Parte XII

Mientras que los cielos se envolvían aún más con las llamas que brotaban de las ciudades más lejanas que incluso hay una posibilidad de que lluvia cantidades de sangre por los billones de personas que fueron aniquilados en el proceso. Los que se les creyó extinguidos después de que su padre y único que quedaba de la estirpe de manejar el mundo, muriera finalmente y su destino sellado horriblemente, buscaban como seguir, aunque le mundo está a punto de sucumbir en las llamas del demonio, eran guiados por unos generales que siguieron en contacto y pudieron sobrevivir durante mucho tiempo cuando ocurrió esa gran masacre que constaba de un solo enemigo que era completamente invencible, intentaba por lo más mínimo ayudar a los refugiados que aún quedaban con vida después de que su ciudad fuera despedaza por completo por la cólera de los Cariontes, antes de que pudieran hacerlo desde que comenzó los genocidios extremos en cada civilización. Tuvieron vagando por años hasta que pudieran reunir a los sobrevivientes y los que aseguraban que la llave hacia el paraíso no fuera hallada, pero casi ningún sobrevivió por no saber con quién debían lidiar en ese entonces y por ese mido tan nefasto, fue que fueron asesinados con bastante facilidad, sin dar pelea para que no murieran en vano.

Con exactamente 12 que estaban volando a una altura un poco más arriesgado que los aviones no pudieran llegar a esos extremos, en su camino solo habitaba neblina oscura que brotaba de muchas partes, la aroma azufre eran grande y sin poder resistirlo por cuanto que aguantes el aire. En todas partes era la diversión para la muerte, si fuera en carne y hueso y su trabajo de esta manera, este sería su paraíso y también su eterna avaricia, todo era simplemente caótico y sin la esperanza de nadie para que pudieran resistir todo esto. En el grupo llevaban 13 refugiados de 7 ciudades que pudieron recatar por menuda suerte, es lo más bajo que han caído, y lo peor que si no fueran mordidos poco tiempo de que pudieran hacerlo, habría 67 refugiados con ellos, no tenían otra opción para que no llevaran la misma infección.

Cuando uno de los lideres estaba cabeza, llevando lo poco de lo que estaban esperando. Justo en tierra donde estaban algunas ciudades que fueron destruidas hace mucho tiempo, y solo son ruinas. Los seguía siguiendo un ser que no era el que pensaban, más bien una persona que hace tanto fue uno de sus sirvientes más leales, a pesar que venía de su sangre y ser el más antiguo de todos, se podría decir que le tenía mucho aprecio y confianza que se apuñalaría así mismo para que no era un error, incluso le debe la misma vida después de todo.

Su apariencia era complicada de adivinar. Llevaba una túnica que cubría la mitad de su cuerpo, vestía con un uniforme de militar, pero con ciertos diseños que ella misma los hizo para que no era la misma, con un casco que le ayudaba orientarse mejor y estar sin verle su rostro, su figura era de una mujer de 188 cm por ser precisos, casi al mismo porte que uno de los ángeles machos, en su espalda llevaba unas armas tan parecidas a las armas humanas, sin duda con una gran potencia que puede destruir hasta un edificio entero. No se podría tratarse de un ángel y ni siquiera un ser humano ordinario, tampoco de un demonio que todos conocen, sino de un símbolo que era difícil de aceptar que era de esa clase.

Dirigiéndose poco a poco hacia su base desde la base una montaña rocosa. Desde una distancia que podría contemplar y disfrutar el show, era quien hace poco se fijó en los ángeles que volaban a una altura segura y difícil de verse, pero nunca olvidaría esa esencia de vida pura que siempre sentía y olía cuando acabo con sus ejércitos en el pasado, ni mucho menos quien lo seguía de cerca…

Dark Hyde: creo que disfrutare su avance después de tanto tiempo. Como es que sus habilidades hubieran mejorado desde mi ausencia.

Desde una ubicación donde no pudiera verse ni un fragmento de él. Vio atentamente lo que iba ocurrir en el campamento donde se reunían todos los refugiados de distintas ciudades, suponiendo que un lugar apartado como la montaña donde se dirigirán los ángeles, era uno de los pocos santuarios antiguos donde alababan a otro dios que fuera quien exactamente hace poco había desmembrado hasta morir, pero en todos los casos era un excelente lugar donde ningún Carionte se pudiera acercar por diferentes razones, se notó la darse cuenta de las protecciones ancestrales que había a su alrededor, formando lo más parecido un triángulo puro.

Eran muy pocos el número de ángeles en la zona variando que el de los humanos era el doble, y además con muchas tumbas a su alrededor los sacrificios que hicieron para que mantuvieron estable el campo para protegerse. Desee una idea que le vino en la mente, que las personas de allí abajo estarían impactadas de que un ser que mucho tiempo lo han tomado como un simple mito o leyenda camino al lado suyo, peo viendo de otro punto de vista en sus rostros era lo contrario a lo que sentían, tanto destrucción los dejo totalmente traumados hasta el alma, y en mayor parte varias heridas fatales que le daba igual que sean seres superiores a ellos, aunque percibía un enorme odio hacia ellos que por mucho tiempo estuvieron escondidos sin haber hecho algo más para que esto no hubiera ocurrido, pero les dejaron de lados a su suerte sin saber nada de que su mundo también estaba muriendo.

Justo donde las ramas de un arbolo que estaba en una ubicación para disfrutar lo que estaba a punto de comenzar. Vio al sujeto detrás de las ruinas averiguando como iba atacarlos, todo estaba repleto de campamentos por la multitud de sobrevivientes, eso hacía que fuera un poco difícil ubicar a los ángeles que estaba en todas partes, los tenía en la mira algunos de ellos y solo tenía una buena opción para que los colocara en un mismo lugar. Haciendo un movimiento con los dedos de la mano derecha, como una señal de salida, desde la sombra más cercana a ella, salió una especie de pesadilla tan parecidas al que tenía Dark Hyde, pero era diferente de ellos en muchos aspectos. Era de un color tornado azul marino, con la cabeza casi derretida y con tres ojos, una boca enorme que lo habría hasta el pecho, y dos brazos largos y delgados que so fueran reales, parecieran que se romperían y se desvanecerían como el mismo polvo, era lo más pareció a la cabeza de un tiburón, pero sin el torso.