Conocerte

Capítulo II

Los siguientes días fueron una locura, empezamos a hablar con Gaston y nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común. Aunque estaba segura que era más chico que yo me juro que tenía un año más. Había cosas que me hacían dudar, pero la atracción que sentía inhibía mis miedos y dudas. Hablábamos desde la mañana hasta que nos íbamos a dormir, me llamaba por teléfono, me mandaba chistes y los mensajes eran constantes. Al mediodía me buscaba en el colegio y nos íbamos a caminar, tomábamos helado y nos reíamos sin parar. Todo lo que estaba viviendo reforzaba lo que sentía por él. De a poco, si no estaba enamorada al principio lo estaba empezando a estar. 

Pasaron unos meses y llegó mi cumpleaños. Todo parecía estar bien, había planeado un festejo chiquito para presentarlo en casa. Nadie sabía de él y no estaba segura que lo fuesen a aceptar, era más una sensación que una certeza, pero estaba segura de que sólo era miedo. En casa no están muy de acuerdo con las relaciones, no porque no pueda tenerlas, pero igual es complicado. 

Estaba llena de ansiedad, le dije a mi mamá que estaba viéndome con Gaston. No le gustó para nada, pero decidimos festejar mi cumpleaños igual. Gaston era dulce conmigo, pero apenas lo había visto interactuar con otras personas. Note que tal vez no era amable con el del quiosco o el de la heladería, pero lo había dejado pasar. Mi burbuja era muy grande como para que me importe. No sabía que esperar y me ponía nerviosa la incertidumbre, pero esperaba que todo saliese bien. 

Mi cumpleaños empezó bien, recibí varios regalos, vinieron amigos a casa, algunos no pudieron venir. Gaston llegó vestido con una camiseta deportiva porque había estado jugando al fútbol. Nunca lo había visto sin uniforme hasta ese día. Se lo veía más flaco que con uniforme y como si estar vestido así en un cumpleaños no fuese malo, por haber estado jugando olía mal. Sentí una pequeña decepción inicial, como si no valorase venir a verme. Le había dicho las formas de mi familia, lo preocupada que estaba. Y aunque había llegado parecía distante, como si estuviese por obligación. Sentí por un momento ganas de llorar y de que se vaya, pero no lo iba a hacer, tampoco sabía si había pasado algo, porque por primera vez no me había hablado en todo el día. No tenía que hacerlo, pero siempre lo hacía, en algún punto me había acostumbrado a saber de él. 

Pese a los recelos de mi mamá sobre él le estaba poniendo bastante de sí para que pase un buen cumpleaños. No le gustaba ni lo que Gaston me regaló, un peluche, pero no decía nada. En el aire se sentía la energía que creaban los dos. Vi que a Gaston no le gustó mi mamá tanto como a ella no le gustó él. Eso seguro no era bueno, pero realmente esperaba pasar un cumpleaños sin preocupaciones. Aunque se me hacía difícil me esforcé muchísimo en que así sea. Al final del día Gaston se fue y el final de mi cumpleaños, aunque estaba triste, pareció mejorar. Tenía ganas de llorar, pero no me iba a permitir hacerlo hasta hablar con mi mamá y con Gaston al respecto. 

 

A la mañana siguiente me levanté un poco enferma, pero no dije nada para poder ver a Gaston al mediodía. Sin embargo, a media mañana me mandó un mensaje diciendo que no iba a poder venir. Que nos veíamos al día siguiente. Volví a casa con unos amigos que vivían para el mismo lado. No quería entrar así que me quedé esperando en las escaleras de entrada un rato, hasta que el hambre me obligó a hacerlo. Al llegar encontré a mi mamá cocinando. Se veía sería. No habíamos hablado más desde ayer antes del festejo y estaba segura que tenía cosas que decir. Me hubiese gustado hablar antes con Gaston para poder justificarlo, pero seguía sin saber nada de él. 

Después de almorzar mi mamá me sirvió una taza de café y otra para ella. Se sentó frente mío y me empezó a hablar sobre el cumple, algunas cosas de sus amigas, la torta, los regalos. Pero sabía que sólo eran la introducción a lo que realmente estaba esperando hablar. Cuando llegó el momento no podía estar más nerviosa por escuchar lo que tuviese que decir. Sentía que tenía que ser muy malo si había hecho una introducción tan larga.

Al final del día me fui a dormir. Tenía la cabeza dando vueltas y realmente quería desaparecer de la faz de la tierra por un ratito. Hay una canción de Justin Bieber con Ed Sheeran, que aunque no me gusten mucho los artistas forma parte de mi lista de reproducción de Spotify. Se llama Love Yourself. La encontré buscando otra con el mismo título pero de Eminem. Dice algo así como a mi mamá no le gustabas, y a ella le gusta todo el mundo. Las canciones suelen transmitir en palabras lo que no podemos expresar. Esa canción desde que la escuché fue la que mejor expresó todo esto. Definitivamente a mi mamá no le gustó Gaston. Él fue mal educado con ella, sin motivo. Le respondió en un tono que no correspondía y no la saludo cuando se iba. Tal vez parezca algo tonto o chico, pero cuando se suponer que vas a conocer a los padres de tu novia o de la chica con la que estás saliendo al menos intentas ser educado y car bien, te esforzas. Y eso es justo lo que Gaston no hizo. Como no había hablado tampoco con Gaston en todo el día seguía con todas mis dudas abriéndose paso en mi cabeza y volviéndome loca. 



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En el texto hay: reencuentro, amor, dolor

Editado: 08.09.2020

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