Pares y Nones

El secuestro NO es un juego. En la vida real no te enamoras de tu secuestrador, muchas veces ni siquiera sales con vida de un rapto. Si tienes la mala suerte de ser secuestrado con tu hermano, ten por seguro que uno de los dos no volverá, a veces ninguno. Si tienen buena suerte, uno podrá escapar, pero no completo; puede ser sin un dedo, sin una mano, una oreja, un pie, lo que sea; cualquier parte del cuerpo.
Si sobrevives, ten por seguro que tu cordura se verá dañada, necesitarás ayuda psicológica, quizá ocupes medicamento para controlar los ataques que sufres cada noche, al dormir. Ocuparás ayuda, y en ocasiones nadie va a querer dártela porque te culpan de la muerte del hermano que no regresó.
Esta no es una historia rosa, intenta ser lo más realista posible.