9. La peor cantada

9. La peor cantada
 

Normalmente las personas colocan alarmas para despertarse, pero Sergio parece que no, él es la alarma, aun esta oscuro cuando se levanta a hacer ejercicios, después prepara el café y luego lee el periódico tomándose el café; Eso es tener disciplina

En cambio, a mi me gusta aprovechar un poco el calientito que ofrece la cama y más cuando es cómoda, en este caso me gusta quedarme unos minutos largos observando el techo de mi habitación, creando situaciones o mundos en mi mente, obviamente nada de lo que pienso va a ocurrir, pero se siente bien.

Cuando logro levantarme me voy directo hacia el baño, hago mis necesidades y me doy una ducha larga, siendo las 8 de la mañana salgo hacia la cocina en busca de café, al salir me encuentro con Sergio dando vueltas con el teléfono pegado al oído, paso por su lado y no se da cuenta de mi presencia, voy hasta la cocina, tomo una taza grande y vierto cierta cantidad de café y procedo a tomármela viéndolo pasearse por la estancia.

Sonríe de vez en cuando, hace señas, muecas y sigue caminando, cuando al fin termina la llamada, se da cuenta de mi presencia

- ¿Hace cuanto estas ahí? – me señala la cafetera y entiendo quiere café –

- Hace rato – le paso una taza de café y se sonríe –

- No me di cuenta

- Estábamos muy concentrado en la conversación ¿Cómo amaneciste?

- Bien ... excelente remedio; cuando converso con mi hermano me desconecto y más con las niñas – me sonrió -

- ¿Cuántas sobrinas tienes? – me hace señas de 3 –

- Tres, la mas grande tiene 15 y esta en ese punto de los amigos y mi hermano no sabe como proceder y me pregunta a mi que no tengo hijos

- Te pregunta porque eres su hermano mayor ... ¿nunca pensaste en tener hijos? – se queda pensando y suspira –

- Hubo una época en que sí, después que me case, llevaba por ahí 3 años de matrimonio, pero Pamela, me dijo que no, que no eran necesario que los dos estábamos bien y me sentí cómodo con su respuesta y deseche al fondo de mi ser la idea y ¿tu? – tambien suspiro –

- Pues ... nunca me lo plantee, porque nunca he tenido una pareja formal, bueno, si he tenido novios, pero ninguno con el prospecto esposo o padre ... entonces no

- Si tuvieras más tiempo y la persona ¿te atreverías a tener un hijo? – me despego de la mesa de la cocina, doy unos pasos hacia atrás y lo miro a los ojos -

- No se ... no se que responderte, porque nunca ha pasado por mi mente

Nuestras miradas conectadas otra vez, él quería una respuesta y yo no la tenía, no sabía como responder, así que sonreí y le sostuve la mirada por unos minutos y pensé en lo que me había preguntando, no me hablo de nada referente a una relación de pareja, solamente si me atrevería a tener un hijo y lo que me quedo en la mente es si tuviera más tiempo, haría lo que en esta realidad no pude.

Nos saca de nuestro pequeño circulo de miradas una llamada telefónica, me deja sola en la cocina mientras se retira a contestar su llamada. Mi estómago hace acto de presencia y busco para hacer un poco de desayuno, me decanto por hacer unas arepas de queso, con huevos revueltos, café y jugo de naranja. Regresa de su llamada y me ayuda a terminar el desayuno, no tocamos el tema, pero yo sentía un nudo en la garganta, sentía algo atorado ahí, al termino del desayuno me atrevo a seguir con lo planteado

- Sergio ... ¿tú todavía puedes tener hijos? Simplemente tienes que conocer a la chica indicada – esta lavando los platos y me voltea mirar con el ceño fruncido –

- Buen punto, pero ahora no puedo, no tendría como mantener una familia y dudo encontrar ... – no le escucho lo que dice, está susurrando –

- ¿Qué "dudas encontrar"? – camino hasta la cocina y me coloco al lado de él para escuchar bien –

- Nada ... pensé en voz alta – frunzo el ceño –

- Bueno ... allá tú, pero deberías conocer nueva gente, no los estirados y creídos a los que acostumbras en tu época riquilla – se carcajea y se voltea hacia mi –

- Que propones muchacha llena de ideas – siento mis mejillas arder al tenerlo bastante cerca –

- Pues ... en mi lista hay un ítem que dice "cantar en un karaoke" ayer que fui al mercado, vi un lugar que nos serviría, no me acuerdo como se llama, pero queda por la avenida cra 19 ¿vamos?

- Está bien Constanza, pero voy a intervenir esa lista que tienes, la manejare yo ... no te dejare hacer bobadas, como la de bailar bajo la lluvia – hace la mueca del baile imaginario del otro día –

- Acepto ... pero vamos a ir hoy – asiente –

- Si Constanza ... tráeme la libreta

Camino hasta la habitación y del nochero saco la libreta, al hacerlo cae los resultados con mi diagnóstico, lo levanto y se me viene a la mente si llegara el momento Sergio debería tener este papel para certificar que mi fallecimiento fue natural

Salgo de la habitación con la libreta en la mano y el papel, Sergio esta sentado en el sofá y me observa con una sonrisa, me hago a un extremo del sofá mirándolo directamente

- Aquí tienes y esto tambien deberías tenerlo - frunce el ceño y asiente -

- Creo que – carraspea incómodo – voy a cambiar algunos ítems de la lista

- No Sergio ... ahora viene los más chéveres – noto que el papel del diagnóstico lo guarda en su billetera mientras habla –

- Yo se ... simplemente les pondré mi toque

Seguimos conversando de la lista, además me comento que el hermano lo quiere ayudar, pero primero quiere agotar todas las oportunidades, si no se da nada, entonces tomara la ayuda de su hermano.

El día estuvo lleno de conversaciones interesante, cada día conocía más a Sergio, es un hombre metódico, que cuando se fija una meta la cumple al precio que sea. Todo lo analiza, observa y saca todas las conclusiones y llega a un razonamiento lógico y preciso.

En la tarde cada uno se fue hacia su habitación a arreglarse para ir el sitio del karaoke, por unos instantes pensé que no iba a aceptar, pero una hora después estábamos saliendo del apartamento, algo temprano, pero bueno allá íbamos