140. Elisabeth

Solo queda un día para que los chicos viajen hacia América para hacer unos conciertos de navidad y aparecer en un programa en fin de año, por lo que aprovechamos al máximo las últimas horas que, supuestamente, nos quedan para estar juntos. 

Las siete somos un poco malas y aún no les hemos dicho que los acompañaremos o, más bien, que los veremos allí cuando aterricen. 

Es por la mañana y decidimos salir todos juntos a una sala de escape para divertirnos.

—Nosotros no podemos. Tengo que grabar el videoclip con Ino —comenta JK antes de dar un sorbo a su café. 

—Os llamaremos para saber dónde estáis cuando terminemos, aunque me parece que va a ser un día largo —habla su novia con cansancio.

—¿No has dormido bien? —me intereso por ella.

—No le cae bien Ino. Cree que es una niña malcriada y egoísta —nos aclara el maknae molesto.

—Contigo es todo lo contrario y eso es lo que menos me gusta de ella —apunta Elenor con voz suave para no empezar una discusión con él.

—No hace falta que vengas si no la soportas. Puedo unirme a vosotros cuando termine —le propone el chico dando un bocado a su tostada francesa. 

—¿Si no voy me lo echarás en cara?

—Por supuesto que no. Voy a trabajar no a estar de fiesta.

—No importa. Iré contigo para apoyarte. Me mantendré alejada de ella para no meterle la cabeza bajo el agua para que se calle —advierte la editora al levantarse para ir a por su bolso a la habitación. 

—Nos veremos más tarde —se despide JK con una leve sonrisa de victoria en los labios que nos hace sonreír a todos. 

Mientras ellos dos se marchan al set de grabación, los demás nos encaminamos a la sala de escape y divertirnos un rato. 

***

Nos hemos dividido en dos grupos para tener un poco más de emoción y la primera ronda es relativamente fácil para tantos cerebros juntos. Terminamos en menos de quince minutos y decidimos entrar en otra dos diferentes para ver quién gana. Los perdedores serán los que inviten a almorzar, por lo que las tres parejas que conformamos el grupo ponemos los cerebros a trabajar a su máxima capacidad.

Desafortunadamente, nuestras inteligencias sumadas no nos han servido mucho para la velocidad y hemos perdido. 

—Habéis salido solo unos segundos antes. Creo que deberíamos jugar otra vez —se queja HoYung haciendo que NamYoon y JoMin lo respalden asintiendo con la cabeza. 

EunSu, HaNeul y yo observamos la pequeña discusión de los seis chicos junto a Mónica, SuHye y Belinda. Sonreímos bajo las mascarillas y decidimos el restaurante al que iremos a almorzar. Hacemos la reserva sin consultarlos, los agarramos de la mano y caminamos junto a ellos cambiando de tema.

—Más os vale portaros bien en América. Os vigilaremos —advierte Belinda llevando sus dedos a sus ojos para, después, llevarlos hasta los de su novio.

—¿Habéis contratado a detectives privados? —pregunta Jan con los ojos abiertos, aparentando sorpresa. 

—Por supuesto. 

—Recuérdame por qué no puedes venir conmigo —inquiere el chico abrazándola para caminar a la par.

—Porque estamos grabando un nuevo K-drama. No puedo dejarlo a la mitad —responde su novia apoyando la cabeza en su hombro. 

—¿Y tú por qué no puedes? Trabajas desde casa, no tienes un jefe como tal —se queja TaeJoon a su novia con una mueca infantil que no podemos ver con la mascarilla, pero que se le refleja en sus ojos. 

—El siguiente libro está a punto de ser publicado y me necesitan para darle los últimos retoques, además de una firma de libros en el centro comercial —contesta SuHye rodeando la cintura del chico con sus brazos para abrazarlo como disculpa. 

***

Almorzamos y regresamos a la casa de los chicos para jugar un rato a la consola y ver una película de comedia romántica. 

—Me encanta ese hombre —comento al ver a Josh Duhamel en la pantalla. 

—Y a mí, aunque Gerard Butler tampoco está nada mal —agrega Belinda ante las miradas incrédulas de los chicos y las sonrisas de las chicas. 

—¿Podéis, por lo menos, esperar a que no estemos presentes para hablar de otros tíos? —nos recrimina HoYung indignado. 

—Tú siempre serás el primero, mi amor —le digo dejando un beso en los labios bajo un “oh” por parte de los demás. 

Continuamos viendo la película cuando escuchamos que llega Elenor en su coche. La puerta que da al garaje se abre para dejarle paso y se encamina con pasos fuertes hacia las escaleras para subir a la habitación. 

No pasa ni un minuto cuando la puerta de entrada se echa a un lado para que JK la cruce con miedo reflejado en su rostro.

—¿Elenor está aquí? —pregunta temeroso. 

Todos asentimos y los chicos señalan hacia la planta de arriba. El maknae subo los escalones de dos en dos y se escuchan los gritos de la chica.

Nos miramos sin comprender nada de lo que está pasando y abrimos los ojos de par en par al ver a la editora con una maleta que su novio intenta quitarle de las manos.