Un Respiro ... Antes de Partir

34. El valle de los deseos

 

Sergio
 


¿Qué es el amor?

Algunos dicen que es un sentimiento vivo que genera una intensa atracción hacia otra persona, en sí, hay diversos tipos de amor, el que se le tiene a los amigos, familia, a la pareja, pero yo sentía todo en una sola persona. Constanza representaba todo, la amaba como mi amiga, mi compañera, amante.... En fin, cualquier representación que estuviera el amor, para mí Constanza lo representaba.

Ella generó un revolcón en mi vida, un éxtasis de emociones... por primera en años me sentía vivo, ella me hacía sentir vivo. Toque fondo para encontrar la verdadera felicidad, ahora no me interesa lo superficial; verla reír, llorar o simplemente ser ella, me hacía feliz y estar en paz.

Cuando me di cuenta que ella se apagaba, entendí que la amaba y ese sentimiento genero un cúmulo de sensaciones que jamás había sentido; sí estuve casado, pero ahora sé que no fue por amor, era una mezcla de egos, poder y placer.

Los seres humanos actuamos muchas veces movidos por nuestros instintos, siempre me guíe por tener lo "mejor" y ser la envidia de muchos, por eso me case con la mujer que me case, una oportunista, una mujer hecha a la medida de una persona egocentrista. No la quise y ni ella me quiso, por eso me fue infiel y hasta me dejo en calle cuando apareció un mejor postor.

Con muchos pensamientos en mi mente, me levanto de la cama y camino hasta la cocina, estar solo en el apartamento no es que me agrade de mucho, por inercia miro hacia el techo, ella está en el apartamento de arriba, de momento a otro mientras pongo la cafetera, me hago a la idea de que ella vuelva a vivir conmigo, no como antes, literal conmigo, compartiendo más que el espacio, pero ella necesita recuperar su confianza y en cierto modo su poder de mujer.

La cafetera me alerta que ya hay café, busco el vaso y vierto suficiente como para despertar completamente. Me siento en el sofá y me quedo en silencio contemplando la soledad y el frio de ese apartamento a esas horas de la mañana, hasta Cebolla está en el apartamento de arriba. Sonrió para mí porque mis pensamientos se estaban volviendo un poco quejumbrosos.

Bogotá está más fría de lo normal, así que después de mi habitual café, volví a la cama, mirar hacia el techo se me estaba volviendo habitual y raro al mismo tiempo, no sé en qué momento me quede dormido, en medio de mi inconciencia siento un leve ronroneo a mi alrededor, luego unos jadeos, esos sonidos provenían de Cebolla y Mozzarella.

Al rato siento que mi cama se hunde al lado mío y un calorcito se instala a mi lado, huele a nardos mezclado con notas dulces, la cama se hunde más y siento unos besos en mi espalda alta, me sonrió, pero no me apetece despertar, sin más siento que se acerca a mi oído y me da un beso sonoro, que me dejo despierto de una

- Holaaaa – alarga el "hola" y simplemente me sonrió – esto es raro ¿estas enfermo?

- Hola... - niego y me estiro y ella se sienta en la cama –

- En serio Sergio ¿te sientes bien? - me quedo observándola y ella con el ceño fruncido –

- Estoy perfectamente – me quedo pensando – un poco quejumbroso, nada mas

- ¿Quejumbroso? ¿Cómo así?

- Ya no me agrada este apartamento solo, pero... - se sonríe y se acuesta al lado mío y señala el techo –

- Puedes subir si quieres... ¿tienes otra opción más emocionante? – me volteo a verla con malicia en la mirada –

- ¿Segura? – asiente y sus mejillas se vuelven sonrosadas - no quiero interferir en tu espacio

- Estoy en tu espacio ahora – se encoge de hombros - ¿te molesta?

- No me molesta... me encanta – se sonríe, se recuesta en mi pecho y me abraza con fuerza –

- Eres mi lugar seguro Sergio... pero yo venía hacerte una invitación

- ¿Invitación?... para donde vamos – me voltea a ver con una sonrisa rara –

- Es fin de semana que viene es con lunes festivo y recordé que había hecho una promesa que te incluye – frunzo el ceño y ella se sienta en la cama, sus expresiones en el rostro son una carnaval para mis ojos –

- Constanza... hiciste una promesa que me incluye, exijo saber que es – sus rostro vuelve a tornarse sonrosado y una risa nerviosa se instala en su labios –

- Le prometí a mi madre que te conocería... - baja la mirada, me acerco y le doy un beso en la mejilla –

- Me encantaría conocerla – levanta la mirada y sus ojos están centellantes de alegría – cumplamos esa promesa

- Nos vamos al pueblo el viernes en la tarde y nos regresamos el lunes ¿te parece bien? – escondo mi rostro en su cuello y caemos en la cama –

- Si... pero para hoy tenemos planes, ¿Qué hora es? – siento que suspira y vuelve a sentarse en la cama con ojos bien abiertos –

- ¿Planes?... – se baja de la cama y sale hasta el comedor y regresa - son las 11 de la mañana

- A las 2 de la tarde debemos estar en el aeropuerto – se sorprende y se sienta al borde de la cama –

- ¿Cómo así? - le señalo el cajón de la mesita de noche –

- Sácalo que está ahí – noto cierta prevención en su andar y recuerdo que le dije en su momento sobre ese cajón que no lo tocara – toma lo que hay ahí

- ¿Si mal no recuerdo me dijiste que no puedo tocar ese cajón? – con una sonrisa en los labios me lo recuerda –

- Lo dije en su momento, pero puedes tomar lo que está ahí – con la mirada puesta en mi va hasta el nochero y lo abre, ya no me mira –

- ¿Un par de boletos de avión hacia Neiva? – asiento y ella se viene hacia a mí con los boletos en las manos –

- Si... - se sonríe y con los mismos boletos me golpea en el brazo – ¿vamos?

- ¿Qué hay en Neiva? – se queda pensando –

- Ya lo veras... necesito que veas algo – asiento –

- Está bien, pero estamos retrasados, ¿Cebolla y Mozzarella con quien se quedan?

- No te preocupes por ellos, eso está cuadrado, se quedan con Pablo y Julianis – entrecierra los ojos –



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En el texto hay: enfermedad, dolor, lista

Editado: 24.08.2022

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