Solo Tu Puedes Verme

Capítulo 19

 

“Un día lleno de acontecimientos”

 

Ser invisible en la escuela sonaba como una idea maravillosa en mi mente, pero al ponerlo en practica resulto ser super mega aburrido...mejor hubiera deseado ser un pájaro o algo así, digo aunque sea podría volar por los cielos hasta que me canse, espera ¿Los pájaros se cansan de volar? Supongo que si se posan sobre algo es para recargar energías, pero bueno pensar en esto comiendo un sándwich aplastado con queso amarillo derretido, sentada en una mesa al final del comedor solo hace que me vea como una tonta solitaria, oh vaya, siempre he sido así “claramente trato de ser chistosa incluso en una situación donde no lo amerita”. Dejare de arrepentirme de esto pues debo asumir la responsabilidad de haber accedido, así que debo pensar positivamente de esto, se que algo bueno debe tener o tal vez...cometí una estupidez de la cual me arrepentiré en menos de 3 horas.

 

Y dicho y hecho, al terminar el almuerzo e ir para la clase de ciencias naturales, cuando estaba por entrar, no sé por que, pero una estampida de niños tratando de llegar temprano en martes, al no verme claramente abrir la puerta como si fuera un fantasma, fui empujada, pisada de los pies y tirada al suelo. No los culpo en absoluto...pero ¿era necesario entrar al salón como animales? Y no era la primera vez que me empujaban en un solo día, ya era la segunda vez y claro que tenia moretones y los rasguños del arbusto cuando Cristian paso de mí, hubiera estado mejor que siendo yo invisible la gente que no me ve me traspasara como un fantasma sin yo sufrir algún daño físico y aunque mis brazos al ser de metal evitaron que me diera tremendo golpe en la cabeza y el estómago este es el precio de mi deseo.

 

—Bueno niños siéntense, empezaremos la clase—hablo la profesora aplaudiendo para hacer silencio—.

 

En ese momento me pare rapido y me fui a mi asiento en silencio, me sorprendió un poco que no me preguntara si estaba bien, pues literalmente estaba tumbada en el suelo de la entrada del salón, pero no me preocupe demasiado.

 

—Hoy clase, haremos un experimento en equipo—anunció la profesora—.

 

Tiene que ser una broma... ¿cómo se supone que yo siendo invisible haga un experimento? Pensar en eso no me hace sentir mejor, ¿Qué hago? ¿Me salgo de la clase? Pero me metería en problemas...Aunque bueno no es exactamente una clase donde aprenda un tema en específico, así que no creo que perjudique mi educación si me salto esta clase. Desde hoy me declaro una delincuente juvenil, por saltarme una clase, o más bien serían dos... ¡Ah! la lista de asistencia... ¡No puedo fallar en mi asistencia casi perfecta! Al paso de 5 segundos de haber dicho esto mi mente lo pensó más detalladamente con la gráfica de sentido común y llego a la conclusión de que al ser yo invisible prácticamente nadie notaría si asisto o no a la escuela, así que mi lista de asistencia casi perfecta se va directamente a la basura.

 

No lo pensé más y me pare de mi asiento en silencio, pues el hecho de que sea invisible no quiere decir que no pueda empujar algo, tirar algo o patear algo sin que haga ruido, pero al parecer soy buena en no ser notada en absoluto por que nadie se dio cuenta de que les saque la lengua a todos al salir del salón, se que es infantil pero necesitaba desahogarme, cuando estaba caminando por los pasillos, por primera vez en mi vida, corrí por el pasillo levantando mis manos algo que no estaba permitido pero...quise hacerlo, necesitaba sentir como era correr por los pasillos de mi escuela sin ser mirada ni regañada ni tampoco ir siempre con la cabeza hacia abajo. Y se sintió muy bien...fue una experiencia totalmente nueva, pero claro que no puedo salir por la puerta principal pues esta cerrada con llave y el portón también, así que salí por una ventana cerca de la puerta principal y me acerqué al portón de la escuela, suena muy conveniente pero el portón de la escuela es como una reja y tiene separaciones lo bastante grandes para que al ser pequeña y flexible puedas pasar como anillo al dedo.

 

Ya que había salido me paré un momento para pensar a donde debería ir, pues si iba a casa ahora era muy probable que me encontrara con mi madre y su amante, y mi madre estaría muy preocupada de que por que había salido temprano de la escuela, bueno todo lo que una madre haría...por lo que pensé que podría ir a un parque...y sin pensar en otro lugar fui directo al parque que quedaba de camino a mi casa al que solía ir con Emma.

 

No había ninguna razón por la cual quería visitarla...pero supongo que me sentía sola y quería hablar con alguien que no fuera mi familia pues en eso no podía contar con ellos, podría ir a su tumba directamente pero yo no soy bienvenida en ese lugar, en cambie en el parque es donde yo hice bellos momentos con Emma y prefiero recordar a Emma en un parque que en un cementerio donde esta rodeada de más gente que ha muerto, al paso de unos minutos ya estaba enfrente del parque, tenía un poco de miedo pero estaba decidida, y no quería que nada me echará para atrás ya habiendo llegado tan lejos. Cuando por fin entre en el parque, estaba vacío, sin niños y en algunas partes habían crecido unas flores muy lindas, me entro un gran sentimiento de nostalgia pues recordaba cada cosa que jugábamos en este parque, era tan agradable y a la vez doloroso, pensar que ya no podré jugar con ella. Me acerque a una parte del parque donde Emma y yo jugábamos mucho, era el lugar donde había mucha arena acumulada y tratábamos de imaginar que era nieve.

 

—Éramos muy ingenuas al pensar que esta arena era nieve...pero aún así siempre me divertía, no importaba lo ridículo o tonto que podían ser tus juegos—

 

—Y ahora...de verdad extraño los juegos que alguna vez jugamos como un par de niñas inocentes, sin saber lo que nos rodeaba, sin importarnos lo que nos decían los niños que jugaban cerca del parque...solo éramos tu y yo en nuestro gran mundo imaginario donde nadie podía entrar excepto nosotras dos y la tonta contraseña que una vez hiciste por “seguridad” ...aún la recuerdo ¿sabes?, era “nieve y arena brillan como el sol” y siempre pensé que era una contraseña muy ridícula...pero a pesar de eso tu alegraste muchos de mis días. Y ahora solo me quedan nuestros recuerdos, ya no puedo hacer más recuerdos contigo, si hubiera sabido que el 15 de agosto era nuestro último día juntas...te hubiera dicho tantas cosas y aún quiero hacerlo...! Espero que algún día pueda... —.




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