Culpable

15. Sombra

Blue me obliga a ver la pantalla de su ordenador con atención y después de un minuto entero no logro comprender de lo que está hablando.

  ─Lo lamento, sigo sin verlo─escucho a Eider reír desde la cocina mientras el pelirrojo suspira pesadamente detrás de mí.

  ─Vale, tendré que explicarlo entonces─toma asiento a mi lado─, cuando Markel me pidió que rastreara el dinero que le robaron tuve que entrar en el sistema del banco─arqueo una ceja en su dirección y él se encoge de hombros─, no es mi culpa que no tengan una buena seguridad, ahora, concéntrate─asiento─, los datos me permitieron rastrear el dinero hasta la cuenta a la que lo transfirieron, ¿bien?─aprieta unas teclas y aparece el nombre de Derrick Winship en la pantalla─, según lo que sé, el dinero no permaneció en la cuenta durante mucho tiempo, pero aquí viene lo interesante─vuelve a presionar unas teclas y cuando la pantalla cambia ladeo ligeramente mi cabeza─, ¿ves eso? la captura de la izquierda es la real, lo sé porque la saqué de la computadora del banco, la de la derecha es una trampa, es lo que aparece cuando buscas desde el sistema de la policía.

Comparo ambas imágenes, las dos tienen fechas y horas idénticas, lo único que cambia es el lugar al que se supone fue a parar el dinero.

  ─Así que lo que estás diciendo es que...

  ─No sacaron el dinero del país, Liv, pero alguien quiere que pensemos que sí, fíjate en el lugar al que se supone que fue enviado─abro mis ojos ligeramente. ¿Asia?─, lo que creo, castaña, es que la persona que está intentando cubrir su rastro con esto es la misma que está enviándote los mensajes.

Considero un segundo la teoría de Blue, aunque sé que tiene sentido, me cuesta un poco creerlo. ¿Por qué alguien querría hacer algo así de cualquier manera?

  ─Sabiendo esto, ¿podrías encontrar el lugar real desde dónde están enviando los mensajes?─el pelirrojo hace una mueca antes de pasarse una mano por el cabello.

  ─Creo que será un poco complicado, quien quiera que sea es obvio que sabe cómo cubrir su rastro─suspira─, he intentado varias cosas y ninguna ha dado el resultado que esperaba, incluso cuando bloqueo todas las señales de otros países, el programa sigue dándome cientos de resultados, puedo seguir tratando, pero no te garantizo que vaya a funcionar.

Asiento y Blue pone una mano sobre mi hombro para darme un apretón en señal de apoyo. No es el primero que lo hace hoy y puedo comprender la razón. Llevo bastantes días sin poder dormir, entre el trabajo y los papeles que reviso cada día con la esperanza de encontrar algo raro sobre Bella ya no me queda mucho tiempo para descansar.

Mi celular vibra en mi bolsillo, mi cuerpo entero se tensa sin tener que pensarlo y no se relaja hasta que veo que el remitente del nuevo mensaje es James.

No es que haya hablado mucho con él durante los últimos días, lo poco que sé es gracias a Camille quien sí ha estado al pendiente del rubio. Al parecer no está llevando muy bien el que todo Nueva York se enterara de su relación─si es que podemos llamarla de esa forma, porque aún no comprendo bien lo que tienen─, con Markel.

  ─¿Sucede algo?─miro al pelirrojo y le sonrío de forma tranquilizadora.

  ─No, es James, quiere que nos veamos más tarde, es todo─sus ojos buscan en mi rostro cualquier rastro de falsedad, pero no la encuentra, al final se encoge de hombros y se marcha a la cocina.

Le contesto el mensaje a James para hacerle saber que iré a verlo. 

En vez de seguir a Blue, me dirijo hacia el jardín trasero de su casa para chequear que todo este bien con Mel y Caden─quien prácticamente me rogó para traerlo aquí porque su madre le dijo que la única forma de que viniera era que yo accediera a acompañarlo─. Los dos niños están sentados sobre el césped pero puedo ver que algo va mal por el tono pálido que hay en el rostro de mi sobrino.

Mis ojos inspeccionan con detenimiento la escena hasta que encuentran el problema, la pierna de Mel tiene un poco de sangre, desde donde estoy aprecio que no es una herida muy grave, es de esas que se ven bastante más aparatosas de lo que son realmente.

Caden mira realmente asustado a la pelirroja, pero ella parece tener todo bajo control, sus manos buscan algo en su cabello, sonríe cuando lo encuentra. Toma el pequeño pañuelo que se encuentra sosteniendo su coleta y tira de él hasta que logra liberarlo, lo pasa por su pierna en repetidas ocasiones para quitar la sangre.

  ─Sólo necesita un poco de alcohol, ¿ves?─le sonríe con tranquilidad a Caden─, hay una botella en el botiquín de mi habitación, cerca de mis muñecas, ¿podrías ir por él?

  ─Ya iré yo─ahogo una risa en cuanto los veo sobresaltarse por el susto.

Subo las escaleras de la casa y no me es muy complicado dar con la habitación de la pequeña pelirroja, su puerta tiene una "M" trazada en manuscrita adornada con varias mariposas multicolor.

Dejo que una sonrisa se extienda por mi rostro al entrar. A primera vista se podría decir que es la típica habitación de una niña de ocho años, las paredes están pintadas de lila y en el techo hay algunas estrellas dibujadas con pintura blanca. Lo que logra captar mi atención es el pequeño librero en una de las esquinas que está completamente lleno, por supuesto no puedo dejar pasar la oportunidad, así que me acerco a mirar con curiosidad.



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En el texto hay: literaturajuvenil, amor desamor, inglaterra

Editado: 16.10.2018

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