ACTUALIZACIÓN "AURA PROHIBIDA"
De nuevo tenemos cap de nuestro perverso director. Espero que lo disfruten...
=ADELANTO=
Aedus se marchó cuando las puertas volvieron a abrirse y salieron más personas, lo que dejó muy frustrado a Aless.
— ¿En qué mierda estás metida, Erika? —me recriminó furioso.
—Vete, Alessandro, por favor, te juro que me alejaré de él, pero no digas nada. Por favor, no abras la boca.
Mi hermano no alcanzó a contestar, ya que vinieron mis padres, quienes estaban confusos por nuestra salida, pero me abrazaron de manera amorosa. Alessandro no impidió que les dijera que solo quise tomar aire fresco, aunque sí que se notó su frialdad al despedirse y al rechazar la invitación a cenar.
— ¿Tendrá acaso problemas con Alondra? —cuestionó mamá.
—Tal vez se dio cuenta de que no van a funcionar —opiné—. Mamá, papá, iré al baño, esperen en el auto —pedí.
—De acuerdo, princesita. —Mi padre besó mi frente, y ambos se fueron. Tenía un par de cosas que decirle a Aedus antes de largarme, por lo que fui a la dirección a buscarlo.
De una manera intensa comenzamos, de una manera intensa terminaríamos. Lo ameritaba.
—Tomaste una buena decisión, mocosa —me felicitó Aedus cuando llegué. La dirección estaba casi a oscuras y él se encontraba de espaldas, por lo que no podía ver su rostro.
Y prefería no hacerlo, esto sería más sencillo.
—Sí, tomé la mejor decisión: evitarte hasta el último día de mi vida.
—No me hagas reír. —Soltó una leve carcajada sin voltear todavía—. Nunca vas a poder lograrlo, me necesitas.
—Sí, lo hago, pero soportaré mi necesidad. Con suerte tal vez la supere. Se acabó, Aedus.
—No se acaba hasta que yo lo diga. —Suspiró—. Deja de ser tan dramática. Tú y yo vamos a casarnos, eso no…
—Tú te casarás solo, porque no pienso ir —espeté. No sé qué tono empleé, pero Aedus volteó y se me acercó para intentar estrangularme. Sin embargo, yo le propiné una bofetada muy fuerte antes de que lo hiciera—. No, Aedus, esta vez sí se acabó. Siempre te dejé bien claro cuáles eran mis condiciones, las rompiste, así que te jodes.
—Yo no te engañé —gruñó mientras se sobaba la mandíbula—. Vas a pagar por esto, estúpida colegiala.
—No, tú eres el que lo va a pagar. No podrás hacer nada para impedir que te aparte de mi vida.
— ¿Ni siquiera matando a tu familia?
—Así es —respondí riéndome y dejándolo descolocado por primera vez—. Ni siquiera matando a mi familia.
3 comentarios
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IngresarAsi se hace Erika
Sin palabras
Woooooooo! No mms :O
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