Conquistandote

Capítulo 5: Travis

Me despido del señor Glove con un apretón de manos y camino de regreso a mi oficina. Él dijo que no se decidió todavía si contratarme como su asesor financiero o contratar a Gibbs. Yo tengo mejores números que mi contrincante y más experiencia con gente de dinero, sin embargo, Gibbs tiene simpatía para convencer a las personas. El señor Glove me dio a entender que él es más “humano” que yo, yo soy más como un robot y él busca algo más que números.

Deduzco que nos invitó a pasar el fin de semana con él y su esposa para vernos en otro ambiente, uno fuera del laboral y así evaluarnos. Tal vez espera que yo sea menos robot fuera de la empresa y de la presión del trabajo. Sin embargo, yo no estoy seguro.

Soy controlador, me gusta que todo esté muy organizado y no reacciono bien cuando algo no sale como esperaba. Impulsividad no es una palabra que me defina.

Me gusta la naturaleza, la montaña, caminar y escalar, aunque no lo he hecho en mucho tiempo porque cuando me voy de vacaciones, algo que rara vez hago, me la paso trabajando.

Espero que este fin de semana me ayude y no me perjudique.

—Si piensas que tienes a Glove en tu bolsillo, te equivocas.

Me detengo en seco y me paro frente a Gibbs que me observa con una sonrisa burlona en su rostro. Desearía borrársela con un puñetazo y odio no poder hacerlo.

—No pienso nada. A diferencia de ti, tengo otras cuestiones importantes que ocupan mi mente.

Intento seguir de largo y él me impide el paso. Suspiro armándome de paciencia.

—¿Cómo tu sorpresivo compromiso? Es extraño que sacaras a la luz tu relación y tu compromiso justo cuando el matrimonio Glove apareció en escena, sabiendo que para ellos la familia es más importante que el dinero.

—¿Por qué? No soy un hombre que comparte su vida personal con desconocidos ni con gente del trabajo. En todo caso, no te debo explicaciones. Puedes pensar lo que quieras.

—A mí no me engañas, Travis. No sé por qué imagino que le pagaste a la amiga de tu hermana para que fingiera ser tu prometida o le pediste el favor para conseguir a Alberth Glove como cliente.

Niego con la cabeza manteniendo la indiferencia que me caracteriza. Por suerte tengo práctica en encerrar mis verdaderos pensamientos y emociones, tanta que no hay forma que él pueda incomodarme o notar que me inquieta que sospeche de mi relación falsa. Ni siquiera mi hermana es capaz de descifrar mis pensamientos o emociones.

—Estás tan obsesionado conmigo que hasta te pones a armar teorías incorrectas en tu cabeza. Deberías enfocarte en tu trabajo en lugar de estar pendiente de mí, Gibbs, o en todo caso en buscar mejores formas de complacer a tu mujer para que se dibuje una sonrisa en su rostro y no tenga cara de tristeza.

—No hables de mi mujer.

—Ah, pero tú puedes hablar de la mía.

—Como sea—se aparta—, supongo que este fin de semana sabremos la verdad.

Él sigue su camino y yo sigo el mío. Veo que mi asistente va a decirme algo y se calla cuando levanto la mano pidiéndole que no diga nada. Necesito un momento para calmarme.

Entro en mi oficina, cierro la puerta, tomo aire y lo exhalo con los ojos cerrados. Controlo mis instintos asesinos.

Gibbs no va a dejarme en paz y la única forma de vencerlo es estar un paso por delante de él.

Acaba de dejar claro que estará observándome todo el fin de semana, a mí y a Andrea, lo que significa que tenemos que parecer una pareja de enamorados.

No quería ir a ese viaje, me molestó que Andrea aceptara, no obstante, ahora estoy agradecido porque de lo contrario Glove habría elegido a Gibbs sobre mí y no puedo perder, no contra él.

No me entusiasma la idea de compartir una misma habitación con una mujer que mi cuerpo desea y no puede tener, pero tendré que hacerlo, no puedo huir.

Especulaba que fuera de la habitación no sería la gran cosa si estamos haciendo actividades o algo que no tenga nada que ver con el romance. Creía estar a salvo, hasta que Glove mencionó algo de un paseo romántico que su esposa y él prepararon para las parejas.

¿Y si Glove sospecha al igual que Gibbs y por eso quiere ponernos a prueba? Tal vez el imbécil de mi competencia le insinuó que estamos fingiendo… No, no pueden saber la verdad porque no solo perdería a Glove, sino mi reputación y Gibbs celebraría con orgullo.

Abro los ojos, me siento detrás del escritorio y busco mi celular para llamar a Andrea. Necesito hablar con ella, trazar un plan y rogar para que ella se adecue a este y no salga con alguna de las suyas. Con ella es casi imposible saber que esperar y es una de las razones por las cuales creí que el rechazo del pasado fue bueno para ambos porque como pareja no encajaríamos. Tal vez sienta deseo por ella y me importe un poco por causa de mi hermana, aun así, sigo firme en que no podríamos ser una pareja real.

El beso que me dio en la fiesta está grabado en mi memoria porque varias veces me pregunté como sería besarla. En la escuela sentía celos cada vez que la veía besando a otros chicos y luego me enojaba conmigo mismo por ello. Tras haberla besado, todo es diferente.

Sacudo la cabeza borrando los recuerdos del pasado y le marco a Andrea esperando que responda.




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