B e t h
Desde que llegué al apartamento no hubo forma en que pudiera dejar de pensar en todo lo que había ocurrido. Sin evitarlo, mi cuerpo tembló ligeramente cuando mis dedos recorrieron el borde de mis labios, recordando como los suyos habían atrapado a los míos con tanta avidez.
Al sentir aquellas inmensas ganas de llorar me llené de decepción al comprender que algo tan maravilloso para mí, significó solo un error para él. No había necesidad de ser un erudito para deducir que Elías simplemente iba a actuar como si nada hubiera pasado y yo no estaba preparada para seguirle su juego.
Pensando que había tomado la mejor decisión, escribí un rápido mensaje a Roger pidiéndole el favor de llevar a Elían a casa de mis padres, luego entré a la habitación que compartía con Elías para dirigirme al closet y empezar a sacar un poco de mi ropa.
Necesitaba un poco de tiempo lejos de él si quería superar esto, ¿Cómo podría verle la cara todos los días luego de haber disfrutado aquel beso?
Tragué en seco cuando escuché la puerta principal abrirse, tampoco era mi intención irme y que él encontrará el apartamento vacío, pero no estaba preparada para decirle a la cara que estaba por marcharme.
—¿Qué estás haciendo?
Sus ojos iban una y otra vez del closet a la maleta sobre la cama, me mantuve en silencio guardando mi ropa, ya que no había necesidad de darle una gran explicación al ser todo tan evidente.
Como pude, disimulé mis nervios al pasar por su lado en busca de la ropa de Elían.
—¡Te he hecho una pregunta! —Me sostuvo del brazo cuando pretendía seguir guardando la ropa sin responder a su pregunta—. ¿Qué crees que estás haciendo?
—¿No es evidente? —Mi voz salió temblorosa—. Creo no poder soportarlo si sigo aquí.
—¿No soportar qué? Necesitamos hablar, sé que podemos solucionarlo.
—Un desliz, un error, algo que no debió pasar… son algunas de las palabras que me dirías y mi corazón no soportaría escucharte decirlas.
—Elizabeth, por dios…
—Cuando descubrí que sentía algo por ti, entendí que no sería fácil, entendí que antes de mí habían pasado tantas cosas que no te habían dejado buenas experiencias, entendí y comprendí muchas cosas más, entonces, ¿Por qué me besaste?
—Mierda, nena, te hice daño. Lo lamento tanto.
Era inútil tratar de ocultar mis lágrimas, cuando pensándolo bien, era algo que necesitaba.
—¿Por qué mi corazón sigue anhelando algo imposible? —él solo se limitaba a mirarme, sin decir nada—. Estuve equivocada todo este tiempo. Me sentía especial cuando me abrazabas, cuando me mirabas, cuando me hablabas y estaba tan perdida en ti que no me di cuenta de que eras así con todos.
—No digas eso. Sabes que eres especial para mí, más que cualquier otra persona.
Pero no de la forma que yo quería y teniendo eso en mente, terminé de empacar todo en mi maleta.
—Lo mejor es distanciarnos por algún tiempo. Es lo que necesito.
—Beth, princesa, no lo hagas. Sabes que me van a hacer tanta falta que voy a morir.
—¡¿Y mis sentimientos no son importantes?! —Pronuncié furiosa—. ¿Es justo para mí simplemente estar aquí como si nada hubiera pasado? No puedo estar así solo porque tú seas un inestable emocionalmente.
Mis palabras lograron herirlo un poco, porque sus ojos se abrieron a tope, al parecer sin creer lo que había escuchado.
—¿De qué mierda hablas?
—¿Acaso es mentira? —lo desafié—. Hacer lo que quieres hacer, luego arrepentirte y estar por ahí como si nada, esperando que los demás lo olviden como si los sentimientos desaparecieran de un día para otro. Todo eso porque simplemente no puedes hablarlo y decirme lo que verdaderamente sientes a cambio, juegas con lo que siento y me besas y pretendes después de eso hacer como si nada hubiera pasado y para completar, esperas que yo esté bien con eso.
—Sabes todos los problemas que tuve con Zury por…
Mis manos volaron a mi cara por la frustración que me provocaba cada vez que lo escuchaba hablar de Zury, cuando estábamos hablando acerca de nosotros.
—¡Ustedes tienen que superar ese pasado! —estaba harta de que ella siempre fuera su excusa para todo—. Mi exnovio me abandonó embarazada, mi madre me echó de casa, estuve deprimida por meses, había días en que simplemente quería desaparecer, pero lo superé y de nuevo cometí el error de enamorarme de la persona equivocada —Sonreí orgullosa de mí misma porque por primera vez estaba diciendo lo que por tanto tiempo había querido decir—. Y supongo que ahora tendré algo nuevo que superar. Así que no me vengas con tu patética historia acerca de lo que pasó con Zury porque solo sería una excusa vacía que está desgastada de tanto ser usada.
Al notar que de su boca no saldría algo más, cerré la maleta con fuerza y jalé de ella para empezar a caminar en dirección a la puerta.
—Puedes ir a visitar a Elían en casa de mis padres mientras estoy en clases, en lo que respecta a mí, de verdad prefiero no verte por algún tiempo.
Una vez que estuve dentro del ascensor lloré con más fuerza y con la poca fuerza que tenía, salí del edificio, incluso mis manos temblaron cuando intentaba abrir la puerta del taxi.