- Capítulo 7: Batalla -

Narrador Omnipresente

Jimin estaba muy cansado, habían pasado solo cinco minutos desde que se lanzó a la batalla, pero la cantidad de demonios hacían que retrocediera; con el Cuchillo Serafín, se puso en posición de pelea y se lanzó hacia los demonios que iban en su busca, con el cuchillo corto la cabeza del demonio que se había lanzado hacia él, haciendo que desaparezca en una nube de humo; esquivó el aguijón del demonio Scorpios que iba en su dirección con un salto hacia atrás, para luego impulsarse con sus piernas y cortarle la cola, cayó al suelo y saltó fuera del alcance de los otros demonios.

Los demonios seguían atacándolo a cada momento, haciendo que el cansancio de Jimin aumente considerablemente; cogió los cuchillos que Namjon le había dado y los lanzó en el aire, estos se suspendieron en el aire, para luego multiplicarse y de un momento a otro, se lanzaron directamente hacia los demonios eliminándo alrededor  de  diez al instante; pero, aún quedaban un gran número de criaturas que estaban rodeándolo.

Con la respiración agitada, tomó el Cuchillo Serafín fuertemente, dos demonios Scorpios se le venían encima, esquivó el aguijón del primero, y le cortó la cola al segundo, aprovechando, cayó al suelo, para luego correr cerca de los árboles del lugar, espero a que los demonios se acercaran lo suficientemente cerca de él, para usar la altura de los árboles y cortarles la cabeza; volvió de un salto al árbol y escapó de la mordida de un demonio rampiñador que lo había estado siguiendo sin que se percatara.

Jimin no podía más, sus piernas flaqueaban y aún quedaban unos diez demonios que querían matarlo, sabía que no duraría mucho, el brillo de su Cuchillo Serafín se estaba apagando, eso significaba que estaba a punto de perder la conciencia, pero Jimin no se daría por vencido, si moría debía ser luchando; usando sus últimas fuerzas, corrió hacia los demonios que quedaban, los Rampiñadores al instante corrieron a su alcance, Jimin se deslizó a un lado y rodó lejos de su alcance, tomó el cuchillo Serafín y los decapitó; los tres últimos demonios Scorpios estaban acercándose a él, uno en la derecha, otro en la izquierda y uno en medio, Jimin tiró el cuchillo en dirección del que estaba en medio, dándole perfectamente en la cabeza, corrió hacia el y tomó el cuchillo de su cabeza, haciendo que este desaparezca en el acto, evitó el aguijón de el Scorpios de la derecha, haciendo que este se clave en el otro Scorpios; salto fuera del alcance y con un solo movimiento decapitó a ambos demonios.

Cayó al suelo respirando pesadamente, su cuerpo se sentía muy cansado, ni siquiera podía moverse, el cuchillo Serafín volvió a su apariencia principal y su energía estaba desvaneciéndose; cerró los ojos por un momento, cuando escuchó un sonido que lo hizo abrirlos rápidamente; allí a unos metros de él estaban dos demonios Scorpios, quienes lo observaban fijamente, Jimin intentó incorporarse rápidamente, pero cuando se paró, sus piernas flaquearon y cayó de lleno al suelo, intentó levantarse otra vez pero cayó nuevamente al suelo, un demonio se acercó a él, Jimin solo podía observar, junto todas sus fuerzas y tomó el cuchillo Serafín que estaba cerca de él, intentó activarlo, pero fue en vano, este no tomaba forma, resignado, solo cerró los ojos esperando el ataque del demonio.

Jimin sintió algo impactar con su cuerpo, el aguijón había sido clavado en su estómago de manera brusca y retirado de la misma forma, sin poder evitarlo, el niño Ángel soltó un grito, el veneno era demasiado doloroso, sentía que su cuerpo se consumía por dentro, los demonios lo observaban satisfechos, el otro demonio que había quedado atrás, se acercó hacia Jimin, alzó su aguijón y cuando estaba a punto de atacarlo, una flecha le traspaso la cabeza, haciendo que desaparezca.

Jimin abrió los ojos cuando escuchó el alarido de dolor del demonio y vió a Jungkook junto a alguien más, un chico muy alto, con un rostro muy hermoso y rasgos frágiles, que sostenía un arco que estaba apuntando en dirección del demonio que había desaparecido hace un momento; Jimin pudo observar el rostro preocupado y enojado de Jungkook, este tenía su vista puesta en él, estaban ambos mirándose fijamente, cuando el otro demonio se acercó hacia los cazadores a toda velocidad, cuando esté estuvo cerca empezó a atacarlos con su cola, intentando herirlos con su aguijón, pero ambos esquivaban los ataques de manera eficaz, el amigo de Jungkook, se subió a un árbol y empezó a lanzarle flechas al demonio, la puntería de este era demasiado buena, todas y cada una de las flechas daban directamente al cuerpo del demonio, Jungkook aprovechando que el demonio estaba distraído con Jin, se acercó a este y con ayuda de la espada que tenía, le cortó la cabeza haciéndolo desaparecer, luego de esto corrió en dirección de Jimin, pero este ya había perdido la conciencia.

Se acercó rápidamente al cuerpo de Jimin en compañía de su Parabatai, quien también miraba con preocupación al herido.

- Jimin, por el ángel - dijo Jungkook mientras respiraba agitado - lamento haber llegado tarde, ¿Qué es eso? - preguntó percatándose de la herida de su estómago.

- Fué el demonio Scorpios - dijo Jin preocupado - el veneno debe estar esparsiéndose en este momento; debemos hacer algo rápido o no sobrevivirá.

- ¿Qué hacemos? - preguntó desesperado Jungkook - Espero que Namjon se apure en volver, pero debemos hacer algo antes, quizás un iratze lo mantendrá con vida hasta que Namjon llegue - dijo mientras sacaba su estela.

- ¿Pero que haces? Él no es un Cazador de sombras, la runa podría hacer que se convierta en un repudiado - le dijo Jin mirándolo como si estuviera loco.

- Tienes razón, pero él, puede activar un Cuchillo Serafín, así que puede tener algo se sangre angelical en su cuerpo, podrá soportar está runa - le explicó, para luego empezar a trazar un iratze, en el brazo de Jimin.