Aún no ha llegado uno de mis defendidos. ¿Sabes cuánto tardará? —le pregunto a YoonKi intentando disimular mi preocupación. 

—Unos minutos más tarde. Me ha pedido que lo disculpe. Ha tenido que hacer un recado en la empresa, pero no tardará. Podemos empezar sin él —responde el rapero con una voz dulce que me sorprende en él. 

—En ese caso, te presento a Kang HyunSik, el abogado de los demandantes. Escuchemos lo que tiene que decir ante la demanda de sus clientes —le pido con un movimiento de mano para que haga su exposición lo antes posible. 

—Tal y como pone en la demanda, mis defendidos piden la mitad de los beneficios que generó la canción compuesta por su padre —explica el abogado con arrogancia. 

—¿Me puedes decir cómo ese hombre pudo componer esa canción cuando su Alzheimer estaba tan avanzado? —le pregunto al poner delante de él las publicaciones de las redes sociales de sus defendidos con su padre en la fecha en la que supuestamente escribió la canción. 

El abogado mira las publicaciones por encima y veo cómo su mandíbula se tensa al apretar los dientes por la rabia. Está viendo que perderá de nuevo contra mí y eso hace que una sonrisa eleve mis comisuras. 

—En realidad, no fue… en esa fecha no fue escrita. La escribió antes —tartamudea la hija del fallecido. 

—¿Tienen el registro de la canción en la fecha que la escribió? O, por lo menos, ¿algún registro? 

—Por supuesto que tienen el registro. Toma —el abogado me entrega los papeles y los veo. 

Me echo a reír sin poder evitarlo, alzo la mirada mientras se lo entrego al rapero y clavo mis ojos en HyunSik. 

—¿Has revisado esos papeles antes de entregármelos? —inquiero con una voz un poco más arrogante ahora que sé que esta batalla está ganada.

—Pues claro. 

—¿Seguro? —asiente con la cabeza, muy digno—. En ese caso estás intentando verme cara de tonta. 

—¿A qué viene eso? Nos conocemos desde hace tiempo, sé que no eres tonta. 

—¿De verdad? Entonces, explícame esto —cojo el papel que he dejado delante del rapero y lo pongo frente al abogado con un manotazo en la mesa, indignada—. ¿Se han quedado las impresoras del registro sin tinta negra y por eso está en azul? 

Los ojos del abogado se abren de par en par por la sorpresa y se llenan de ira cuando mira de reojo hacia sus defendidos. 

Alguien llama a la puerta y mi secretaria lo deja pasar ante mi orden. NamYoon aparece en el hueco y trago saliva al verlo ataviado con un traje de chaqueta gris y un nuevo corte de pelo. 

—Perdón por el retraso —se disculpa con una leve reverencia antes de sentarse al lado de su compañero. 

Se quita la mascarilla para estar en la misma situación que los demás y mis ojos se van de inmediato a sus labios. 

—Me parece que vamos ganando —contesta YoonKi cuando su compañero le pregunta algo que no puedo escuchar al estar ensimismada con su boca. 

—Estupendo. Continuad, por favor. 

Carraspeo para salir del estupor, intento disimular el calor que recorre todo mi cuerpo y prosigo con la reunión:

—Como iba diciendo, me parece que tus defendidos solo están interesados en conseguir dinero de mis defendidos por algo que su padre no hizo. Ya lo han hecho con otros grupos, pero te aseguro que no dejaré que mis defendidos les entreguen ni un won. 

El abogado aparta su mirada asesina de los hijos del hombre que supuestamente compuso la canción, la clava en mí con más dulzura, se inclina en la mesa para poder estar más cerca de mí y comenta:



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

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