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Capítulo 5: El día que todo cambió

Sin darnos cuenta 5 años habían pasado; con el paso del tiempo ella y yo nos volvimos completamente inseparables y la luz de sus ojos regreso poco a poco, yo por otro lado fui capaz de confiar un poco más en humanos y esas personas que antes me atemorizaban y quería alejar se volvieron mi familia más cercana; todos los días a las exactas 15:00 horas, aquella pequeña gigante entraba por la puerta y lo primero que hacia es abrazarme sin dejar de repetir unas palabras que se grabaron en lo más profundo de mi alma: “Te amo”, nunca comprendí que significaban pero por alguna razón cada que lo mencionaba me hacía sentir querido, claro que yo le respondía solo que lo que yo también decía ella no lo podía comprender. Somos seres muy diferentes después de todo.

Con el pasar de las horas la situación de ser algo  muy lindo pasó a ser un poco atemorizante: el cielo se estaba cerrando con unas nubes negras que apenas y dejaban pasar a la luz del sol y aquella pequeña me abrazaba con fuerza, supongo que tenía miedo de algo.

  • ¡Hija! – Dijo el padre de la pequeña. – Cierra ventanas y asegúrate de que no se abran, los noticieros avisaron que la lluvia llegaría con mucha fuerza a la ciudad y probablemente haya inundaciones, aunque más que nada para que no se vaya a salir Orgen… El día estará muy peligroso es mejor mantenerlo aquí dentro.
  • ¡Claro papá! – Respondió la pequeña y después me miró. – Discúlpame pequeño. – Comenzó a decir ahora hacia mí acariciándome la cabeza. – Hoy no podré dejar que salgas a pasear, podría sucederte algo.
  • Miau. – Le respondí, pero pues claro que no me entendió, o yo a ella.

Solo sé que tras decirme aquellas palabras fue hacia la ventana y la cerro: “¡Oye espera!” Dije acercándome a ella. “¡Quiero ir afuera!”, ella ignoró lo que dije y bajo las escaleras, mientras repetía: “Hoy no puedes salir”, lamentablemente eso si pude entenderlo, ¿Cómo que no puedo salir?, me preguntaba a mí mismo. Sé que las nubes son atemorizantes pero es justamente ahora cuando puedo salir, si me tardo un solo segundo más podría comenzar a llover y ahora si ya no podré salir…

Como ella ya se había ido, yo me quede ahí en la recamara completamente molesto, ¡Todos los días puedo salir!, ¿Solo por unas estúpidas nubles ya no? , Sé que son oscuras pero, ¡Y eso que! Estar todo el día encerrado es agobiante y deprimente… ¡Quiero salir!

Debía aprovechar que la lluvia aun no comenzaba y que las nubes estaban todavía lejos sin tapar la ciudad, si salgo ahora puedo refrescarme con el aire del exterior y no solo eso, quizás incluso pueda encontrar algo bueno en el camino para traerle a la pequeña gigante. Entusiasmado por encontrar un regalo comencé a mirar la ventana para encontrar una forma de salir, vi que es lo que hizo ella para cerrar la ventana entonces quizás solo tenía que moverle a esa pieza del centro y empujarla un poco para que la ventana se abra, lo cierto es que me enorgullezco de mi capacidad visual, siempre he visto como abre la ventana y la cierra, pero como me dejaba salir nunca tuve necesidad de ponerme a prueba, excepto hoy. Estaba frente de la ventana y con mi pata rasque una cosa que estaba en el mero centro de la ventana, era como una patita curiosa y algo dura tras algunos intentos reboto un poco y se abrió, en ese momento la ventana también se movió un poco y con ayuda de mi cuerpo intente empujarla hasta que logre abrirla, ¡El aire es genial! Y por lo nublado estaba haciendo un poco de frio lo cual es todavía mejor para salir a caminar, ella y su familia fueron a comer a la planta baja por lo que no habría problema si me escapo por unas cuantas horas, o antes de que empiece a llover, y como dije antes esta caminata me podría ayudar para encontrar un regalo que llevarle a la pequeña gigante, estoy emocionado.

Salí por la ventana y salte hacia la calle principal, me pareció extraño que ningún perro me haya ladrado pues siempre que hago esto todos se ponen histéricos y me amenazan de muerte; bueno quizás exagere, hay dos o tres que son bastante agradables… Sabía perfectamente a donde ir, algunas cuadras hacia donde se oculta el sol hay un parque gigantesco y estoy seguro de que en ese sitio podre encontrar algo lindo para la pequeña gigante, aunque ni siquiera sé que es lo que estoy buscando por lo que espero no demorarme mucho.

Las nubes estaban cerrando el cielo más y más, pero yo no quería irme sin antes encontrar que regalarle a aquella niña “seguramente aún tengo unos minutos” Pensé y corrí por todo el sitio buscando algo que me gustara, en ese momento a varios pasos frente de mi pude ver una flor amarilla realmente bella, no lo dude ni dos segundos y corrí hacia allí, la arranque con mis dientes y empecé a correr de regreso a casa, la lluvia estaba empezando a caer pero estaba seguro que aún tenía tiempo, o al menos eso creía de la nada y sin previo aviso la lluvia comenzó a caer con una fuerza sin igual las calles se llenaron de agua en cuestión de segundos y sin oportunidad de ocultarme por estar asustado el agua me arrastró… Ahora entiendo que ella cerró la ventana justamente para evitar esto.



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En el texto hay: gatos, suspenso, dolor

Editado: 28.05.2021

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