Parte VI

Actualmente...

A medida de que la matanza de los Cariontes sigue en pie, y más gente inocente en asesinada sin piedad ni último aliento, desde la revisión que tuvo Leo con Memphis que fue algo muy raro para él. Al tener en claro al lugar donde debía ir para estar preparado para una misión importante, tiene que dirigirse hacia la sala de emergencia en donde estaba él hospitalizado, pero era en otra parte del refugio donde tenían a los que estaban peor daño y se debía hacer una cirugía inmediatamente, más aún con otros que tenían la enfermedad y heridas que aún debían curarse completamente. Pero con mucha suerte, podrá ver ha Ana al menos un poco mejor de lo sucedido, tuvieron suerte los dos en que ellos aparecieran para salvarlos de una agonía lenta y segura, además de que no querían morir en un lugar donde ya no había nada a sus alrededores. Después de haber salido con solo algunas heridas estando casi curadas y sin consecuencia aun solucionada por andar, le faltaba poco en llegar a la sala de emergencia, no debía hacer preguntas a Rafael para ubicar su lugar, ya sabia en donde estaba con seguridad. Pero al llegar por lo menos a la entrada del él, se encontró de nuevo con Emely justo apoyada contra la pared con el seño fruncido sin ninguna razón que podría explicarse, pero apenas conociendola ya podía saber que la estaba pasando mal por la situación actual, tampoco quería acercarse y hablar sobre su problema por que era obvio, además que se enoja cuando intentaba hablarle, con solo respirar cerca de ella se enojaba y tal parece que lo iba a matar en cualquier momento justo.

Para no tener que hacerla enojar más que nunca, sólo pasó de largo para no tener que hablar con ella, aunque al pasar junta cuando apenas estaba dando un paso hacia la sala, se escuchó su suspiro tenso por sólo pasar al lado suyo. Leo le dio un gran escalofrío por lo que hizo hace unos momentos, incluso tenia la espada ya lista para que le hubiera hecho algún daño al instante, con suerte en los segundos que le había tomado para decapitarlo con su guadaña, no lo hizo. Sólo fue por otra cosa en ella, pero no pienso rabia que tenía a los extranjeros al ver si mirada, y más al verla fijamente su atractivo cuerpo que tenía,  supuestamente a cualquier le daría cosa al verla e imaginarse muchas cosas...

Por tener el inmenso miedo de que le hubiera hecho cualquier cosa en esos 16 segundos que le había dado, sólo siguió caminando hacia la sala para ver a su amiga y le estado en que estaba, le preocupo de que le hubieran hecho tan dalo cuando e enfrentaba con ese símbolo, incluso le resultaba familiar pero al hacerlo, le daba repulsiendo al intentar recordar de donde lo había visto e incluso bastante odio que no podía comprender su origen. Cuando luchaba contra él en la ciudad, sintió una conexión que era algo abrumador y perverso, sintiendo muchas cosas y pensamientos de otros sujetos que no los conocían, a veces incluso sentía empatía aunque no los haya conocido o visto a medias que había llegado, lo único que sabé cuando apareció en bosque llovió justo donde nació, sólo estaba llorando demasiado que casi gastaba todas sus lágrimas.

No comprendía el porque lloraba, era apenas bebé y era común que cualquiera podría llorar aunque no tuviera razón, pero lo que vio en esos últimos segundos que aún mantenía cerrados sus ojos, fue realmente atroz y casi nada para que lo olvidará por mucho tiempo. Siempre buscaba respuesta de su otra vida, pero nadie de que se encontraba en su camino no lo sabían, otros símbolos tampoco no lo sabían y les daba rabia también que no sepan nada de su otra vida pasada, incluso les daba miedo quienes eran o lo que con llevo todos esos sacrificios para hacerlo, sobre todo otros que le intentaron matar por traición u algo parecido para que los llevara al camino de la venganza.

Mientras que dejaba todo eso de lado para mantener su mente despejada y hacerla de que sólo le preocupaba lo que tiene ahora y justo al frente de sus ojos, se fue caminando un poco más rápido hacia la sala en que estaba Ana para poder estar tranquilo que su vida no corría ningún riesgo.

Al llegar hacia su dormitorio donde reposaba y descansaba, justo al abrir la puerta, alguien más salió de allí. Pensaba que se trataba del doctor quien estaría con ella, pero no fue lo que pensaba, era el sujeto que lo había salvado en el momento de que por poco lo había matado pero haciéndolo sufrir primero antes de darles fin, pero ahora que no tenía la túnica encima, era diferente de lo que pensaba, incluso le resultó algo que hace mucho no veía, pero con la expresión de seriedad y un poco de enojo por una razón que desconocía. Mientras se iba, había otra persona que si era en el doctor quien estaba tratando ha Ana, le comunicó que podía pasar para poder verla, ya estaba bien y no tuvo ningún problema en que sus heridas sanaran, pero aún seguía un poco débil después de los ataques. Cuando era tiempo de verla, la encontró en la cama con una venda alrededor de la cabeza, también el brazo derecho con las bandas bien puestas, las que tenia al lado suyo, eran las usadas por la sangre que tenia de ella. Pero lo bueno era que estaba bien, agotada pero no corriendo en riesgo de morir, a veces nunca se equivocaba, aunque ahora que la ve de ese modo, es bastante pena que sólo él recibió un poco del dolor mientras que ella tuvo que soportar más de lo sicológico que físico.

Leo: ... Ana...

Ana: me sorprende de que aún siguieras con vida. Nadie como esto hubiera sobrevivido, sobre todo tratándose con la pesadilla desatada.

Leo: ¿Cómo te encuentras? supe que fuiste más afectada en varios sitios del cuerpo.

Ana: ... pensaba que iba morir en ese momento cuando me abrió el pecho, sin poder vengar a mis amigos cuando ese... bastardo les arrebató su vida... pero se que yo fui derrotada con un manotazo asi de simple. Y tu pudiste hacer mucho para que no dejará de reírse.

Leo: ... yo se que lo estas pasando mal por ellos, pero tampoco hay que rendirse ahora que el mundo está a punto de morir, y eso incluye ha de nuestra especie.