CAPITULO 1

Suena un celular por una llamada entrante mientras un hombre se ponía su ropa interior.

No quería responder, hasta que decide contestar la llamada poniéndose el celular entre su oído y su hombro, diciendo:

—¿Bueno?

—León— Se oye una voz femenina al otro lado del celular—. Necesito que vengas a casa, por favor.

— ¿Samara? — se sorprendió al escuchar aquella voz, la que llevaba tantos años sin escuchar, pero que para él era difícil de olvidar o confundir.

— Si.

— ¿Qué haré yo en tu casa? — Pregunta tomando el celular con la mano y se sentó a la orilla de la cama—. Hace más de cuatro años que no sabía nada de ti, ¿Y ahora vuelves para decirme que vaya a verte? ¿porque lo haría?

Se oye un silencio al otro lado.

Hasta que le responde:

— Me estoy muriendo y necesito pedirte algo. No tengo a quién más pedírselo, por favor, León.

Se levantó de la cama para ponerse ahora su pantalón, pensando en lo que estaba pasando en ese momento, y su respuesta fue una pregunta secamente emitida:

— ¿Sabes qué día es hoy?

—Lo sé, León, pero quiero... que vengas antes que sea tarde y me vaya de este mundo sin pedirte algo a ti. Solo me quedan unos días de vida, y solo quiero pedirte algo. Por favor.

Se oyó un pequeño llanto de parte de ella, cosa que hizo que él lo pensara un momento, y le dijo:

— Samara, hoy me caso, y estoy a tan solo unas horas de eso, por favor no me hagas esto. Por favor no me lo hagas.

Tocan la puerta en ese momento, y al abrirla, era un amigo de este, quien fue a verlo porque ese día importante era su boda con su hermana, su única hermana, y tenia que asegurarse que todo estuviera bien para ese día tan especial.

— ¿Cómo va todo, cuñado? — Entró al cuarto de León, paseando su altiva mirada por toda la habitación de su cuñado, el cual estaba en silencio con el celular en su oído.

— ¿A qué se debe tu visita, cuñado querido? — Trató de hablar fuerte para que Samara supiera con quien hablaba, la cual solo colgó la llamada.

— Vine a ver cómo estaba tomo por aquí, y encargarme de que no dejes plantada a mi hermana, porque obviamente sabes lo que te conviene, ¿cierto? — espetó de forma amenazante, pero con una leve sonrisa hipócrita.

—A mí no me amenace, cuñado— guardó su celular y abrió nuevamente la puerta, ya que estaba en ropa interior, y al abrir la puerta, era para que el hombre se marchase —. Nos vemos en unas horas en la boda, cuñado.

Este no dijo nada, solo esbozó una media sonrisa, y salió.

León cerró la puerta con algo de rabia, y se fue a terminar de vestirse, mientras aún pensaba en lo que su ex le había pedido. Así que, se puso otra ropa, tomó las llaves de su carro, y se fue.

¿Para dónde? ¿Acaso iría donde su ex? Esto creo que no va a terminar bien.

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Por aquí J. Manuel Hernandez.

Paso por aquí para anunciarles que, a los que leyeron ya este libro, les agradezco un montón, porque aunque obviamente estaba escrito con mucha falta de experiencia, terminaron de leerlo. No obstante, quiero decirles que este libro acaba de entrar en edición, puede que agregué cosas de más, y así el libro resulte más extendido, ya que este forma parte de una trilogía que pienso publicar en físico, y tengo que trabajarlos mejor.
Así que, sin más nada qué decirles, solo les tengo que agradecer un montón.

Haré todo por ganarme sus lecturas con amor ❤️

Les invito a seguirme en Instagram, allá posteo siempre lo que estoy haciendo, sobre todo ahora que estoy trabajando en un libro que me tiene Fascinado ❤️ sé que muchos lo amarán tanto como yo lo estoy haciendo 🧡

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Soyjosemanuel02