CAPITULO OCHO

Pero solo una noche basto para saber lo que yo significaba para él,para darme cuenta de que yo era una ESTÚPIDA en mayusculas, por creerle todo.

Tenía que pasarme de la hora laboral,por algunos asuntos y ordenar los archivos de las personas que se van a ir pronto, sí me han dicho,que les he puesto un motivo, para salir lo más rapido y asi poder enmendar sus errores. Como venía contando, esa noche, casi me muero de un infarto al ver a Antonio en el marco de la puerta de mi consultorio,casi grito pero el se acerco a mi rostro y me tapo la boca, cuando me quito la mano, le dije

-Esto es una locura¿sabías?, a mi me puede costar mi puesto y a tí, aplasarte más tu salida

Él me respondió- No me importa cometer alguna locura por tí,además el guardia cree que estoy mal y por eso estoy aquí.

Esa noche me ayudo en mi trabajo, si lo amaba mucho, porque sin importar que yo este mal,al verlo me siento como un arcoiris,irradio color en todo momento. Luego compartimos una ensalada de frutas que habia pedido, nos dabamos las frutas entre beso y beso, para mí,cada vez que juntabamos los labios,se me olvidaba el PUTO MUNDO, hubó muchos besos y tambien caricias por encima de la ropa. Pero el debia irse a su dormitorio igual que el resto de pacientes, nos dimos un beso de despedida, pero no fue asi,fue el beso más carnal y apasionado que había dado y recibido en mi vida, el me mordio mi labio inferior, y sin queres solte un gemido, y eso fue como la perdición en ambos, sin llegar a pensarlo, nos desquitamos de la ropa, el me la quitaba entre besos, mejor dicho,en todo mi cuerpo daba besos, el quería que estuviera tranquila,aunque yo mentalmente sabía que me iba a doler,porque eso se lo escuchaba a mis amigas de universidad,

Estabamos en el baño, pero yo estaba encima de mi bata, la habiamos colocado en el piso, para asi no deslizarme, ni cambiar de puesto,ni mucho menos ensunciarme, porque solo Dios sabe que habran hecho ahí,antes que yo consiguiera el trabajo.El se separó de mí, me pregunto -que si estaba segura, yo le dije       -que con el iria hasta el infierno, que no se preocupara,tomaba anticonceptivos. 

Sentía algo duro que chocaba con mi centro, nos empezamos a besar,sentía que se me iba el aire,pero quería que siguiera,lo anhelaba, lo deseaba con todo mi ser. El me hablaba al oido, que me dolería al principio,pero que sería cuidadoso, por mí,otra vez me preguntó,si yo estaba segura, le dije que andara sin rodeos,ya que estabamos contra el tiempo, y fue ahí cuando,en medio de un beso, el ingreso en mí, sentí un ardor, pero lo aguantaría, Antonio me pregunto ¿que si se podia mover? yo asentí, el en todo momento me besaba y me susurraba que era el amor de su vida, le dije que si se podía mover un poco más rápido, el hizo un movimiento de cabeza afirmando, entonces en cada embestida se sentía como estar tocando el cielo, luego de dar varios empujones en mi interior, nos corrimos a tiempo, duramos juntos, siendo un solo ser como 5 minutos, luego nos separamos,yo miré hacia abajo, la bata tenía sangre, el me dijo que no era nada del otro mundo,que si quería el la podia botar, yo le dije que de eso me encargaba yo, y así nos empezamos a vestir, para mi, fue lo más bonito que he sentido en mi vida, mientras que para él ya había pasado a ser un acoston.

A los minutos, el se marchó, luego de darme un beso y un abrazo