El domingo Angélica quedó de verse con sus amigas para ir a almorzar, ahí aprovecharía para comentarles que había iniciado una relación con Miguel. Con Vero no creía tener ningún problema, pero no estaba segura de que Kat se pusiera muy contenta, ella sabía que estaba poniendo todos sus esfuerzos para olvidar a Tomás, e iniciar una relación con su hermano no era muy maduro de su parte. Ese día vestía una falda circular de flores, y una blusa color melón con unas sandalias de tacón y su cabello suelto.
Al abrir la puerta del cuarto se encontró con un alcatraz[i] rosa, a la orilla de la puerta. Angie se agachó para tomarlo, vio que iba acompañado de una nota, inmediatamente se llevó la flor al pecho y sonrío. La tarjeta que acompañaba al alcatraz decía:
Haré todo lo que este en mis manos para que sonrías una vez más.
Eres todo para mí.
Si bien la nota no estaba firmada, no era necesario, Angie sabía que el autor de esa flor solo podía ser una persona. Se dirigió a su cuarto para poner en un buró que tenía junto a la cama la flor en un vaso con agua. Algo dentro de ella se había movido, empezó a sentir como las mariposas revoloteaban en su estómago. Con una sonrisa tomó su celular para agradecer el gesto:
Gracias por el alcatraz.
¡Es hermoso!
Angie. 1:30
De nada :)
Miguel. 11:31
Después de leer el mensaje de Miguel, se dirigió a donde había quedado de verse con sus amigas, sin otra sorpresa que la hiciera regresar llegó puntual, para su sorpresa Kat y Vero todavía no habían llegado. Para cuando lo hicieron, Angie seguía con esa sonrisa boba en su cara.
―¿Por qué estás tan feliz? ―indagó Vero.
―Porqué va a ser ―contestó Kat―. ¡Vendió todas sus obras! ―continuó entusiasmada.
―¿En serio? ―dijo Vero sorprendida.
―Sí ―confirmó.
―¡Felicidades! ―dijo sincera. Le hacía muy feliz saber que Angie lograra empezar a colocarse en el mundo artístico, más tomando en cuenta que de las tres, la única que no tenía conexiones en el medio era ella. ―Pero ¿Por qué le dijiste a ella y a mí no? ―reprendió Vero.
―No me contó ella, ¡tonta! Me lo dijo Miguel, él la acompañó. ―aclaró Kat.
―¿Qué más te dijo Miguel? ―indagó Angie curiosa.
―Solo eso. ¿Tenía algo más que decirme? ―cuestionó extrañada. Angélica bajó la vista y empezó a jugar con el popote de su bebida.
―¡Angie! ―llamó Katia. La aludida se mordió la parte interna de la mejilla antes de levantar la mirada y contestar.
―Mike me pidió que fuera su novia. ―dijo finalmente.
―¿Qué le dijiste? ―cuestionó Verónica.
―¡¿Cómo le puedes preguntar eso?! ―reprendió― obvio qué le dijo que no, ¿verdad, Angie?
―Decidí darme una oportunidad con él. ―agregó titubeante.
―Si crees que es lo mejor para ti. ¡Felicidades! ―dijo Vero.
―¡¿Cómo le puedes decir eso?! ―reprimió Kat―. Estamos hablando de mi hermano, ella está enamorada de Tomás.
―Si Miguel no fuera tu hermano, serías la primera en felicitarla ―agregó Verónica.
―¡Pero lo es! ―gruñó. Angie se sentía como en un ring de lucha libre volteba de una a otra, mientras sus amigas discutían de su vida privada como si no estuviera presente.
―En todo caso tu hermano ya está muy grandecito para saber lo que hace o dejar de hacer. Deberías de preocuparte por ella, Miguel la puede llevar por un camino de perversión.
―¡Mi hermano no es ningún pervertido! ―gruñó Katia.
―¡Ey! Pueden dejar de hablar de mí, como si no estuviera presente. ―pidió Angie, harta de que sus amigas actuaran como si no estuviera presente.
―Lo siento ―se disculpó Vero.
―¡Yo no tengo nada de que disculparme! ―agregó obtusa Katia.
―Le dije que lo intentaremos ―explicó Angie, ignorando el comentario de Kat.
―¡No puedo creer que le hayas dicho que sí! ―insistió.
―No lo hice para molestarte ―se defendió.
―¡Eso es lo único que lograste! ―agregó fúrica Katia.
―Kat, estás siendo demasiada dura con Angie. Tú no eres así. ―reprendió Vero.
―No quiero que mi hermano sufra. Angie todavía no olvida a Tomás ―explicó. Angie se mordió la parte interna de la mejilla nuevamente. Sabía que sería complicado que Kat aceptara su relación con Miguel, pero no esperaba que se opusiera por completo.
―¿Angie, Mike sabe que todavía no olvidas a Tomás? ―indagó Vero.
―Sí ―contestó sin entender a donde quería llegar Vero.
―Ese no es el punto. ―insistió Kat.
―Ese es el punto. Es cierto que Angie no está enamorada de Miguel, también es cierto que Tomás la quería y le rompió el corazón. Hay 50% de probabilidades que ella sea la que salga lastimada, por culpa de tu hermano, detalle que estás ignorando. Nuestra amiga la ha pasado muy mal últimamente, y lo menos que deberíamos hacer es ser felices por ella y apoyarla ahora que está retomando su vida.