Solo tú

119. Jan

Dejo que la peluquera y la maquilladora me preparen para empezar a grabar un nuevo episodio del programa. Esta vez estamos en un local equipado como una cocina profesional, por lo que suponemos que tendremos que cocinar algo.

Miro el móvil para ver si tengo algún mensaje de Belinda, pero solo está el que me envió hace más de cuatro horas para desearme un buen día. Veo que son las diez de la mañana, eso quiere decir que en España es de madrugada.

«Es normal que no me haya mandado ningún otro mensaje desde entonces», me digo guardando el aparato en el bolsillo de mi pantalón.

Me levanto para dejar que HoYung se siente para ser maquillado y peinado, y me acerco a JK que está echando un vistazo a los ingredientes que el staff ha preparado en una de las encimeras.

—¿Qué haces? —le pregunto un poco aburrido.

—Mirar.

—¿No echas de menos tener a las chicas cerca?

—Mucho. Me aburro y no duermo bien por las noches.

—Nos han acostumbrado mal. Debimos ir con ellas a España —comento mientras él asiente con la cabeza para confirmar que tengo razón.

El director nos llama para que nos juntemos detrás de la primera cocina, grabamos el comienzo del episodio y nos disponemos a empezar con la misión.

En esta ocasión nos toca cocinar, pero no a mí, sino a mi equipo conformado por JK y TaeJoon. Ellos tienen que ir cambiando el turno de cocinado cada dos minutos mientras yo le doy las instrucciones de cómo hacer el plato elegido.

Esta técnica de cocinado es un caos, aunque mis compañeros cogen el ritmo después de quince minutos y consiguen terminar a tiempo. Estoy sudando por el estrés de solo dar indicaciones por un walkie-talkie, no obstante, creo que lo han hecho genial y estaremos salvados del castigo si el otro equipo compuesto por JoMin, NamYoon y YoonKi lo hacen mucho peor.

HoYung está preparado para probar el plato. Le ha tocado ser el presentador de la dinámica y será el juez. Agarra los palillos de madera que JK le ha dejado a un lado del plato estratégicamente y lleva un trozo de cerdo a su boca para saborearlo. Asiente con la cabeza y nos mira a los tres para dar un breve comentario del sabor:

—No está nada mal. Un poco picante para mi gusto, pero muy bueno. Muy bien, daré la puntuación al final, cuando el otro equipo haya terminado su cocinado.

—Haremos un descanso de diez minutos y será el turno del segundo equipo —informa el director haciendo que las cámaras dejen de grabar.

Nos acercamos a la mesa de las bebidas y cogemos unas botellas de agua para marchar hasta nuestras sillas.

Estamos relajándonos y hablando de nuestras novias cuando una chica para nada coreana asoma la cabeza por la puerta del local.

Los siete la miramos confundidos por su presencia, ya que no la conocemos ni la hemos visto nunca como parte del staff, y vemos que el dueño del local se acerca a ella para hacer una reverencia de disculpa.

Ambos se alejan unos pasos y hablan en susurros. La chica parece un poco decepcionada, o eso es lo que sus ojos celestes reflejan, ya que tiene la mitad de la cara tapada por la mascarilla.

—¿Qué ocurrirá? —inquiere HoYung con curiosidad e intentando escuchar algo.

Los seis nos encogemos de hombros sin saber qué responder hasta que el dueño del local entra seguido por la muchacha para llegar hasta el director:

—¿Le importa si la joven observa las instalaciones?

—Usted es el dueño. No toquen ninguna cámara, por favor —responde el director con un movimiento de mano para invitarla a hacerlo.

—Gracias. Venga por aquí. Como puede ver es un espacio bastante grande. No tiene más que ver la de personas que estamos ahora mismo aquí dentro —le comenta el dueño a la fémina, vendiendo el local.

—La verdad es que me gusta, sin embargo, me parece un poco cara la renta que pide por él. ¿Podría dejarlo un poco más bajo el precio? —negocia la chica con una voz dulce como la miel.

—Señora, en este mismo momento BT7, el grupo de K-pop más famoso de Corea del Sur, está grabando un episodio de su programa de variedades en mi local, ¿piensa que puedo bajar su precio con tan buen prestigio a su espalda?

—No sé cuál es ese grupo, pero eso no es razón para aumentar casi un triple el precio de alquiler que hablamos al principio —replica la chica con seguridad en su voz y sin alzarla más de la cuenta.

—Por supuesto que es una buena razón para aumentar el alquiler si alguien quiere mi local —el hombre no parece tener el mismo temperamento que ella y su voz sobresale por encima de todos los presentes.

Veo por el rabillo del ojo que HoYung se levanta de la silla junto a JK que lo sigue de cerca, como un guardaespaldas. Se acercan al dueño y a la chica y le dedican una sonrisa al hombre para ablandarlo un poco.

—Debería mantener su palabra si ya se la ha dado a la joven. Sería muy deshonesto de su parte cambiar de idea después de que nosotros estemos aquí, ¿no le parece? —habla HoYung sin perder la sonrisa de la boca y sin apartar los ojos de la mirada celeste de la muchacha.



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

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