El mundo no es tan perfecto como te lo pinta Santa Claus.
¿Qué tan ingenuo te pintan cuando eres crío?
¿Cuántas verdades te han ocultado?
¿Cuántas mentiras te han inventado?
No lo sabes hasta que creces, y la realidad te golpea.
Adiós hada de los dientes.
Adiós coco.
Adiós vómitos de arco iris.
Te estiraste, te crecieron los vellos y Bum... Descubriste la vida a como es. Suena un poco cruel para un pequeño, pero es así.
¿Sufrí de esos engaños? Demasiadas veces. Tantas que los dedos de las manos y los pies se quedan cortos para enumerar.
Mi mamá murió cuando tenia siete años. De ella lo único que recuerdo es que me había dicho que si comía todos los vegetales del plato, crecería. La primera mentira cachada ¡Sigo siendo tan enana como antes! Popeye, eres una farsa.
De mi padre no sé ni el nombre. Lo que me había contado mi hermana era que se había marchado a liberar a Ponitocornio, país de los ponis. Segunda mentira pillada ¡Eso no existe ni en los cuentos de mi infancia! Ponitocornio, por favor, será Alcoholtopornio, porque según los vecinos chismosos se bebía hasta el agua bendita de la iglesia.
Mentiras.
Mentiras.
Verdades.
Mas mentiras.
Niños, Disfrutaros su niñez, porque cuando crezcan se enterarán hasta que Mickey Mause es gay. Literal.
¿Quién me abrió los ojos? Bueno, Malia, mi hermana mayor. Ella ha sido la encargada de ocultarme el mundo a como es, pero es la misma que me ha revelado lo que en verdad tengo que ver. En cierto punto, le agradezco, la vida es una mierda.
Me ha revelado muchas mentiras absurdas. Cosas como que la comida no viene de una maquina puesta en el cielo, como en la película "lluvia de hamburguesas"; que el dinero no lo arrancas de un árbol de billetes; que las personas si pelan el cuero y no se van a otro planeta como me había dicho la maestra; que los niños no vienen de la cigüeña sino de cierto asunto que me da asco, pero según Malia y cito sus palabras "una vez que lo hagas, te volverás adicta" es lo mas divino que puede existir.
En fin, tantas vainas, tantos descubrimientos, tantas mentiras destapadas, y yo... Con la boca abierta entrandome moscas.
—. ¿Mikaela?—murmura alguien en el marco de la puerta, haciendo que mis pensamientos se tornen blancos.
Me giro en la cama con los ojos cerrados. Hay sueñito aquí.
—. ¿Mmm? —me quejo, colocando un brazo sobre mi rostro. No quiero que me opaque con su belleza, que es así como una lámpara que desprende luz. Y claramente, yo no llego ni a la luz que tiene la luciérnaga en el culo.
Escucho su suave y delicada risa, y la pereza se va de repente. Es como un lindo coro de ángeles donde ella es la voz principal. Siempre me ha encantado su tono al hablar, no es chillón pero tampoco es bajo, es perfecto. No como el mio, que parece chirrido de pájaro cacatuo.
Con dificultad quito el brazo y volteo a verle. Su figura curvilínea está recostada en la pared. Puta madre, me deprimo con lo buena que está. Detallo su atuendo y hago una mueca. Ese vestido pegado al cuerpo como si estuviera mojado, ese maquillaje que juega con la vestimenta, ese cabello bien alisado y esos tacones altos, solo pueden significar algo:
—. Tengo que salir —me observa con pesar, a sabiendas que detesto esta rutina. Si que la detesto.
Me encojo de hombros con indiferencia, volteandome de nuevo para mirar la pared. Ya no hay historias que imaginar, ni ovejas que contar. El sueño ya no está en mi sistema.
Maldita rutina.
—. Vale —es todo lo que digo, no hace falta agregar mas nada.
¿Quien será el de hoy? ¿Haswoll? ¿Pettinfer? ¿O el hombre de aquella cicatriz? Sinceramente estoy en contra de este trabajo, pero ella así lo quiso y no soy nadie para reprocharle. Es absurdo gastar saliva diciendole que lo deje. Cada que lo hago sus respuestas son incoherentes pero ciertas de algún modo ”gracias a esto comemos" "no te mortifiques por algo que hago" "trabajo por ti, para que tengas lo mejor"
Y me duele que piense así.
Me duele porque se está destruyendo ella misma. Ser una prostituta no lleva a nada mejor. Es la tortura mas grande que una mujer puede tener. Pero que se le hace, cuando quieres vivir de lujos y no laborar, vender tu vagina es lo mas sensato a lo que puedes acudir.
Abrirte el hoyo.
Sus tacones resonaron en el suelo de madera. Segundos después, el colchón se hundió con un nuevo peso. De cerca sentí su perfume, caro y con un olor elegante, de esos que te puedes permitir comprar si trabajas medio año.
—. Llegaré un poco tarde —su mano acaricia mi cabello castaño, tal cual como si fuera un perrito —, no me esperes despierta. Sabes que mañana tienes clases y parecerás momia reseca si te trasnochas.
No pues, que recomendación.
Apenas y asiento. Tengo las enormes ganas de rellenar una almohada con piedras y lanzársela. Ese "llegaré un poco tarde" es sinónimo de "vengo en dos días, vive sin mi". Osea, me hace tonta y tonta no soy.