CUANDO DEJE DE LLOVER

CAPÍTULO 1

Días lluviosos y nublados, la mayor parte del tiempo se mantiene así en este lugar, es como si me describieran a mi misma. es difícil observar los rayos de sol, pero esta es una de las características que más llama la atención de las personas que no viven aquí, se puede decir que, es el lugar perfecto para crear historias de fantasía. Además, su nombre es demasiado curioso, VilleStay, la mayoría de personas que viven en este lugar nunca han salido de aquí, eh ahí el origen de su nombre.

Hace dos semanas que mi madre y yo nos mudamos aquí, un conocido le sugirió mudarse a VilleStay debido a su gran entorno tranquilo, ya que, mi madre quería que yo estuviera en un ambiente más pacífico, quería que hiciéramos un cambio lejos de la abrumadora ciudad, aunque  se que en parte yo tuve la culpa de que mi madre dejara atrás a todas sus amistades y el trabajo que tanto amaba pero, con una gran sonrisa en el rostro me dijo que el amor que sentía por mi era mucho más grande, por supuesto, cuando llegamos a Villestay mi madre sonreía de oreja a oreja yo aun me siento culpable, después de todo ella dejo cosas importantes en la ciudad.

Para compensar a mi madre, decidí regresar a la escuela, ya habían pasado seis meses que deje de ir. En esta ocasión me armé de valor ya que habrá personas nuevas, nadie conoce nada de mí,  ni de mi familia, así que, todo estará bien, me repetía constantemente antes de entrar al salón de clases. Si veo que hay peligro simplemente tienes que desvanecer tu presencia y no te pasará nada. Mis manos estaban sudando, las limpié en mi chamarra negra y abrí la puerta del salón. Nadie presto atención así que, estaba agradecida con eso, aunque no sabía que escritorio tomar, me quedé como idiota en medio del salón. Comencé a caminar de retroceso e inevitablemente terminé chocando con alguien

-lo siento- dije mientras las manos me temblaban

- ¿Estas bien? - escuche decir a la persona detrás de mi, su voz era intimidante e hizo que comenzara a aterrorizarme aún más, el sudor se intensificó, ya no estaba solo en mis manos sino tambien en todo mi cuerpo, las manos las tuve que esconder para que no se viera lo temblorosas que estaban siendo. Sentía que todos me veían, y eso hacía que comenzara a entrar en pánico

-bien chicos, tomen todos sus asientos, la clase va a comenzar- al escuchar esas palabras regrese a la realidad, sentía que era salvada nuevamente por esa simple frase

-veo que ya estas aquí, por favor pasa al frente y presentate- no lo escuche dos veces y me apresure para ir donde la docente se encontraba, para mí, era como un escudo. Me quedé parada junto a ella durante varios segundos

-es una nueva estudiante, espero que todos le puedan dar una cálida bienvenida tanto en la escuela como en nuestro pueblo, demostremole que el clima en este lugar puede ser frío y húmedo pero su gente es la más cálida- los estudiantes frente a mi comenzaron a dar aplausos y ovaciones al discurso de la maestra, pero ahora yo estaba en un gran aprieto ¿que exactamente tengo que decir? Solo diré mi nombre y esperaré a que me indique dónde tomar asiento, no puedo hacer algo más.

-hola a todos, mi nombre es Ailén Miller- fue lo único que pudo salir de mis labios, después de ello mi mente quedó en blanco

-bien, al parecer eso es todo, puedes tomar el asiento que esta junto a la ventana- dijo mientras señalaba el lugar

Ahora todos sabían mi nombre, pero yo no sabía el nombre de nadie, aunque al parecer esto no era de importancia ya que, la maestra comenzó a dar su clase. Las clases no se me dificultaba en lo absoluto, me puse al corriente cuando estaba en casa y puede que me haya adelantado un poco a los temas que se verán en mi primer año de preparatoria. La clase se paso muy rápido, había olvidado lo divertido que era estudiar. Antes de que la maestra saliera del salón dijo

-Rika, quedas a cargo de enseñarle la escuela a Ailén, por favor,.tomártelo en serio-

-siempre me he tomado mis papeles muy en serio miss Erika- decía mientras le sonreía, al menos ya conozco el nombre de mi maestra quien solamente me sonrió y se desvaneció en ese largo pasillo

-Ailén,.sígueme, te diré los lugares más importantes a tomar en cuenta en este lugar- me decía Rika mientras tomaba mi mano

Visitamos los lugares más comunes que deber tener una escuela, la cafetería, los sanitarios, la sala de maestros.

