Su Obsesión Conmigo [2]

Capítulo 17 Ni Muerta

[Lucy]

Lunes 07:30 a.m.

Termino de prepararme para ir al colegio, ahora sólo falta que Theo pase por mi. Me acuesto en mi cama con mi celular en la mano. El vaso con cerveza que bebí el viernes no me provocó una alucinación, al día siguiente nos besamos un par de veces más iba en mejora, pero me dejaba queriendo más besos, pero no le pediré un beso, y no le pediré que sea mi novio, si es mi nuevo sufrimiento porque apesar de que nos besamos y nos confesamos amor mutuo... jajaja no bueno ya quisiera yo que fuera algo tan grande como amor, sólo es que le gusto pero ¿y para que le gusto? ¿para amiga de besos o que? No quiero preguntarle nada.

No se como se tomaría una pregunta de esa clase, me vería desesperada, no sé, pero lo que si se es que no quiero arruinar lo que sea que tengamos ahora porque sus besos son un viaje de ida al paraíso de donde no quiero regresar. Uh con todo esto olvidó contactar a Owen ya no hablamos hace mucho tiempo más o menos un mes y medio, necesito hablar con ese chico, hasta visitarle quiero, lo haré éste fin de semana. Theo dio unos golpes en la puerta de mi habitación apesar de que ésta abierta. Me siento en la cama con una sonrisa.

—Hola—

—Hola, ¿estás lista?—

—¿Para el examen? Si, sólo me siento nerviosa por eso— dije levantándome de la cama, Theo tomó la mochila por mi.

—Vamos todo irá bien Lucy— dijo poniendo su mano en mi espalda para salir de la habitación, hago un puchero no me ha dado un beso o un abrazo, ni me ha tomado la mano. Bajamos la escalera, iba hacía la cocina pero Theo me tomó del brazo, giré a verlo con confusión. El me levantó ¿que decir? Theo es muy alto le doy justo en el hombro. Theo me besó en la boca. Debería decirle que pueden vernos así pero no puedo ni quiero detenerlo, y mis labios al sonreír lo hacen por la incontenible felicidad y porque aún no me lo puedo creer. Dejo de besarlo.

—Vamos ya es tarde— dijo bajándome lentamente. Tomé su mano derecha para ver la hora en su reloj dorado y si era verdad ya es tarde. Lo solté y corro a la cocina por algo para llevar una fruta, pan.. lo que sea, le doy demasiada importancia a desayunar sin falta todos los días. Al entrar encontré a mi tío sujetando a Diana del cuello parecía que habían tenido una discusión.

Tragame tierra.

Enseguida ellos notaron mi presencia, y aunque mi tío le daba masajes a Diana por el cuello por el hombro para disimular. El terror en la mirada de ella me confirmaba que algo no iba bien.

Los he mirado no soy ciega, no quiero interferir en sus asuntos, pero definitivamente puedo..— veo a Theo entrar—. Puedo decir que no me gustó encontrarlos así y si ya llegaron hasta ahí lo mejor será que no se casen— voy hasta la nevera, tomé una manzana, voy de salida pero antes me despido.

—Adiós, los quiero— con Theo salimos de casa, me hizo sentir mal, no se si hice lo correcto, me hubiera encantado hacerme la tonta, pero no era lo correcto ¿Theo lo sabía? No lo creo, bueno es sólo que sentí como si no quisiera que fuera a la cocina, lo estoy imaginando. No se si hice bien.

—Oye Lucy ¿estás bien?—

—¿Viste lo que pasó en la cocina?—

—No, pero por lo que te escuche decir puedo asumirlo—

—Yo no lo puedo creer—

—Pero has actuado muy bien Lucy, estoy impresionado. Olvida lo que pasó, ya lo van a solucionar— iba comiendo mi manzana. Llegamos al colegio.

—Bueno tenemos unos minutos— ambos salimos del auto, voy hasta Theo lo abracé fuerte.

—Tengo sueño—

—Ya somos dos— miro como las chicos nos sonríen o saludan ingresando al colegio ¿creerán que somos novios? Theo me acaricia el cabello, yo juego con los pliegues de su camisa blanca, el timbre se escuchó por toda la zona. Me separé y le digo.

—Me voy— Theo me tomó la mano.

—Espera, ¿por qué no eres mi novia?— me preguntó con una encantadora sonrisa la cual no dudé en devolver.

—Porque no me lo has pedido—

—¿Me dirás que si?—

—Te diré que si— me acercó a el y me dio un tierno beso en los labios, me hace sufrir que me de besos tan cortos, nos sonreímos y le digo.

—Bueno ya voy tarde deja que me vaya— el me entregó mi mochila, solté su mano y me apresuré a ingresar al colegio.

[Jonathan]

12:50 p.m.

Sigo esperando que Lucy salga. No he podido acercarme a ella en todo éste tiempo ¿por qué sin mi le va mejor? Ahora tiene amigos, tiene novio, sale casi todos los días y se ve tan feliz incluso yendo al colegio. Yo no puedo dejarla cuando estar sin ella me pone mal, no puedo vivir sin ella. Quiero sentirme bien y de la única manera que puedo estarlo es teniendo a Lucy conmigo. Siendo sincero conmigo mismo he intentado un millón de veces superarla, dejé seguirla, de ver sus fotos, nuestros mensajes de cuando ella demostraba que me quería, intenté mantenerme ocupado.

Pero la realidad es que me siento vacío, el viernes por la noche perdí el control, me lastime a mi mismo, mis puños no dejaban de golpear la pared después de haberla visto besando a otro. A ese otro iban dedicados todos los golpes en la pared quería dárselos pero ¿cuántos años de cárcel me darán? Lo conozco a el y a su padre, acabarían conmigo. Y entonces ¿cuánto más puedo controlarme? Lo odio. Odio no tenerla. Por fín veo a mi ángel salir, sólo la persigo, cuando llega mi oportunidad, salgo del auto, la tomé del brazo, ella se detuvo y se giró a verme.

—Jonathan— dijo sorprendida.

—Vamos— Lucy miraba a su alrededor como si deseara pedir ayuda, no hay nadie. Hice que entre al auto, cerré la puerta, entro al auto, la veo calmada colocándose el cinturón de seguridad, en lo que voy conduciendo ella sólo tiene su mirada al frente, no me ha mirado ni una sola vez.

—Lucy—

—¿Qué es lo que quieres?—

—Que regreses a mi—

—Ni muerta—

—¿Por qué me odias? Tu lo has arruinado la última vez por salir con ese chico y ni siquiera te has disculpado—



#733 en Novela contemporánea

En el texto hay: obsesion, odio, suspenso

Editado: 24.05.2020

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