6. Comida Para Llevar 18+

Tras seis meses, algunas cosas habían cambiado. John estaba más ocupado que nunca, con el fin de mantener su mente ocupada en otras cosas. Lo que se avecinaba en esta parte de su vida iba a recordarle hechos que jamás podría olvidar.
Su rutina era agotadora: atendía el primer restaurante muy temprano en la mañana, luego iba al otro a verificar asuntos pendientes, después pasaba por la empresa —de la cual Mary se encargaba la mayor parte del tiempo— y finalmente regresaba a casa solo para bañarse antes de volver a salir. Si debía dormir allí, lo hacía en el sofá.
Un día, al salir, fue abordado por un repartidor con un paquete que jamás en su vida esperaba recibir.
Mia se encargaba del restaurante por las tardes y noches, ya que John iba por las mañanas a ambos.