Culpable

3. Pasado

El señor Cellweerk nos sonríe amablemente mientras Alex le habla con detalle de las mejoras que contiene el nuevo prototipo de la empresa y de cómo han podido hacerlas en tan poco tiempo, por mi parte, finjo estar escuchando y asiento de vez en cuando a las palabras de mi prometido para reforzar la idea de que estoy verdaderamente interesada en la conversación.

  ─Estoy impresionado─dice el señor Cellweerk una vez que Alex termina de hablar─, creo que tienes un gran futuro en éste negocio.

  ─Para mi es un honor que usted piense eso.

  ─Lo digo de verdad, muchacho, parece que sabes de lo que hablas.

  ─Es porque es así─interrumpo de repente provocando que las miradas se dirijan a mi por primera vez durante la charla─, tampoco podemos ignorar la pasión con la que habla de su trabajo, sé con seguridad que el trabajo que Alexander realiza en esto es más que excelente.

  ─Tiene razón, señorita Carson─el señor Cellweerk ensancha su sonrisa y un destello de curiosidad se asoma fugazmente en sus ojos─, sí tu prometida habla así de ti, creo que no sería mala idea que tú y yo hablemos de negocios.

Siento la satisfacción extenderse en mi pecho, pero intento que no se me note demasiado al mismo tiempo que intento evadir el rostro sorprendido de Alex.

Con la promesa de una futura reunión de trabajo, nos despedimos del señor Cellweerk y el chico a mi lado pone una mano en mi espalda con suavidad para encaminarme a la parte trasera de su propiedad.

  ─¿Es cierto?─pregunta mi futuro esposo una vez que estamos ocultos en la soledad de su jardín─, ¿de verdad crees en lo que dijiste?.

  ─Por supuesto, ¿por qué no lo haría?─digo lo más sincera que puedo, hablando de corazón─, es verdad que me quedo dormida en la mayoría de tus discursos─me burlo robándole una sonrisa que no parece ser robótica, sino más... real─, pero sé que sabes mucho acerca de tu trabajo porque amas lo que haces.

  ─Bueno, ¿quién hubiera dicho que puedes ser agradable de vez en cuando?.- murmura siguiéndome la corriente.

  ─¿Cómo que de vez en cuando?─le doy un suave golpe en el brazo fingiendo estar molesta─, yo también creo que tienes un buen futuro por delante─lo animo─, incluso si tu padre lo niega.

  ─Livi... creo que deberíamos romper el compromiso─al principio me sorprendo, admito que sus palabras lograron tomarme desprevenida, sin embargo, unos segundos después, mis ojos no paran de examinar su rostro, decidiendo sí lo que dice es real o sólo un truco que Bella a orquestado─, sé que no estabas de acuerdo y debí hacerte caso antes, lo lamento, no quiero que sigas atada a mi. 

A pesar de que puedo sentir como un peso se quita de mis hombros, hay algo que sigue sin cuadrarme en toda la situación, quizá es la forma en la que Alex cambia su peso de un píe a otro con nerviosismo.

  ─Así que lo haces por mi, ¿verdad?─me acerco un poco a él, lo suficiente para saber cuál es reacción ante mis siguientes palabras─, ¿qué pasa si ahora realmente quiero casarme contigo?

  ─No lo dices de verdad, sé que no me quieres de esa forma y... para mi... es decir... para los dos, sería más fácil si...

  ─¿Cómo se llama?─lo interrumpo mientras las comisuras de mis labios se elevan de forma exagerada.

  ─No sé de qué hablas.

  ─Vamos, Alexander, siempre he sabido cuando estás mintiendo, así que ahórrame trabajo y dime cómo se llama.

  ─Charlotte─dice con voz dulce, una que deja entre ver el anhelo que tiene de estar a su lado─, ella es...

  ─¿Diferente?─él asiente─, bueno, debe serlo si estás dispuesto a dejar de lado la fusión de las empresas por ella.

  ─No necesitamos casarnos para la fusión, Livi, esa parte fue algo que yo sugerí.

Puedo jurar que mi maxilar inferior se desencajó ante su confesión. 

  ─¿Cómo que la sugeriste?

Alex inhala profundamente y mira al suelo con las mejillas sonrojadas, creo que tiene un debate mental y no sé cuál es su decisión, pero comienza a hablar pausadamente.

  ─Nuestros padres tenían pensado fusionar las empresas desde un inicio, pero yo...─guarda silencio─, tienes que entender que esto fue hace muchos años... yo... sabes que soy muy egoísta y...

  ─No voy a juzgar ninguna de las decisiones que pudiste haber tomado en el pasado, así que puedes hablar tranquilo.

  ─Siempre fuiste muy distinta a lo que acostumbraba ver en las demás chicas y eso comenzó a agradarme más de lo que debía, así que cuando oí lo de la fusión, me aproveché de eso, convencí a todos de que sí tu y yo comenzábamos una relación...

  ─Espera, espera...─sacudo mi cabeza para entender lo que dice─, tú dijiste que no me querías, que todo era parte del negocio.

  ─Bueno, dejaste muy claro desde el primer momento que no sentías lo mismo por mi, soy demasiado orgulloso para rogar por cariño, ya lo sabes.

  ─¿Por qué no dejarme ir entonces?, ¿por qué mantenerme atada?

  ─Cada que iba a buscarte estabas con él─mi ceño se frunce porque no sé de qué rayos está hablando─, no podía soportarlo, Olivia. Soy más guapo, más alto, incluso tengo más dinero del que él podrá tener nunca, pero aún así sigues prefiriéndolo─lanza una risa amarga, parece estar recordando todo con mucha claridad─, tu padre me ayudó a entenderlo: "No es culpa suya, hijo, el amor nunca funciona de la forma que esperamos."─intenta imitar la voz de mi padre─, supe que no es lo que tiene, es lo que ves en él lo que hace que estes tan enamorada.



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Editado: 16.10.2018

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