-bien, no creo que sea necesario mostrarte los lugares destinado a los deportes, no creo que te interesen ¿ o sí? – decía muy segura de sí misma

Simplemente negué con la cabeza, no tenía interés en los deportes, así que estaba de acuerdo con ella

-bien, eso es todo lo importante que tienes que conocer de este lugar- decía mientras movía la mano de derecha a izquierda y se alejaba de mi. Decidí regresar nuevamente al salón de clases y esperar ahí.

Me quedé observando por la ventana, el día era lluvioso, podía observar en cámara lenta como caía cada gota de agua y se golpeaba en el suelo, comencé a contarlas dejando que el tiempo pasara de esa manera.

-Ailén, soy Killian, Killian Kampbell ¿que es lo que haces? - voltee mi cabeza hacia donde provenía esa voz grave, y no pude articular una palabra, era el chico con el que tope en la mañana

- ¿es algo que no me puedes decir? – preguntaba mientras se iba acercando poco a poco a mí.

- ¿eh? - no pude evitar decirlo, no sabía de que hablaba, cuando más se acercaba podía ver su piel pálida como si nunca le hubiera dado un rayo de sol en su vida y es entendible, el clima ayuda a que mantenga ese tono de piel, los ojos cafés de este chico eran intimidantes, pero a la vez bellos, no pude evitar quedarmeles viendo como si me hubieran hipnotizado

-¡hey! ¿me estas escuchando? - decía mientras chasqueaba los dedos, yo solamente asenti con la cabeza

-Killian ¿que haces? El juego está apunto de comenzar- decían varios compañeros de clases mientras se golpeaban la cabeza unos a otros

-ahora voy- su voz era demasiado profunda, aún seguía siendo intimidante en todo sentido

-ven conmigo, ¿no piensas quedarte aquí sola verdad? Las clases se reanudarán hasta que nuestro partido termine- me decía mientras me levantaba de mi asiento, tomo mi mano y me llevó a las canchas de basquetbol ¿tal vez el que te tomen la mano para llevarte a algún lugar es una costumbre aquí?

Las gradas estaban llenas, parecía que toda la escuela estaba aquí, así que Killian me llevó al banco de los jugadores, hizo que tomara asiento y en cuanto el entró a la cancha se escucharon los vítores de la audiencia, eran tan fuertes que inconscientemente tape mis odios con mis manos, al parecer era el jugador estrella

¿Eh? Me equivoque, no era el jugador estrella, cumple con su papel en el juego, más no hace algo extraordinario, pero él es quien se lleva todos los aplausos y porras en este lugar,  incluso sus compañeros de equipo le aplauden a él. Al parecer mi cara de confusión no la pude disimular

-todos en esta escuela confían en él y lo admiran, es algo que Killian se ha ganado a pulso- me decía el entrenador del equipo, creo que entendía a lo que se refería, su aura desprendía confianza y alegría, su sonrisa contagiaba a los demás y ese lado juguetón hacia sus demás compañeros hacia que la tensión se desvaneciera, existen personas así, son el centro de atención sin esforzarse tanto y existen personas como yo, que quieren pasar desapercibidas lo más que pueda de los demás.

El juego terminó y Killian seguía bromeando tanto con sus compañeros de equipo como con sus rivales, esto parecía más un juego amistoso, bueno, creo que eso es lo que es. El lugar comenzó a vaciarse, así que yo también decidí levantarme de la banca e ir al salón de clases

-espera, vamos juntos, terminaré de ducharme y cambiarme rápido- este sujeto no dejo que diera una respuesta y salió de la cancha así sin más. Me quedé sentada en la banca, era demasiado incomodo, después de 15 minutos Killian comenzó a acercarse a mi

