Tras ese intento fallido de cocinar, Omar se decepcionó, pero Jessica lo consoló diciendo que al menos lo intentó, y es verdad, otra cosa sería que ni siquiera hubiera prendido la cocina. Ahora ya no tiene miedo de que se le queme la mano o la casa, prende el fuego a la perfección, aún con su micro-paralización. Solo debe controlar los tiempos de cocción, de eso si que no se salvó.
Omar aprovecha la ocasión para preguntar algo que le tiene comiendo la cabeza desde que salió del hospital
—Cariño
—¿Sí?
—¿Cuánto tiempo estuve en ese hospital?
—Hm, ya no me acuerdo si fue una década o dos lustros, ah no, espera, ¿Ambos son lo mismo verdad?
—¿¡10 años?! ¿¡Cómo es que estuve 10 años en coma?!
—Por más increíble que parezca así es
—¿Y qué pasó con mi trabajo?
—Tu jefe buscó un reemplazo, el cual lo consiguió, fue tu hermano, luego de un par de años ascendió y ahora es jefe de... Jsjs... La compañía—
—¿¡Qué?!
Jessica se tapó la boca, al principio Omar creyó que lo hizo porque se arrepintió de haberle revelado esa información, pero se escucharon unas risitas de la parte de ella
—¿¡Hay algo gracioso en este momento?!
—Lo siento, no pude resistirme a hacerte una broma
Omar inhala y exhala con tranquilidad para luego quejarse de la broma
—¡Me asustaste tonta! ¡Con eso no se juega!
—Perdón, ya, ahora sí te contaré lo que sucedió en realidad
—Más te vale decirlo con total sinceridad Jessica
—Claro que lo haré. En fin, estuviste en coma solo por un mes, con respecto a tu pregunta del trabajo, sí, buscaron un reemplazo, pero no encontraron a alguien para suplantarte, ¿De verdad creíste que tu hermano te suplantaría? Puff, por favor, él es un completo idiota holgazán
—Por ahí cambiaba, se robaba mi trabajo, te conquistaba, caías en sus encantos y se mudaban a mi casa
—Jaja, ¿En serio te imaginaste todo eso? Si tú solo estás en mi corazón terroncito
—Digo lo mismo dulzura
Se abrazan entre sí, con el frío que hace afuera el calor corporal que se comparten da un ambiente perfecto, Jessica siente seguridad cuando está con Omar, siempre se ha preocupado por él, siempre estuvo enamorada de él. Durante toda la secundaria deseó estar con su enamorado y lo ha conseguido. Omar percibe la preocupación de Jessica acerca de que algo le pase, sin embargo está a un nivel desmedido, él siente una tonelada de cariño en sus brazos, siente al amor más que una emoción, más bien como una persona, él no sabía que fuera posible percibir estas sensaciones si nunca hubieran chocado en ese pasillo donde se miraron los ojos y actuaron de manera tonta, ahí fue donde sintió el amor de una manera diferente, más real.
—Como no te encontraron un sustituto sigues con el trabajo Omar, ¡Mañana puedes ir al trabajo!
—Hm, ¿Qué día es hoy?
—Domingo
—Son las 22:00 am, me voy a dormir
—Duerme bien mi bestia peluda, sueña con los angelitos, o sea yo jsjs
Ambos se ríen del chiste, Jessica se va y Omar vuelve a su cama, preparado para un nuevo día en su trabajo.
El reloj marca las 05:00 am y suena el despertador de Omar, hace su rutina diaria sin complicaciones, sale de la casa y toma el bus que lo lleva a su trabajo, ve el paisaje de la ventana como si fuera un retrato hecho por Beth Clarkson, una joven pintora que lamentablemente ha perdido la capacidad de poder caminar, pero aún así pudo viajar a Francia y ser feliz.
Al ingresar en el edificio se sintió el aire que tanto extrañaba, el aire que tanto anhelaba sentir en los pelos de su piel de nuevo. Nadie miraba de forma extrañada a Omar, ¿Acaso ya se olvidaron de él? O tal vez solo tienen los ojos ocupados para sus trabajos. Aunque después de todo Omar nunca hizo ningún amigo en su trabajo, ya que es algo detestable, sí, cualquier trabajo se vuelve detestable cuando lo haces en las horas que no quieres y pasar toda la mañana arrepintiendote por no dormir cuando el ambiente es nocturno. Además que Omar aceptó ese trabajo solo porque era el único disponible en esos momentos donde sus abuelos lo mandaron a buscar algo en lo qué sostenerse. Su verdadera pasión era dibujar, era, porque esa pasión se marchitó cuando dejó de regar con el agua de la práctica. Ahora lo único que lo motivaba a seguir ese pasillo hasta la oficina de su jefe para presentarse de nuevo es el futuro, un futuro incierto y misterioso, a él siempre lo atrajeron todo ese tipo de cosas que llevan una gran incógnita, donde no se puede preveer si será algo conveniente o inconveniente, solo sabes que esperas ansiosamente eso, parecido a un niño sin poder dormir en la noche de Navidad. Omar no lo puede creer, en su cara está la puerta que lo llevará a la oficina de su jefe, la abre y su pie se reafirma en el suelo, la puerta hace un chirrido y sus ojos lo ven, el gerente está viendo informes sobre el trabajo de una compañera suya hasta que mira a Omar y lo saluda afablemente
—¡Hola chico! Tanto tiempo sin verte ¿eh?
—Sí, me pregunto que habrá pasado en mi ausencia
—No mucho, solo seguimos nuestro transcurso, te buscamos un reemplazo pero nadie quiso el puesto
—¿Así que tengo todavía el trabajo?
—¡Claro que lo sigues teniendo chico! Ah, y debería disculparme, ahora sé que solo debo enviarte la dirección de las cajas y ya, nada de acertijos innecesarios
—Oh, sobre eso, usted me manda solo a mí a recoger esas cajas, ¿Por qué?
—Bueno, tú eres el único que no abre y revisa el contenido de las cajas, todos los demás chusmearon en su interior para ver si encontraban algo sospechoso, no solo una vez, todo el tiempo las revisaban
—¿Por qué no quiere que abran las cajas señor?
—Yo lo considero una falta de respeto muy grande, eso es todo
—Oh, ok
—¡Espera! Otro pedido para tí, ya has vuelto al trabajo así que te enviaré la dirección de la próxima caja más tarde