Parte VII

Cuando seguían le camino después de una charla con un amigo de Emely, les contó que la entrada no estaría tan lejos en donde estaban ellos, en todo caso estaba solo algunas cuadras que le había contado Leyn justo en el comienzo, tenían la misión de rescatar al mensajero o por lo menos sacarle la información en los últimos segundos que le quedaban, claro si es que seguía con vida despues de unos días debajo de una ciudad casi desierta. Era comienzo de dar con esta misión tan peligrosa, se entraban en las cosas de donde abundaban más Cariontes y capaz los más poderosos que casi se venían en manada, al dar con su pasadizo con solo en cuestión de minutos, le rondaba en la cabeza de Leo algunas preguntas sobre el nombre que tenía Acero después de que perdiera todo rastro que fue humano, y lo tuvieron que hacerle demasiado para que siguiera con vida, sin duda le hizo vivir Memphis con el poco recurso y lo que el quedaba de su alma, lo demás fue artificial para él. "Quique" fue su nombre que le había escuchado, pero es un estúpido que intenté recordar cuando no suqiera lo había escuchado en su vida, posiblemente es un presagio que tiene nada en común lo que debe pensar, incluso que su mente se mostraba más extraído e incluso arrebató en varias partes que costaba entender, si logra por lo menos de quien era, podría revelar muchas cosas, incluso la pregunta que tanto le molestaba mucho y ya no lo soportaba: "¿Por qué siento haber nacido otra vez?".

Poco a poco se acercaban a la entrada, y mantenían la frente arriba y la concentración al máximo por cualquier ataque que podría llegar desde muchas direcciónes, era raro que sólo se encontraban con Acero cuando lo peor venía desde abajo de vuestros pies, algo anda mal desde un principio y su mente estaba revuelta intentando averiguar lo que era en lo que permanecía abajo. Justo en los momentos inesperados, llegaron a al entrada que era la entrada del acueducto, de allí llegando más al fondo en camino húmedo, llegarán a la ciudad subterranea. Los tres bajaron tranquilamente intentando no tocar ninguna trampa que pueda tener abajo, mucha gente intento refuigiarse en estos lugares húmedos y sólo hicieron más fácil su trabajo para quien los mete en esos juegos diabólicos, al momento de llegar al fondo del acueducto, lo que pisazon al llegar no era agua sucia que permanecía fluyendo como un simple río, se notó el color rojo en todas partes y el olor a cualquier tipo de sangre que permanecía en ese río. La momento que se dieron cuenta por muchas razones, Miguel metio la mano para saber si la sangre que permanecía fluyendo como un río era fresca, casi nunca en los otros lugares que hubo pemanecia fluyendo sangre en vez de agua, pero al momento que metió su mano en el río, Leo salió directo hacia él y lo saco en donde permanecía una presa fácil, lo saco justo a tiempo con su mano a salvo. Se enfadó cuando lo tiro para atrás con esa agresividad e repentinamente, no supo el porque haberlo hecho.

Miguel: ¡¿Qué te paso, Leo?!

Leo: míralo por ti mismo.

Miguel: (¿?)

Leo para que estará seguro en predicción, tomo una rara muerta que estaba al costado de la pared y la tiro para que fuera Miguel por la razon que lo tuvo que sacar a tiempo. Cuando la rata caía al río, un enorme pez mutado, parecía una Piraña gigante con esos dientes tan grandes saltaba y se comía de un bocado la rata, hace rato que no veía un pez y no pensará que hubiera unos por aquí...

Leo: ese pez no debe estar aquí, tuvo que infectarse con un nido cerca.

Miguel: parecía que los animales los ignoraba.

Leo: eso es cierto. Sin embargo, sufren por su radiación caótica, eso hace que sufran la misma metarmorfosis.

Miguel: ahora si recuendeme no comer más pescado.

Emely: (...)

Se quedó callada pero por lo menos sabía que alguien se lo estaba poiendo atención con su alrededor, eso ayudará cuando se entren con varios más de esas cosas, si tiene razón que hay un nido cerca de por aquí, era mejor seguir avanzando, no podían quedarse por mucho tiempo. Sin más que revisar por este lado, siguieron por el camino en que el río fluia, era como un guía a lo que se manifestaba el cine que la muerte disfrutaba, esta vez no tenia pase para ver esas miserias muriendo cada una. Les llevo 15 minutos en llegar al final del río de sangre y encontrarse en una vista perfecta para mostrarles la ciudad quenunca duerme y no hay ninguna pizca de luz, al ver que su entrada estaba con esos barrotes que estaba cerrado con un código, Emely solamente la patio un par de veces hasta que salier de sus cuencas y cayera con todo, dando una hermosa vista a lo que conllevaba la pesadilla reencarnecida.

Leo: creo que es este lugar.

Miguel: ¿Como puede caber todo esto? Es una ciudad enorme, por Dios.

Emely: ... sólo digamos que ya no existe lo imposible.

Al fin habían llegado a la ciudad del dolor, el tormento yacia desde los grandes edificios de allí abajo, la misma imitación de la ciudad de arriba, pero sólo habitaba los Cariontes y unas víctimas que intentaban buscar una muerte menos horrible, ya no tenían en cuenta la supervivencia del ser humano...

Emely: Henry Thompson lo construyo con ayuda de los Cariontes y una pequeña ayuda de su maestro. Con todo esto lo consiguió solamente una década, aquí hace lo le plazca, sus juegos, sus reglas... esto será complicado. Quieres irte Leo...

Leo: (...)

Ya había llegado hasta aquí, no tenia ninguna excusa de volver del comienzo. Si dirigió a donde ella y fue le primero en saltar desde los conductos, aterrizó de suerte en una de las casas que estaba por allí cercas, justo en un techo firme y seguro, se podía decir que habai tomado su decisión...

Emely: (je) ¿no era pregunta?

Miguel: fría...

Con la desicion que tuvo entre mano Leo. Siguieron rumbo al edifico mas alto que había en esta ciudad desolada, aunque ese edificio de ser tan alta que había, era cual que estaba incluso atravesando el techo de tierra que yacía encima de vosotros, dando que encima de lo que estaban buscando, estaba uno de los Caos que seguía con vida y a partir de sus heridas crónicas, era aún peligroso para ellos. Siguiendo con el cambio largo desde el barrio en que habían llegado saltando desde una quebrada, fueron de inmediato corriendo desde los techos de las casas a la ubcavion exacta en que le mapa que llevaba Emely indicaba, por ahora sólo había visto calles vacías sin señal de un Carionte a la vista, pero tampoco era de confiarse que los enemigos no estarán pore sus zona, sabiendo demasiados de ellos, son atraídos por al esencia humana que siempre se ubicaba en el centro de la ciudad, de por si ya estarían masacrando a los recién llegados. Era su principal característica que siempre hay que saber de ellos, pero no que les están esperando no serían los que han luchado hasta ahora, los problemáticos aun no mostraban sus caras cuando otras civilizaciones estaban desapareciendo, por lo tengo era inevitable para quienes buscan la supervivencia, en menos de los casos son los que sacrifican todo para garantizar la victoria. Leo lo sabía por casual por los menos la frecuentes que había tenido desde su cuna, siempre le venía en la mente cada tipo de visión espiritual, lo cual que hizo que saltar sin pensar en una consecuencia grande que conllevaría cada tipo de dolor inimaginables, teniendllo en cuenta en varios sentidos de sus emociones, fue un disparo justamente en el alma.