Capítulo 1

—¡BaekHyun, otro cuerpo ha sido encontrado en medio del bosque!

Anunció un pequeño chico de grandes ojos al cual no le importó azotar la puerta del castaño quien lo observaba con ganas de asesinarlo por la manera en la que entró, aunque no era la única vez que lo hacía, aun así le molestaba.

—KyungSoo ¿Cuántas veces debo pedirte que toques antes de entrar? ¿Ya cuántas veces ha sido que te lo he pedido?

Cuestionó BaekHyun con hastío mientras resoplaba, recogiendo todas las cosas necesarias para ir a inspeccionar el cuerpo que el bajito le había anunciado. Escuchándose una risa a modo de burla, aquella persona no era nada más y nada menos que uno de los detectives y el hermano menor del detective Byun, Xiao LuHan.

—¿De qué te burlas, LuHan? —Gruñó BaekHyun, viéndolo con seriedad.

—De nada Baek, pero siempre le dices que no lo haga y hasta ahora Kyung no te ha hecho caso. —Respondió con burla, siguiendo a los mayores a cargo de aquel caso.

Desde hacía algunos cinco meses habían empezado a aparecer cuerpos de la nada, con grandes mordidas en el torso, los ojos descansando al lado del cuerpo mientras que las extremidades se encontraban fuera de su lugar. Para nadie era un secreto que en el pueblo de Kyongsangnam habían unas ocho manadas de shifters, pero estas tenían un tratado de paz con el alcalde del pequeño pueblo desde hace unos años y gracias a dicho tratado la gente sabían que no les pasaría nada y que incluso los tendrían para protegerlos de cualquier otro peligro. Pero desde el primer día que encontraron el primer cuerpo la gente había comenzado a desconfiar y a tener ojos en la espalda para asegurarse de no quedar de la misma manera que las demás víctimas, estaba claro que algunos de ellos no se salvaban de lo que fuera que había allá afuera atacando a los pueblerinos y sin embargo, la gente tenía confianza en los detectives que siempre cuidaban de su pueblo, a pesar de que estos también eran shifters.

—No puede ser que ya sea la víctima número cincuenta en estos últimos cinco meses —Gruñó KyungSoo mientras se cruzaba de brazos, volteando hacia el castaño quien parecía absorto en su mundo y olisqueando a su alrededor. —¿Qué tanto buscas BaekHyun?.

—Busco una maldita pista del desgraciado que está matando a los humanos del pueblo pero no hay nada, ni siquiera un olor conocido y ambos sabemos que sólo los alfas son los más capacitados para esconder su olor. —Respondió frunciendo el ceño y apretando las manos alrededor de la pluma y la carpeta. —¿Es lo mismo que siempre?.

—No, esta vez parece que fue personal.

—¿A qué te refieres con personal? ¿Qué hay de nuevo en esta víctima?. —Cuestionó curioso, acercándose al cuerpo y agachándose al lado del pelinegro quien señalaba varias puñaladas en el cuerpo.

—Según el forense, hay alrededor de unas diez puñaladas en el cuerpo de nuestra víctima, además de llevar una pequeña marca en el cuello del tamaño de una aguja.

—¿Quién será este hombre y de qué forma habrá estado relacionado con el asesino?

—No tengo ni la puta idea Baek, pero me estoy hartando de los periodistas y su maldita forma de hacer que nuestra especie sea temida. Hay que detener al hijo de puta cuanto antes. —Expresó el más pequeño con rabia en la voz y levantándose para alejarse de allí.

BaekHyun asintió, tenía el mismo sentimiento de molestia que su hermano pero no podían dejarse llevar por sus instintos para vengar a las víctimas y mucho menos a los suyos. Todos y cada uno de las personas del pueblo habían confiado sus vidas en tres detectives shifters y habían servido durante diez años seguidos como para ahora tener que lidiar contra lo que sea que dejaba a los pueblerinos de aquella asquerosa forma. Simplemente se levantó y caminó detrás del más bajo, ladrando su primera orden que era llevarse el cuerpo a la morgue para que el forense revise con más profundidad, ambos detectives se sentían ahogados con aquel caso que se les había salido de las manos pero debían hacer su trabajo e ir a hablar con los jefes de las ocho manadas y asegurarse de que ninguno de ellos habían hecho aquello.

—Recientemente una de las manadas ha cambiado de alfa y de betas, al parecer el hijo menor del líder Park asumió el puesto que le correspondía luego de mucho. —Contó LuHan mientras iba siguiendo a los mayores, revisando algunos papeles. —Pediré que nos concedan una reunión con ellos, mientras ¿Qué tal si visitamos a las dos manada del oeste?.

—Si no me equivoco, las manadas del oeste son la familia Kim y la familia de Bang ¿No es así

—Así es, jefe —Respondió LuHan. Levantó la vista de los papeles al haber chocado con uno de sus hermanos y se quejó por el acto. —¿Qué pasa, por qué se detienen?.

—Hay cuatro olores, cuatro shifters y están en su forma lobo pero no huele como si fueran a atacar, más bien están-

—Están jugando entre ellos. —Terminó de decir KyungSoo, siguiendo el olor de los tres lobos que parecían dirigirse hacia ellos. —¡Oh! Cambiaron de dirección.

—Ningún shifter tiene permitido pasar el nuevo límite que propuso el alcalde. —Anunció el menor mientras volvía a ponerse en marcha para salir del bosque en contra de los deseos de su lobo quien también deseaba correr por el bosque.

Los otros dos asintieron a manera que habían entendido y salieron detrás del chico y siendo seguidos por los demás del equipo, sintiéndose sumamente extraños por la forma en la que sus lobos parecían rasgar para evitar alejarse del bosque y aun así no prestaron atención sino que siguieron su camino hacia la comisaría como si nada.