Valiente

15. Hasta que el tiempo diga.

—Un día te prometí que no te iba a dejar sola, y aunque falte poco para que te vayas, quiero vivir esos meses como si no hubiera más tiempo. —le dice Jane y a Charlie le baja una lágrima.

—Claro que voy a aceptar, Jane eres la coincidencia de la que nunca me voy a arrepentir. —dice Charlie y se besan, la noche empezaba a caer la noche, y el ambiente en ese hermoso lugar era perfecto, después de eso, Charlie le dedicó I wouldn't mind, en ese kiosco había una mesa bien arreglada, con flores y velas aromáticas, Jane tomó de la mano a Charlie y la llevó hasta la mesa. 

—Buenas noches, me llamo Miranda Clark.

—Y yo soy Dante Blinght, vamos a ser sus camareros por la noche de hoy.

Charlie al ver esto sonríe mientras niega con su cabeza.

—¿En serio sabían de esto? —dice Charlie sonriendo y ambos asienten al mismo tiempo. —Me encanta que se tomaron el papel muy en serio. —Dice Charlie riendo, ambos iban vestidos de camareros.

—Hay que estar listos para la ocasión. —dice Miranda y choca los cinco con Dante. 

—Buenas noches, yo soy Cody Evans y hoy voy a ser el chef. —dice Cody llegando con una sonrisa.

—Ay, no les creo... —dice Charlie eufórica.

—Para que veas, O'Connor que a nosotros no nos quedan grandes las sorpresas.

—Yo no sabía que cocinabas. —dice Charlie riendo.

—Tranquila, yo tampoco... —dice él y las que estaban en la mesa se quedaron de piedra, haciendo que los otros rían a carcajadas. —Es mentira, llevé clases de cocina porque hubo un momento de mi vida donde estuve con muchas dudas, y lo único que me desestresaba era eso, parece falso, pero no lo es. —dice él con una sonrisa.

—Eso suma puntos. —le dice Miranda a Cody riendo.

—Sí, porque tú ni siquiera sabes hacer un emparedado. —le dice Dante burlándose y Miranda le pega por el brazo.

—Cállate.

—Bueno, las dejamos, tienen mucho de qué hablar. —le dice Cody cerrándole un ojo a Jane y todos sonríen, excepto Charlie porque, obvio, no había entendido.

—Jane, ¿por qué haces todo esto por mí? —dice Charlie con una sonrisa.

—Porque quiero que aunque sea poco lo que vamos a pasar juntas, que sea el mejor tiempo de nuestras vidas. —dice Jane con una sonrisa y Charlie sonríe, mientras le toma la mano a Jane y se la besa.

—¿Qué va a pasar con nosotras después de que yo me vaya a Canadá? —dice Charlie con algo de tristeza.

—No te voy a acaparar, ve y sigue tus sueños, que tiempo hay mucho, pero, vida solo una. —le dice ella con lágrimas en los ojos. —Charlotte O'Connor, yo te amo y te he amado todo este tiempo, te voy a estar esperando cuando llegues de Canadá, porque te voy a seguir amando, porque Charlie, yo quiero que seas la mujer con la que pase el resto de mi vida... —dice Jane y unas lágrimas empiezan a caer. 

—No hay una vida, Jane, en la que quiera vivir sin ti, por favor... Perdóname, es algo que debo hacer, pero voy a volver, te lo juro, mi corazón es tuyo Jane, solo tuyo, volveré y estaremos juntas por el resto de nuestras vidas... —le dice Charlie y se levanta para besarla, un par de lágrimas salieron de los ojos de Charlie y Jane le las limpia con su dedo pulgar.

La cena fue pasando, y las chicas quedaron impresionadas de las habilidades que tenía Cody con la cocina, después de la cena, ambas se fueron a caminar por el campo de rosas, todo olía tan bien, la noche era hermosa, y ese momento que estaban pasando ambas era perfecto.

—Otro objetivo cumplido, chicos. —dice Miranda, y choca los cinco con ambos muchachos que estaban ahí...

La noche por y después de esto, los chicos decidieron ir a la casa de Charlie, había que celebrar lo susedido.

Cuando llegaron a la casa de Charlie, había una nota en la puerta.

Van a llorar lágrimas de sangre... Se van a arrepentir de habernos hecho esto, todos tenemos derecho a amar.

—¿Q-Qué es esto? —dice Charlie con tartamudez. Miranda se acerca a leer la nota y ríe.

—Ese estúpido de Nicolás piensa que le tenemos miedo.

—¿Quiénes van a llorar lágrimas de sangre? —dice Jane y Miranda encoge sus hombros.

—¿Cómo sabes que es Nicolás, amor? —dice Cody.

—Es obvio, es el único que nos odia.

—¿Y Antonio qué? —dice Dante y Miranda ríe.

—No... Lean bien lo que deci, además, Antonio el otro día me dejó en claro que no va a volver a molestarme.

—¿Miranda Clark confiando en Antonio? —dice Dante y ella bufa.

—Bueno, vamos adentro que no vamos a dejar que una carta estúpida nos haga perder el tiempo...

—Miranda, ¿qué va a pasar con nosotros? —dice Cody mientras la abraza, ya había pasado como dos horas de que estaban ahí, ellos se encontraban en la terraza de la casa de Charlie, al igual que Jane y Charlie, pero ellas estaban un poco lejos de Miranda y Cody.




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