Tras tres días de meditar la propuesta de amistad que Osca y Bruno, le habían hecho, Alessia decidió darles su respuesta al término de la clase del día.
—Nadie podrá ya entrar — decía Bruno, tras cerrar la puerta del aula, que se había quedado vacía.
—Fue una gran idea fingir que ya nos íbamos y regresar — agrego Osca sonriendo.
—Claro que fue una gran idea, pues yo la propuse — respondió con orgullo Bruno, mientras la joven observaba a ambos y sonreía.
Tras un breve silencio, Alessia, tomo aire profundamente al tiempo que posaba su mirada en el par de jóvenes.
—Primero que nada, quiero darles las gracias por haber sabido respetar lo que les pedí, y se hayan mantenido distanciados de mí en estos tres días — decía Alessia.
—Es que no nos quedó de otra — pronunció Osca sonriendo, ganándose la mirada de reproche de su amigo.
—Mejor cállate ojitos — dijo Bruno.
—Bruno, ya te he dicho….
—Les daré la oportunidad de que sean mis amigos — pronunció Alessia, acabando con la discusión del par de jóvenes, haciendo que ambos se acerquen a querer abrazarla — ¡Amigos! — volvió a decir con firmeza, poniendo en claro ello para que no mal interpreten su cambio de pensar y dejaran de acosarla.
—Pues por la amistad….— decía Osca, siendo silenciado por una palmada que su amigo le dio en la espalda. ¡Qué tosco eres Bruno! — agrego el apuesto joven.
—Eso es para que no hables de más — respondió Bruno, haciendo una pausa para añadir — No te arrepentirás linda de haber aceptado nuestra amistad.
—Sí, es cierto, no te arrepentirás — agrego Osca.
—Eso espero — contesto Alessia, con una ligera sonrisa en su rostro, mientras el par de jóvenes se miraron con disimulo y sonrieron.
—«Ahora si empieza la verdadera competencia y yo seré el ganador» — pensaron ambos jóvenes.
Desde ese día los tres jóvenes empezaron a comportarse como amigos, se apoyan en las tareas en los recesos, consumían sus alimentos juntos en los recesos ya sea en el cafetín o en algún espacio de la preparatoria, iban a la biblioteca con ella para buscar libros o estudiar, hasta formaron algunos grupos los tres sin importarles lo que los demás pudieran pensar, ni siquiera las primitas Pesantini, quienes por el momento habían decidido dejar de hostigar a Osca y Bruno para comprobar si sus sospechas sobre la actitud que ambos estaban tomando con la nueva iban en serio o no, de ser así ella misma estaría cavando su tumba al ser parte del juego de esos dos, pero si por el contrario ellos si la tomaban en serio, tendrían que poner en marcha el plan B, para sacarla definitivamente de la preparatoria. Ellas por el momento estaban echando las voces de que la nueva era una zorra, ya que siempre la veían al lado de uno de ellos o de los dos, claro nunca en alguna situación comprometedora, pero ellas expertas en los chismes trataban de que la imagen de Alessia, cayera por los suelos para que en el momento indicado pudieran usarlo en su favor.
Ya había pasado cerca de dos meses desde que Alessia, había decidido darles su amistad a Osca y Bruno, durante este tiempo, ella había descubierto muchas cualidades positivas en ambos, a pesar de que casi no frecuentaban la biblioteca antes no eran malos alumnos, amaban las artes marciales tanto como ella, eran unos comelones, y eran grandes amigos. Osca a diferencia de Bruno era muy tierno, siendo a veces un tanto infantil, siempre le sacaba una sonrisa incluso cuando fingía estar molesta, por el contrario, Bruno era más serio, pero muy apasionado en sus ideales, en parte se parecía mucho a ella; ambos en ese poco tiempo habían logrado ganar su corazón y su amistad; además que gracias a ellos a había podido hacer otros amigos como Leo, Yadiel y Dafne.
Osca y Bruno, habían descubierto que Alessia, era así de introvertida, porque había sufrido la perdida temprana de su madre, la cual la había sumido en una profunda depresión de la cual solo pudo salir através de su pasión por las artes marciales y el estudio, siendo esto último el recurso que ella usaba para poder sacar adelante a su pequeña familia conformada por su padre y ella, gracias a su inteligencia había obtenido una beca en una prestigiosa preparatoria de la ciudad y si lograba mantenerla incluso podía seguir becada en la misma para seguir estudios universitarios, esa era su meta por ello consideraba que el tener amigos solo le quitarían el tiempo y la distraerían. Ambos jóvenes habían aprendido a admirarla no solo por su belleza, a pesar que trataba de ocultarla con su rara vestimenta ellos dos habían notado desde que la conocieron que era una joven muy bella, además de inteligente y excelente cocinera, pero sobre todo una buena amiga. Ellos con lo mujeriegos que eran nunca habían tenido una relación seria ni de amistad con ninguna chica, tal vez su única amiga por así decirlo era Dafne y eso porque era la novia de su amigo Leo, pero con Alessia, las cosas eran distintas incluso podían llegar a afirmar que nunca creyeron que podrían estar cerca de una chica por tanto tiempo solo viéndola como amiga y no era porque ella no les gustara, sino porque ella a diferencia de las chicas que ellos estaban acostumbrados a tratar era simplemente “Alessia”.