Sombras del corazón

Nunca planeé enamorarme de él. Yo solo necesitaba empezar de nuevo, alejarme de los fantasmas del pasado y de una vida que ya no me pertenecía. Pero entonces apareció Él: arrogante, encantador sin proponérselo, y con más secretos de los que estaba dispuesto a confesar.
Lo odié la primera vez que hablamos. Y lo odié aún más cuando descubrí que estaríamos obligados a compartir el mismo techo. Pero entre discusiones, silencios incómodos y miradas que quemaban más que cualquier palabra, entendí que a veces el amor se esconde en los lugares más inesperados.