En Tus Brazos
Al escuchar sus sollozos fue imposible evitar abrazarla y al sentirla regresar el abrazo con fuerza, comprendí que hice bien en hacerlo porque en ese momento era lo que más ella necesitaba. Sin embargo, a medida que duraba nuestro abrazo, más fuerte se volvía su llanto y era inevitable no odiar al Watch porque, como siempre, él era el especialista en hacer sufrir a las mujeres.
Sus enrojecidos ojos avellana me miraron en busca de ayuda y no supe qué decirle, así que solo me limité a secar sus lágrimas.
—Mis padres me matarán… —Me llené de nervios cuando la escuché gritar—. Elías… Estoy sola, completamente sola. Mis amigas no me hablan, mis padres se morirán de decepción y Neil… Dios mío, Neil va a matar a Watch.
Me ahorré el comentario de querer decirle que cualquier cosa que intentara Neil contra Watch estaba bien merecido y que estaría más que feliz que Neil le diera sus buenos golpes, pero la situación en la que se encontraba creí que no era lo que precisamente quería escuchar.
—Todo estará bien. Tus padres comprenderán y…
—¿Mis padres? ¿Piensas que mi madre estará feliz cuando sepa que su hija, que aún no termina la escuela, está embarazada, sin casarse y que además su novio se libró de cualquier responsabilidad? Mi madre es una mujer que aún vive en el siglo pasado y aunque mi padre no sea igual que ella, él siempre estará de su lado.
Al escucharla sin poder evitarlo, una imagen de mis padres viene a mi mente y es que claramente sus padres me recuerdan a los míos. En mi caso, mi padre era el anticuado de mente cerrada que no lograba entender que su hijo era diferente y que le gusta tanto a hombres como mujeres y que eso no tenía nada de malo.
Me dolía el rechazo por mi propio padre, me dolía ver a mi madre sufriendo en silencio, pero fue más doloroso ver como mi madre se mantenía en silencio mientras mi padre me humillaba, porque a pesar de todo seguía siendo su hijo. Si hubiera algo en mis manos para poder cambiar toda aquella situación y volver a tener esa familia que tenía en el pasado, lo haría.
Miré a Beth que aún seguía llorando y algo pasó por mi mente…
—Beth… —sus ojos empapados en lágrimas me observaron con atención—. Cásate conmigo.
Es necesario leer En Tus Manos para entender las partes importantes de esta historia.