Nos conocimos por casualidad: era un ángel que paró mi taxi por casualidad. Soy un hombre de negocios que perdió una apuesta y tuvo que conducir un taxi para conseguir un lucrativo contrato. No nos caímos bien a primera vista, pero el destino tiene un sentido del humor bastante cruel, así que n...
Hay en el texto:
jefe y emplada, padre soltero y millonario
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