Capítulo 7: Sospechas

Otro pasillo,  otro pasillo, y otro pasillo, reí irónicamente y volví a sentarme, debía descansar un poco, mi estómago dolía, y es por la falta de comida, Josh no ha vuelto a visitarme, y lo entiendo, no debí entrometerme en las cosas que se supone que no deberían importarme, pero soy una jodida chismosa, y lo admito, sin embargo quisiera que viniera y habláramos sobre el tema, sería bueno poder aclarar mis dudas y que él hable se libere, creo.

~

Harry había estado sospechoso los últimos días, me visita por minutos, son visitas exprés podría decirse, entiendo que tenga que trabajar, y que es algo complicado, pero de verdad a mi parecer es algo extraño.

Recojo la chaqueta de Harry que dejo en el suelo hace unos días atrás, al tomarla entre mis manos la apretó contra mi pecho y luego disfruto de su olor, su perfume es completamente varonil y me atrapa impresionantemente, sin importarme la temperatura me coloco la chaqueta y me siento en el cielo, doy una vuelta a mi alrededor y rio como tonta.

De verdad estoy enamorada, y es que ¿Cómo no estarlo? Harry ha sido el mejor novio, es atento, cariñoso, detallista, me brinda seguridad, paz y confianza, aunque sólo llevemos 2 semanas de novios, siento que no quiero estar con nadie más.

Escucho el timbre y rápidamente me dirijo hacia la puerta, al abrirla una sonrisa es lo primero que observo, para luego sonrojarme con intensidad.

- ¿Pero que llevas puesto? – me toma por la cintura para luego depositar un beso en mi frente.

- Tu chaqueta – susurro para luego rodear su cuerpo con mis débiles brazos.

- Te queda perfecta – besa esta vez mi mejilla, y entra a mi hogar aun con mis brazos rodeando su cintura.

Se lanza al sillón y me siento a su lado, ninguno de los dos dice algo, nos dedicamos a mirarnos, sus ojos verdes brillaban más de lo normal, había una pizca de felicidad en ellos, y quiero pensar que es gracias a mí, uno de sus risos cae por su frente y me dispongo a tocarlo y a enrollarlo en mi dedo índice, noto como sonríe y me abalanzo para abrazarlo.

- Estas risueña – ríe.

- Te he echado de menos – confieso

- Pero si no me he alejado de ti – vuelve a reír.

Dios como amo escucharlo reír

- Bueno no importa – me incorporo - ¿Quieres algo de comer? – él asiente y me dirijo a la cocina.

Empiezo a cocinar para luego acabar en menos de una hora, dado que no era una comida bastante cargada, ni mucho menos difícil, sólo una pasta con tostadas y salsa.

- Harry, a comer – llamo, mientras sirvo su plato en la mesa.

No escucho respuesta.

- ¿Harry? – me asomo por la puerta, y sonrió.

Mantenía sus ojos cerrados, la boca medio abierta y su cuerpo acomodado en todo el sillón, lo miro con ternura y me acerco a él para acaricias su sedoso cabello y despertarlo.

- Harry

- Harry – esta vez muevo suavemente su cuerpo

Una queja sale por su boca, y rio.

- Vamos Harry que la comida se enfría.

Esta vez logra abrir los ojos, y sonríe al verme.

- A comer – depósito un beso en sus labios y corro hacia la cocina, detrás de mí escucho sus pasos y me siento.

- Debo viajar a Irlanda – comenta mientas come una tostada.

- ¿Cosas del trabajo?

- Si, será por una semana  y quisiera que vinieras conmigo.

No supe que responder, deje de comer y me quede pensativa.

¿Viajar a Irlanda con Harry? Vaya, de verdad que me encantaría, pero ahí un problema, apenas estoy a mitad de año en la universidad, y no podía tomar un descanso tan libre como para tomar una semana entera.

- Por la universidad no te preocupes, hablare con el decano, es amigo mío – sonreí y me sorprendo.

 ¿Desde cuándo Harry es amigo del mi decano?

- Lo operé hace un año, y digamos que salve su vida – asiento y sigo pensativa

Esto es un gran paso.

- Vamos di que si – insiste.

Sonrió, y tomo su mano por encima de la mesa

- Está bien – acepto y beso sus suaves labios, el beso se intensifica y siento que hace mucho calor en la cocina.

- ¿Quieres ir a la habitación? – propongo algo exaltada.

No recibo respuesta de parte de Harry, sólo se levanta y me carga en sus brazos dirigiéndose a mi habitación, en estos momentos agradezco enormemente que mi madre no viva conmigo.