Cuervo, no me olvides.

24

Los tres señores caminan hacia las afueras del rascacielo del Grupo 3. En la entrada, guardaespaldas y chofer esperan su llegada. Minutos después, el coche oficial del Grupo 3 circula en el tráfico de la ciudad. Adentro, el silencio es pesado e intenso. Nadie se atreve a hablar. Nadie se anima a pronunciar las primeras palabras. 

―Todo está listo, señor Richard ―informa el Jefe de Seguridad en el asiento pasejero, a la par del conductor.

Richard, solo asciente antes de alzar el vídrio de separación entre los guardaespaldas, el chofer y ellos. 

―Nos encargaremos de cualquier testigo, cada cable suelto será cortado y tirado a la basura ―asegura Lee Joon, sin dejar de mirar la pantalla de su celular.

―Bien ―afirma Richard, sin quitar la mirada de la ventana de la limusina, adentrándose en el corazón de la ciudad.

―¿Cuándo pondrás tu plan en acción? ―inquiere Guillermo, incapaz de retenerse a sí mismo, bajo la mirada acusativa de Lee Joon.

Antes de hablar, Richard inspira hondo: ―muy pronto, señores; muy pronto.

―Ya cambiamos todos los poderes y los estatutos de la sociedad, cada uno de los accionistas mayoritarios firmaron. Lee es ahora, oficialmente, nuestro nuevo líder ―insiste Guillermo, serio.

―Lo siento mucho, Richard ―se disculpa Lee Joon, con la garganta apretada.

―El Pacto se debe mantener. El Pacto, es la base de nuestro éxito por décadas, por él vivimos y por él moriremos. Esa es la realidad, crecimos en su sombra, y ahora somos el Pacto.

―¿Qué le dirás a tu mujer? ―inquiere Guillermo.

―La verdad, el pasado de Alessandro lo llevó a su perdida.

―Me cuesta todavía creerlo, Richard. Tiene que haber otra salida, Lee...

―¡Cállate! Lee es nuestro futuro, lo has criado para que un día fuese el líder del Grupo 3 como cualquiera de nosotros. No habrá excepción a la regla, ni una sola vez. Yo no seré el primero en romper el Pacto.

―Sigo pensando que es una medida evitable, SIM3 se puede recuperar y....

―¡Qué te calles! ¡Crees que es fácil para mí! No lo es, es mi hijo ―grita Richard, golpeándose el pecho con las lágrimas a los ojos―. Pero eso no quita que su fracaso nos traerá a todos para bajo.

―No lo puedes culpar...

―Sí, lo puedo culpar. Le advertí, muchas veces se lo dije; Lucy siempre ha sido un veneno, y por eso llegamos a ese punto. Él no me escuchó, tiro su vida por el borde y por encima quiso jugar al jinete oscuro y no sé que más mierdas en lugar de encargarse del Grupo. Cualquier excusa para él era un buen pretexto para no tomar su cargo en serio. Y allí están las consecuencias, no dejaré que él nos hunda a todos. ¡Dios Santo, hasta la misma Catalina tuvo más coraje que él! Ahora que estamos al borde de la quiebra, a quince días de poner la llave bajo de la alfombra, después de tres generaciones... Y me pides a que entienda a mi hijo. Lo siento, pero no puedo. Lo amo, es mi hijo. Pero si tengo que escoger, sé a dónde está mi lealtad. Y espero que ustedes recuerden ese día, porque exigiré lo mismo.

―¿Qué hacemos con Catalina? ―pregunta Guillermo preocupado.

―Nosotros nada, Lee sabe perfectamente bien lo que tiene que hacer. A los medios no les sorprenderá enterarse de la noticia. Con ella se acaba el legado de su padre.

―Señores, aquí está mi parada, tengo un entierro de planificar ―informa Richard, al momento que la puerta es abierta por el chofer.

―Nuestras futuras condolencias, Richard. Está noche vendremos aquí ―informa Guillermo, antes de dar la señal al chofer de cerrar la puerta.

Richard, con toda la dignidad que le caracteriza, se endereza y con su bastón camina despacio hacia los senderos del cementerio. A pesar de su calma fingida, su bastón y su mano tiemblan. Poco a poco, la distancia entre la limusina crece hasta no existir más. Apenas Richard juzga la distancia segura, deja sus nervios controlar su cuerpo: su bastón resbala y el hombre cae en el mismo suelo hecho de tierra y moho. Abatido por el peso de los años, la culpa y al final de cuentas de su propio fracaso como padre.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.