Un Respiro ... Antes de Partir

13. ¿Desierto de Tata ... qué?

13. ¿Desierto de Tata ... qué? 
 


Una semana llevaba Sergio pegado a la computadora, nada más oía cuando decía; presupuesto, locales, sillas, mesas y todo referente a lo que tenía en mente con las pizzas caseras. No me molesta que este tan entusiasmado con la idea, mas bien me preocupa que quede a mitad de camino y que la idea en realidad no sea tan novedosa. Y si lo es, desde donde esté estaré contenta por él

Lo notaba diferente, ya no era aquel despojo que conocí en el salto del Tequendama, su mente estaba ocupada y se nota que es un hábil negociante; al finalizar la semana se sonríe y viene hacia mí, busca 2 tazas de café y me entrega una

- Estas empecinado en hacer posible la pizzería – asiente y se sonríe –

- Claro que sí, al inicio la concepción de la idea estaba como suelta, pero yo le hice ciertos ajustes y es rentable ¿no confías en mí?

- Confió en ti, el punto es ... y si falla – niega –

- No va a fallar Constanza, todo estará cubierto y soy muy bueno en esto, no es por ser creído, pero hace algunos años saque muchas pequeñas empresas adelante y hoy esta en pie

- Se nota que eres bueno en esto de nuevos negocios – se sonríe y me toma de la mano –

- Confía en mi

Me explico a grandes rasgos como va a estar el negocio, necesitaba que reuniera con un chef especializado, para explicarle la receta de la salsa, ese chef estará encargado de la cocina de la pizzería y nada más él tendrá dicha receta.

Veo que saca mi libreta y me hace señas para que lo acompañe hasta el sofá, todavía con la taza de café en la mano, lo hago, me señala un ítem, el más exótico de todos

- Mañana vamos a ir a el Huila – me asombro –

- ¿No estás hablando en serio? – asiente –

- Muy en serio, pero necesito que escojas entre irnos por avión o en auto

- ¿Diferencias?

- Hay dos, el costo del pasaje y el tiempo de llegada; en avión llegaríamos en 1 hora con 45 minutos y el costo del tiquete Bogotá - Neiva $250.000 pesos por persona ... - no dejo terminar –

- Vamos en auto y así conocemos y ahorramos

- Pensé lo mismo, pero las horas de viaje se ampliarían, serían casi 7 horas

- No importa, llevamos unos sándwiches y unos jugos para el viaje

Ahí sentados planeamos todo el viaje, es la primera vez que haré un viaje de tantas horas, normalmente de mi pueblo hasta Bogotá son 3 horas, este tiene 4 horas de más. Las expectativas que tengo son altas, porque es un lugar exótico y único en el país.

No dormí porque el grado de expectación es bastante alto, siendo las 4 de la mañana siento que hay movimiento en el apartamento y Sergio toca la puerta, me levanto y voy hasta la puerta

- Buenos días – se sonríe al verme –

- Buenos días, me hiciste recordar a mi hermano, cuando planeamos viaje no dormía y puedo jurar que no has dormido – me sonrió y me recuesto en el marco de la puerta –

- ¿Se nota mucho? – se carcajea y asiente –

- Un poco, pero te quiero lista en 1 hora, a las 5 de la mañana salimos

Se va dejándome en la puerta pensando en la inmortalidad del cangrejo, cuando reacciono voy hasta el baño y para despertar las neuronas ya que estas no tuvieron descanso, me baño con el agua helada.

Salgo del baño emparamada, pero las neuronas a punto, funcionando al 100; busco entre mis cosas algo acorde con el viaje y no encuentro nada, miro a maleta y saco todo lo que tengo ahí, soy de las personas que no desempaca porque siempre estoy con la incertidumbre de buscar un lugar nuevo, ya que nunca tuve casa propia.

Dentro de las cosas que no me coloco, aparece una camisa de cuadros azules y una camiseta blanca, me declino por ellas porque se verían bien, bueno según yo; los únicos jeans que tengo tambien van a el ruedo y por último unas infalibles Converse blancas

Necesitaba verme para confirmar lo que mi mente me decía que estaba bien, así que voy hasta el espejo y me observo por unos segundos; lejos de todo pronostico me gusta como veo, aunque la visual es grande, no esta mal.

Me hago una coleta alta que con el paso de las horas se volverá un chonguito y salgo hacia la sala donde está esperándome Sergio. Él esta de espaldas, lleva un jean oscuro casi nuevo que le queda como modelo de revista, por primera vez le detallo el trasero y me pregunto ¿Por qué no se lo vi antes? Estoy pensado en el trasero de Sergio cuando siento que carraspea

- ¿Qué tanto me ves Constanza? – salgo de la ensoñación y me sonrió –

- ¿Qué veo? ... que tienes un buen trasero hombre – paso por su lado en busca de café y le doy una nalgada –

Escucho una carcajada y al levantar la mirada Sergio está rojo y de camino a su habitación. Busco mi bolso y meto algunas cosas esenciales para el viaje, voy hasta la cocina y saco 2 botellas de agua, los sándwiches y los juegos y con eso preparo otro bolso, Sergio viene de la habitación y trae una especie de termo y lo llena de café, me voltea mirar y se queda un momento viéndome totalmente

- Diría lo mismo que me dijiste tu a mí, pero no me quedaría bien, entonces diré ... me gusta como te ves

- Oh gracias hombre de buen trasero – nos carcajeamos –

- ¡Ya Constanza! Vamos – me sigo riendo –

- Te incomodé ... hombre de buen trasero, ¿no se te dio por ser modelo o algo así? – se voltea y suspira –

- No ... y vamos Constanza

Salimos entre risas, llegamos al auto y colocamos las cosas en parte trasera, veo que coloca su teléfono de tal forma de que ambos lo veamos y coloca el GPS, la idea es no perdernos. Antes de tomar carretera llegamos a cargar gasolina.

Salir de Bogotá es un caos, pero por la hora la carretera que tomamos esta despejada, pasamos cerca del Salto del Tequendama en la intersección paramos y sin decir una sola palabra solamente una incipiente sonrisa seguimos el camino.

Alucinante es poco, pasamos por Soacha, Sibaté, Subia, Silvania, Fusagasugá y otros más que no les sabia el nombre y son pueblos de Cundinamarca, llenos de historias y coloridos paisajes. El clima fue cambiando y pasamos cerca de Girardot ya en este punto estamos en el departamento del Tolima pasamos por pueblos como El Espinal, Guamo, Saldaña, Natagaima y seguimos hasta llegar a Neiva, sin provisiones, ni agua; Sergio baja estira las piernas y va hasta una tienda cerca y compra algunos mecatos, gaseosas y agua.



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En el texto hay: enfermedad, dolor, lista

Editado: 24.08.2022

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