Evan me apretó contra su pecho como evitando que nos rompiéramos a pedazos.
No sé cuánto tiempo estuve ahí escuchando su corazón acelerado. Su respiración entrecortada y el sonido de las olas, hasta que rompió el silencio.
—Conocí a Mailen hace un poco más de un año.
De inmediato supe el camino que tomarían sus palabras.
Mi espalda se puso tensa y quise llevarme las manos a los oídos y no escuchar nada. De hecho, quise salir corriendo y huir. Al fin y al cabo, era lo que mejor sabía hacer y aunque había tomado mi decisión, decidí escucharlo. Confrontarlo.
—Es irónico —continuó—, la conocí por ELI, mi app. Estaba en una reunión de conocidos en común. Me la presentaron porque tenía la idea para una app y mi amigo me recomendó. Iniciamos la conversación porque ella usó ELI, con su antigua pareja. Y ahí empezamos a hablar. Nos reuníamos para conversar sobre el diseño de su app y ahí empezó todo. Ella siempre supo de ti Eli, desde que me preguntó porqué había elegido ese nombre para mi app. Siempre supo quién eras tú y lo que significabas en mi vida.
Limpié mis lágrimas. Tomé aire, todo el que pudo entrar en mis pulmones y me separé de él para sentarme en la silla de al lado. Necesitaba distancia para organizar mis ideas, para confrontarlo.
—¿Por qué me mentiste? ¿Por qué no me contaste todo cuando hablamos? Yo te dije mi verdad Evan, tú me traicionaste. Estabas conmigo mientras eras novio de esa mujer. Soy la aventura de verano otra vez.
—¡Nunca fuiste una aventura de verano para mí Eli! ¡Nunca! Yo me enamoré de ti desde que te vi esa tarde tumbada en la arena con tus amigas. Desde el segundo que puse los ojos sobre ti supe que tú eras la mujer de mi vida y esta vez no iba a perderte, no otra vez
—¿Pero por qué no me lo dijiste Evan?
—Porque te conozco Eli, te conozco más de lo que piensas y no ibas a querer estar conmigo si te decía la verdad. Te oculté la verdad, pero no te mentí.
—Es lo mismo Evan.
—No lo es, porque el día que te volví a encontrar, cuando me ausenté casi dos horas fue porque fui a llamarla, la llamé para terminar con ella.
—¡Terminaste con ella por teléfono! —Me levanté de la silla y mi voz subió varios tonos. Quería gritarle a toda voz.
—Y no me arrepiento. Si quieres que me sienta mal por eso, no lo voy a hacer. Esa noche elegí estar contigo, te elegí a ti y lo más digno que pude hacer con lo que tenía a la mano, fue terminar con ella así. No la iba a engañar, le dije la verdad. Le dije que te había encontrado y no pensaba dejarte ir otra vez.
—Pero me engañaste a mí.
—Y es lo único que lamento mi Eli. —También se puso de pie hizo el ademán de tomar mi mano, pero él mismo se detuvo—. No quería hacerte daño, te lo juro que te lo iba a decir. Cuando estuvieras en Dublín ya asentada. Pero no iba a perderte otra vez, no iba a desperdiciar estos días que me los regaló el destino, y si eso me hace un bastardo egoísta, lo soy.
—¡Terminaste con ella cuando se acababan de mudar juntos!
—¡Y lo volvería a hacer mil veces Elina! ¡Mil veces! —Esta vez fue él quien levantó la voz desesperado—. Si tengo que mentirle a quien sea, si tengo que terminar con quien sea y si tengo que abandonar lo que sea por ti, lo hago mil veces sin una pizca de arrepentimiento. Y no vivía con ella, había llevado mis cosas casi un mes antes, pero cuando me enteré de que vendríamos a North Berwick, no me mudé, ni siquiera me quedaba en las noches, sentía algo en mis entrañas. Había algo que me decía que no lo hiciera. Sabía que te iba a volver a encontrar.
—Yo no te conozco Evan. No sé quién eres. No sé lo que eres capaz de hacer.
—No hice nada que un hombre enamorado no haría.
—Un hombre enamorado no miente.
—No es verdad. Una persona enamorada miente por estar con el ser que ama. No cometí ningún crimen. No le arruiné la vida a nadie Eli. Mi relación con Mailen tuvo fecha de vencimiento el día que te encontré. Fue una relación que tuvo que terminar y te repito, no me arrepiento de haberlo hecho por estar contigo porque siempre te voy a elegir a ti.
Esta vez sí se acercó, tomó mi rostro entre sus manos.
Sus ojos azules brillantes buscaban desesperados mi mirada.
Quizá otra mujer hubiese estado orgullosa de que un hombre fuese capaz de todo por ella, pero yo solo podía ver que Evan me había mentido.
Tenía una relación que me ocultó y aunque hubiese terminado con ella antes de estar conmigo, me hirió.
No lo conocía. Quién sabe cuántas cosas más de él ignoraba.
—Necesito irme a casa. Mañana salgo al mediodía y tengo que prepararme.
—Eli. —Su frente tocó la mía—. Perdóname por haberte herido. Perdóname porque al final de todo esto, estás bañada en lágrimas con el corazón roto y yo no lo puedo evitar y sobre todo perdóname porque terminaría una y otra vez con Mailen o con quien fuera por estar contigo. Es tu dolor el que me mata.
Encontré su mirada. Mi mano fue a su rostro en un acto inconsciente. Lo acaricié.
—¿Cómo me puedes amar así si no hemos estado ni dos semanas juntos en más de cuatro años Evan? ¿Cómo sabes que vale la pena hacer todo esto por mí?
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Editado: 16.05.2024