Después de la partida de Rita, Alma y Leonora empezaron a hacerse cargo de las tareas domésticas, cada una limpiaba su alcoba y se turnaban por día a la semana para limpiar las diferentes áreas de la casa. Ambas cocinaban. Aún contaban con algo de dinero que Jaime les había dejado así que no tuvieron problemas en comprar víveres. No tenían quien les ayudara con los trabajos pesados así que cuando iban de compras solo compraban lo necesario para ellas.