Bebés secretos de millonario.

—Señor Grey, soy Diana Parker. Solía ​​trabajar para usted… —El señor Grey parecía incrédulo—. Formaba parte de su equipo técnico.

—Diana, te conozco. Me sorprende un poco verte aquí.

—Señor Grey, tú en el escenario en los próximos cinco minutos… —La asistente del señor Grey entró para avisarle, y él se apresuró a decirle a Diana—: Lo siento, tengo que irme, pero fue un gusto verla. —El señor Grey intentó salir rápidamente. Era evidente que no quería hablar con ella sobre cómo se habían torcido las cosas años atrás, pero Diana sabía que era la única oportunidad que tendría en semanas.

—Tiene tres hijos. Soy la madre, por supuesto. Yo… —El señor Grey se detuvo en seco y tardó un segundo en darse la vuelta—. ¿Qué?... ¡¿Qué?!