Corazón de Piedra

En el Olimpo, Eros, el dios del amor apasionado, siempre ha sido admirado y temido por su capacidad de influir en los corazones de mortales y dioses. Sin embargo, su éxito y adoración han alimentado su ego, convirtiéndolo en un ser caprichoso y egocéntrico. Disfrutando de su poder, Eros comienza a usar sus flechas no para unir corazones, sino para jugar con ellos, creando relaciones desequilibradas y sufrimiento en los mortales, solo para su diversión.