¡¡NO TE LAS PIERDAS!!
¿Qué se debe hacer, cuando tu alma gemela esa que te fue destinada por la diosa luna ya tiene alguien más en su vida y además de ello tiene un hijo?
¿La dejas continuar con su vida sabiendo que es la única oportunidad para amar o luchas por ella sin importar que ya tiene a alguien más?
Lautaro Días, o mejor conocido como "Laro", ya que todas las personas que lo conocen, así lo llaman. Bromista, con una personalidad chispeante, (al menos eso es lo que quiere que la gente vea). Disfruta del sexo desenfrenado cada vez que la oportunidad se le atraviesa. Nunca se ha enamorado y no está en sus planes hacerlo.
Sus preocupaciones solo giran en torno a su imperio, fortuna y familia, esa que casi pierde más de en una ocasión.
Una noche todo cambió, su vida dio un vuelco de 180 grados y lo que creía imposible, comenzará a suceder.
Lautaro: Estoy esperando que el semáforo cambie a rojo y una chica pasa por el frente de mi auto llama mi atención.
Cabello negro, cuerpo bien marcado, su caminar es pausado y pareciera que está sobre las nubes, ya que lo hace con estilo a pesar de que puedo ver sus enormes tacos, cosa que admiro de las mujeres, sé ven hermosas con esas cosas, yo no podría dar ni medio paso sin quebrarme los tobillos.
Ella voltea hacia donde estoy y puedo divisar sus grandes ojos verdes y boca roja, al mirarme me sonrie viéndome directo a los ojos.
Al retomar su caminata, no puedo perderme de cada paso de su atrayente andar. Sube a la vereda y los autos que están detrás de mí, me sacan de mis pensamientos con sus bocinas avisándome que ya puedo continuar.
Días después pasa al inesperado:
—Ayuda, por favor, que alguien me ayude. —Escucho una voz suave desde afuera.
Dejo todo lo que tengo en mis manos y salgo en dirección a donde provienen esas palabras.
Abro la puerta de atrás y veo en el patio una mujer tirada en forma fetal, sin reflexionarlo, voy hasta donde está.
Trato de levantarla, pero se queja ni bien la toco.
—Va a ser mejor que te lleve al hospital, estás muy lastimada. Dame un minuto para llamar a una ambulancia —le digo tratando de calmarla.
—Nooo, por favor, es el primer lugar al que él va a ir a buscarme —y es cuando me doy cuenta que es mi ninfa.
¿Será hora de que lo monótono de la vida de nuestro protagonista al fin cambie?.
¿Estará dispuesto a dejar todo atrás para iniciar desde cero?.
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