-bien, vamos- trataba de tomar mi mano nuevamente, pero en esta ocasión me negué y simplemente comencé a caminar tras de él, comenzaba a hacerme preguntas las cuales no respondí, después de ello comenzó a hablarme de cosas de la escuela y de este pueblo, le preste atención a todo lo que decía en nuestro recorrido y al fin llegamos al salón de clases, abrí la puerta y confeti comenzó a caerme en el cuerpo mientras escuchaba al unisono un

-bienvenida- todos comenzaron a aplaudir, me pusieron un gorro de fiesta en la cabeza y me sentaron en medio del salón 

Cada uno de ellos comenzó a presentarse y decir cosas que les gustaban y desagradaban, en ese momento no podía pensar del todo, nuevamente el miedo estaba comenzando a apoderarse de mi, todos estaban a mi alrededor, escuchaba las risas, sabía que era por que se divertían pero mi mente recordaba y me hacía una mala jugada pensaba que se burlaban de mi, el sudor estaba comenzando a aparecer de nuevo, quería escapar de este lugar, pero tenia que calmarme, estaba aquí por que quería un nuevo comienzo.

Miss Erika coloco un pastel en frente de mi y todos comenzaron a cantar como si de mi cumpleaños se tratara, yo trataba de sonreír, no puedo decir que mi sonrisa saliera perfecta, pero al menos lo estaba intentando, después de ello todos procedieron a gritar

-mordida, mordida, mordida- coloque mi cara en frente del pastel, estaba a punto de darle una pequeña mordida cuando mi cara se sumergió en el pastel e inevitablemente mis lágrimas comenzaron a salir, mi respiración comenzó a ser inestable, sentía que me ahogaba, no podía quitarme esas imágenes de mi cabeza, en unos pocos segundos todo mi ser se desestabilizo, no podía pensar con claridad, a lo lejos escuchaba voces que decían

- ¿Estas bien? -

- ¿qué pasa? -

- Lo siento-

Pero el miedo era tan fuerte que no podía hacer nada más que huir de ahí, salí corriendo y solamente escuchaba los pasos que me perseguían, el miedo se intensificaba aún más, inconscientemente terminaba huyendo hacia arriba, ya era costumbre, creí que con la terapia esto había desparecido, pero no fue así, la tenia más que presente, la azotea, el pánico se hundió más en mi ¿por qué terminé aquí? Vi a alguien acercarse a mí lo cual hizo que reviviera escenas que supuestamente había olvidado

-¡no te acerques! ¡por favor solo vete!- gritaba con todas mis fuerzas para que esa sombra me dejara en paz, pero esta solo se acercaba mas y mas

Termine en la orilla de la azotea, ya no había vuelta atrás, era mejor terminar con todo esto de una buena vez, ya no quiero seguir atormentada, cada pequeña cosa que haga en mi vida traerá esos recuerdos, no podré vivir en paz, es mejor terminar con todo esto de una buena vez. Sin pensarlo tanto salte de la azotea mientras caía junto con las gotas de lluvia, por primera vez mi mente se despejo, no pude evitar sonreír, por primera vez sonreía de verdad. Me sentía en libertad. Pero el golpe contra el suelo me regreso a la realidad, no podía mover ni un músculo y el dolor era insoportable, moriré sintiendo dolor después de todo.

Mi vista era borrosa, pero podía medio vislumbrar una silueta que se acercaba con gran prisa a mí, asimismo comencé a escuchar ligeramente una voz, pero no podía entender que decía. Mi vista se iba desvaneciendo poco a poco y así mismo mi respiración, sentí algo en el cuello. Era como la mordida de un perro, conocía esta sensación,.cuando era pequeña un perro me mordió la pierna. Sentía como se profundizaban cada vez más en mi cuello y de alguna manera mi vista comenzaba a aclararse, mi respiración se estabilizaba, aunque el dolor se intensificaba cada vez más en mi cuerpo,  era soportable. La silueta que estaba encima de mi mordiendo mi cuello poco a poco se hacia más clara

El rostro pálido que me habló no hace mucho estaba sobre mí

-Killian- lo llame, mi voz al fin salió, coloco su rostro frente al mío, sus ojos cafés claro desaparecieron por completo, ahora eran de un rojo intenso

-tu estarás bien, ahora lo estas- escuchaba decirle mientras acariciaba mi cabello, mis ojos nuevamente comenzaban a cerrarse poco a poco quedándome dormida y sin saber nada más.