RECUERDAS…
Te acuerdas cuando éramos tú y yo enamorados de la vida.
Te acuerdas cuando nos dimos el beso más glorioso para nuestras vidas.
Te acuerdas cuando me dijiste te amo por primera vez, estabas super nervioso.
Te acuerdas cuando cenamos en el restaurante francés que tanto nos gustaba y después me pediste ser tu novia que terminamos besándonos con la mejillas húmedas de lágrimas de felicidad.
Te acuerdas cuando fuimos a mi casa para decirle a papá sobre nosotros.
Te acuerdas de nuestra primera vez, tenías miedo de lastimarme, temías a hacer algo que me hiciera daño, fuiste tan lindo conmigo.
Te acuerdas que después de 3 años juntos me pediste ser tu esposa, estábamos frente a la Torre Eiffel, te arrodillaste y me lo pediste con tanta emoción, lloramos de felicidad, reímos y después te tomé con mis manos tu cara y te dije ACEPTO, para después plantarle un beso en tu boca lleno de pasión, amor, alegría y deseo.
Te acuerdas que después de un año pudimos mudarnos a nuestra casa.
Te acuerdas cuando te lleve a cenar y saque un mameluco de bebé de recién nacido, y te di la prueba de embarazo, me llenaste la cara de besos y después me repetiste cuanto me amabas y me prometiste que nunca me ibas a dejar sola.
Te acuerdas cuando nuestro bebé dio la primer patadita al escuchar tu voz, saltaste de felicidad y me volviste a acariciar el vientre.
Te acuerdas del 3 de diciembre del 2018 cuando nació nuestra Abby Wilson Anderson, salió con tus ojos azules como el mar y con las pestañas iguales de largas a las mías y oficialmente nos convertimos papás.
Te acuerdas cuando dijo papá por primera vez o cuando camino hacia tí.
Te acuerdas que después de medianoche llegaste a casa borracho oliendo a perfume de mujer con la camisa manchada de labial rojo y yo creyendo que estabas en una "conferencia super importante".
Te acuerdas cuando llegaste a casa llorando, pidiéndome perdón y luego te fuiste, después de ese día jamás te volví a ver, hasta que me apareció una foto tuya en Instagram donde son tenías a una bebé recién nacida en tus brazos, te veías tan feliz y en la descripción ponías "te amo Alice Wilson Roberts", llore tanto ese día pensando en el futuro de mi hija de un año.
Me hice mil veces la pregunta "¿por qué me engañaste?" "¿no di lo mejor de mí?" "¿no fue suficiente?".
Después de eso le informe a mi abogado que quería el divorcio y después de 6 meses lo habías aceptado, con la condición de que te diera la casa.
Mi hija todos los días preguntaba por su papi y no sabía cómo contestarle, porque ni yo misma sabia dónde estaba.
Los años pasaron, mi hija ya tenía 15 años ya era toda una adolescente y de las más inteligentes, cuando la miraba a los ojos no podía evitar acordarme de su padre que era tan igual a ella.
Y el día en que ella y yo fuimos al centro comercial para comprar ropa para las vacaciones, lo vi y no estaba solo, estaba con una niña de unos 13 o 14 años de ojos verdes y cabello rubio y con una mujer de los mismos ojos de la anterior.
Te odié tanto porque me di cuenta que nunca me amaste.
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Editado: 15.06.2021