¡DESCUENTO INVENCIBLE! ❤
¡Hola, mis preciosas lectoras!
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FRAGMENTO:
—¿Qué haces aquí? —Se para frente a ella, quedando muy cerca de su rostro.
—Quedamos de encontrarnos aquí.
—Eso fue hace horas.
Se aleja de ella y abre la puerta de la casa. Entra y Mariela duda. Tal vez después de todo ya no la quiere ahí.
—Lo siento, no quise… —retrocede un poco.
—¿Qué haces? —pregunta mirándola retroceder.
—Si no quieres que esté aquí, yo…
—¿No se te ocurre por un momento que…? —susurra frente a ella—. ¿Podrías convencerme?
Se mueve tan rápido que ni siquiera lo ve venir. Pone sus manos a cada lado de su cara y se adueña sin piedad de sus labios.
Su pulso se desboca cuando la conmoción y la emoción de su beso la atraviesan como un rayo. Su boca es cálida y firme, y cubre la suya por completo. Sus labios se mueven con una lenta y fuerte confianza, y su lengua busca la de ella con hambrientas caricias.
Mariela no puede respirar, no puede pensar, solo le quedan fuerzas para devolverle el beso con desesperado deseo, con angustiosa pasión. Las manos de Alejandro siguen enredadas en su pelo mientras el calor se acumula en el centro femenino y su mente se mueve en espiral con una excitación vertiginosa e inimaginable.
Un pequeño sonido sale del fondo de su garganta: un jadeo, una súplica de más, un grito de deseo floreciente. Un cosquilleo comienza entre sus piernas y sube por su columna vertebral.
—Entonces —gruñe sin quitar los labios de los de ella—. ¿Te vas? —pregunta, y su cuerpo se incendia.
—No lo haré.
—¿Qué es lo que temes, Mariela? —Indaga inquieto.
—No lo sé, temo que… —pasa saliva con dificultad—. Temo despertar de esto que parece un sueño y … —suspira cerrando los ojos con fuerza—. Temo que pase lo mismo de siempre, solo que esta vez, temo que seas tú el que me deje.
Se acerca más a ella y deposita un suave beso en sus labios. La mira fijamente a los ojos, intentando brindarle seguridad.
—Más bien, teme, que nunca te deje ir.
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