101. Jan

Los días en Pekín han sido divertidos junto a los chicos. Hacía tiempo que no estábamos los siete solos sin ninguna de sus novias. He echado de menos esos días en los que pasábamos la noche jugando a videojuegos o algún juego de tablero, haciendo tonterías y bebiendo hasta que nos quedábamos dormidos, desperdigados por el suelo de la habitación.

Necesitaba estos días de “descanso” y no lo sabía.

Termino de cerrar mi maleta y salgo de la habitación del hotel para encontrarme con los chicos en el vestíbulo. Nuestro vuelo sale en dos horas y nuestro mánager está de los nervios porque JoMin está tardando.

Me siento en uno de los sillones del vestíbulo, cojo mi móvil para mirar las redes sociales y escucho cómo las cámaras de fotos se ponen en marcha cuando alguien llega al hotel. Giro la cabeza para ver de quién se trata y el actor más solicitado del momento aparece saludando con reverencias a todos los presentes.

—¡YoonJin, una sonrisa, por favor! —le grita uno de los fotógrafos con la voz más gruesa que he oído en toda mi vida.

El aludido obedece y mueve la mano para saludar. Da media vuelta sobre sí mismo y se encamina hacia la recepción donde se encuentra con una chica a la que no puedo ver bien porque está de espaldas.

—¿Qué tal el vuelo? —le pregunta ella con una voz que reconozco de inmediato.

Me incorporo en el sillón de un salto, miro hacia la pareja y veo a Belinda con una sonrisa en los labios y los ojos brillantes mientras sostiene una cámara de fotos en las manos.

Estoy a punto de llamarla cuando JK se me adelanta y se acerca a ella:

—¿Belinda? ¿Qué haces aquí?

—¿Y vosotros? —inquiere ella con pocas ganas de tenernos delante.

—Una entrevista y la grabación de un programa para fin de año.

—Yo tengo que hacerle unas fotos durante la presentación de su nueva película —responde al fin señalando al actor que nos mira con curiosidad.

—No sabía que la agencia también llevaba las fotos de las películas —comenta JK echando una mirada desconfiada al actor.

—Y no lo hace. Estoy con otra agencia.

—¿Has dejado la nuestra? —quiero saber, sorprendido por ello.

La chica clava su mirada verde en mí con cara de pocos amigos y regresa su atención a mi amigo.

—Solo estoy cubriendo esta sesión de fotos. Ha sido una urgencia.

—¿Cuándo regresas a Seúl? —se interesa JK preocupado.

—Esta noche.

—De acuerdo. Ten cuidado.

La chica asiente con una leve sonrisa, regresa su atención al actor y se marchan juntos sin dedicarme ni una sola mirada.

Creía que habíamos arreglado todas nuestras diferencias, pero parece ser que no. Ella aún está enfadada y yo todavía no lo he olvidado.

—Jan, vamos —me apremia JK agarrando mi brazo para que deje de mirar a la prima de su novia y me ponga en marcha hacia el aeropuerto con todos los demás.

Sé que debo olvidarla, deshacerme de lo que siento por ella.

«Está a pocos meses de casarse con otro hombre. Déjala ya», me regaño al entrar en la furgoneta junto a JK y JoMin. Me atavío con la mascarilla y unas gafas de sol para que nadie me vea llorar, en el caso de que se me escape alguna lágrima, y me acomodo en el asiento para mirar el paisaje que pasa por la ventana.

***

El avión aterriza en el aeropuerto de Seúl, los fotógrafos y los camarógrafos se preparan para grabarnos e intento esconder mi rostro de todos ellos. No estoy de humor para que me saquen fotos y solo me dedico a saludar con la mano y hacer algunas reverencias.

JK se pone a mi lado. Estoy seguro de que sabe lo que me ocurre y siento que me agarra de la cintura para guiarme hasta la furgoneta. Se sienta junto a mí y me coge la mano cuando la puerta se cierra detrás de él.

—No hables —le pido cuando sé que va a empezar a decirme de nuevo que me olvide de ella.

—De acuerdo. ¿Quieres agua?

Niego con la cabeza y el vehículo se pone en marcha, alejándonos del aeropuerto.

Cuando llegamos a la urbanización, el coche para delante de la puerta, nos apeamos y saludo a las chicas cuando las encuentro sentadas en el sofá.

—¿Qué tal en Pekín? —quiere saber Elenor con una sonrisa en los labios.

—Bien. Tu prima está allí —contesto con seriedad al deshacerme de la mascarilla, las gafas y la gorra.

—¿Qué hace allí?

—Va a hacer unas fotos de la promoción de una película.

—¿Te ha dicho algo de que quiera dejar la agencia? —le pregunta JK agarrándola de la cintura para dejarle un beso en los labios.

—No ha comentado nada. Lo que sí está rara desde tu cumpleaños. No sé qué ha podido pasar —comenta la chica recordando lo poco sociable que estaba ese día la joven.

—Sea lo que sea, te lo contará de un momento a otro. No te preocupes. Me voy a descansar. Hasta luego —les digo subiendo las escaleras para entrar en mi habitación.