Culpable

8. Entelequia

Charlotte se recarga sobre el respaldo de su asiento, su frente se arruga y su cabeza se ladea un poco mientras considera la propuesta que acabo de hacerle.

Aprovecho sus segundos de indecisión para tragar saliva, lo cierto es que la rubia es mi única esperanza.

  ─No creo que sea buena idea, Liv─se muerde el labio─, a la señora Winship probablemente no le agrade que yo...

  ─Bea Winship es más buena que el pan, no va a molestarle en absoluto que me sustituyas─le sonrío con confianza─, además, probablemente le eres más útil que yo, incluso sin la escayola sigo siendo un poco torpe.

Muevo mi brazo izquierdo un poco, la tela sobre mi piel sigue sintiéndose demasiado incómoda.

  ─Aún sabiendo que tienes razón, no me parece que vaya a sentirme tan bien con esto─bufa─, aunque es uno de los desfiles de modas más importantes y estar en él... pero sería incorrecto, es decir, no quiero sentir que me estoy aprovechando de la situación─puedo ver que hay un debate en su cabeza─, por otro lado, sí logro que alguno de los diseñadores vea alguno de mis diseños y le gusta, entonces... aún así no dejaría de estar mal.

  ─Por favor, Charlotte, tienes que hacerlo─mis manos se juntan─, no hay nadie más que pueda suplirme, tengo que viajar a Londres durante este fin de semana y no puedo dejar a Bea con todo el trabajo.

  ─Entonces, ¿esto es otro de los compromisos que tu madre dejó pendiente antes de...?─asiento frenéticamente.

  ─Me está matando─hago una mueca─, quizá no es el comentario más acertado para la situación─hago una pausa antes de suspirar─, a lo que me refiero es que entre las reuniones y los memoriales a los que debo asistir, apenas tengo tiempo para trabajar... o respirar.

  ─Supongo que lo haré en ese caso─mis ojos se abren con emoción.

  ─¿Lo harás?─busco en mi bolsa los papeles que Bea me dio hace un par de días─, este es el programa, llamaré a la madre de Alex para informarle que vas a ayudarla.

Me doy cuenta que Charlotte ya no está prestandome atención, sus ojos verdes escanean la hoja en sus manos mientras su boca comienza a abrirse formando una "o".

  —¿Te das cuenta de que en este programa están los nombres de cada diseñador importante del país?—pone una mano sobre su pecho.

  —Si, Bea tiene muchos contactos—sonrío—, la mayoría de ellos son amigos suyos, los demás son diseñadores que quieren trabajar con ella.

La rubia se levanta de la silla con rapidez.

  —Tengo que irme—se acerca y me da un abrazo torpe—, necesito memorizar esto y comprar tela para hacer algo decente.

No espera a que responda, se marcha de la cafetería dejándome sola.

Le envío un mensaje a la señora Winship para avisarle lo que sucedió y, después de algunos minutos, me responde con un: "sabía que lo lograrías".

Dejo que las comisuras de mis labios se eleven un poco.

Es curioso cómo Alex sigue intentando ocultar a Charlotte de su madre sin darse cuenta de que Bea está enterada de todo, de hecho, fue ella misma quien me pidió que convenciera a la rubia de acompañarla o, de lo contrario, tendría que ser yo misma la que asistiera al desfile.

Saco mi cartera y dejo un par de billetes sobre la mesa antes de salir.

Aún tengo que ir a casa a empacar y reservar mi vuelo del fin de semana, pero antes debo ir a la editorial antes a recoger la información que Markel necesita que lleve a la reunión a la que debo asistir.

Cuando estoy por tomar un taxi, mi celular comienza a sonar y contesto sin siquiera mirar el identificador.

  —¿Por qué Charlotte me ha llamado para que la vea en el taller de costura de sus padres en vez del restaurante en el que habíamos quedado?—suena nervioso—, Livdime por favor que no es lo que estoy pensando.

  —Vamos, Alexander, ¿no crees que estás exagerando?

  —Por supuesto que no, mi madre no debe saberlo, aún no.

Ruedo los ojos, Alex Winship puede ser bastante tonto cuando quiere.

  —Tu madre no le hará nada, tarde o temprano tendrán que conocerse—comienzo a caminar hacia la estación de autobús cercana al notar que ningún taxi me hace caso—, este será... un ambiente controlado, piensa en que es la oportunidad perfecta para su primer encuentro, estando en un lugar donde ambas se sientan cómodas.

  —¿Ambiente controlado?—hago una mueca—, ¿es que acaso recuerdas cómo se pone mi madre con estos eventos?

Lo cierto es que no lo tengo muy claro, la única imagen que tengo de los desfiles de la señora Winship es de un grupo de modelos llorando después de haber hablado con ella, quizá mi cerebro decidió bloquearlo de mi memoria.

  —Mi punto es que esto es importante para tu madre y una gran oportunidad para Charlotte si es que de verdad quiere darse a notar en el mundo de la moda─llego justo a tiempo para tomar el bus, para mi suerte hay muy pocas personas, así que no me es difícil encontrar un asiento vacío─, escucha, sí en serio te preocupa tanto, ve al evento y mantén las cosas relajadas entre ellas.



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En el texto hay: literaturajuvenil, amor desamor, inglaterra

Editado: 16.10.2018

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