¡Alerta! De Spoiler
Una pequeña introducción del capítulo XVI «El Poder de Megura»
Sí es cierto, pero aunque él tenga ese amuleto y lo proteja incluso de mi magia, de algo no puede escapar: mi sexto sentido, ese que toda chica posee, él estaba completamente celoso y se negaba a preguntar de frente si había pasado algo entre los dos; ese era el verdadero motivo de que viniera hasta mi casa, me esperará e hiciera todo este interrogatorio.
— me besó — quería ver su reacción
su ceño se fruncio y los músculos de su espalda se tensaron — repitelo — dijo sin dejar de mirarme
— lo que escuchaste, me besó
Me quito la mirada, su ceño aún fruncido al punto de casi unir sus cejas, sólo lo observé, su actitud estaba cambiando y estaba dejando ver lo que sentía, aquel tan solo comentario lo causó.
Me gusta causar esto, sentir esto, por fin estoy teniendo el control de él.
— Estás celoso... — me acerque a él — tu ceño se frunce y esta vena de tu cuello se resalta — toque suavemente el lugar en su cuello
Me tomo de la muñeca con fuerza y fijo su mirada en mis ojos.
— deja de jugar conmigo — me soltó — me besas a mí y luego a él, ese es tu maldito juego
Me reclamó como si tuviera algún tipo de derecho sobre mí, por una parte lo disfrutaba ya que al fin estaba siendo sincero con lo que siente pero la otra parte no toleraba que sintiera que tenía poder de pedirme explicaciones, lo se; soy un manojo de confusión.
— fue él quien me beso y sabes que... Me gustó — mentí — no se detuvo a pensar, siguió sus impulsos. Deberías aprender
— a ser un maldito... no gracias
— no, a ser capas de decir lo que realmente quieres y no ocultarte en la fachada de un tipo sin sentimientos
Creí tocar una fibra débil de él, respire y pensé como arreglar todo esto, no era lo que necesitaba en estos momentos.
— sólo dilo — mi voz salio más suave — es lo único que quiero
Me miró de reojo, dudando entre hablar o mejor callar; es un tipo duro y me tomo mucho tiempo avanzar hasta este punto y necesito que él de el siguiente pasó.
— me enamoré — casi gritó las palabras, en ellas había miedo y rabia — ganaste en tu propio juego, lograste enamorarme
Escuche la confesión mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro, imagine tanto escucharlo y aún así la realidad supera cualquier cosa, su voz pronunciando esas simples palabras creo un nudo en mi garganta, un agujero en mi estómago y la felicidad se instalaba dentro de mi pecho.
— demuestralo — tenía sus palabras, ahora lo quería a él.
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